El funcionamiento de los exoesqueletos como este HAL 3 (siglas en inglés de extremidades asistidas híbridas) es fascinante. Como su nombre indica se trata de un armazón metálico externo que ayuda a moverse a su portador y a realizar cierto tipo de actividades, como cargar peso. Lo más interesante es su funcionamiento. Una serie de sensores biométricos detectan las señales nerviosas que el cerebro envía a los músculos de nuestras extremidades cuando vamos a comenzar a andar. La unidad de procesamiento del exoesqueleto responde entonces a estas señales, las procesa y hace actuar al exoesqueleto en una fracción de segundo. Previamente, el dispositivo ha aprendido los movimientos del usuario registrándolos.
Ha sido desarrollado por un investigador japonés de la Universidad de Tsukuba, en Japón. El modelo actual, HAL 3 pesa 22 kilogramos pero permite, por ejemplo, que una persona cargue 40 kilos más que los que cargaría sin el dispositivo. Los primeros modelos se pondrán a la venta a un precio que va desde los 14.000 a los 19.000 dólares.
Vía | Slashdot. Más información | New Scientist.