Marvin Minsky (New York, 1927) es uno de los padres de la Inteligencia Artificial. En 1959, tras completar sus estudios de Matemáticas en Harvard y Princenton, fundó, conjuntamente con John McCarthy el Laboratorio de Inteligencia Artificial del MIT. Ha escrito varias obras de referencia sobre IA e incluso es mencionado en el libro y película '2001: Una Odisea en el Espacio' como responsable de la existencia de HAL. Hoy, a los 88 años, en una lúcida reflexión para Technology Review, sigue mostrando con contundencia su escepticismo acerca del progreso en el campo de la Inteligencia Artificial durante las últimas décadas.
Minsky convivió con personajes de la talla de John von Neumann, Alan Turing, Claude Shannon, Albert Einstein, Isaac Asimov o Carl Sagan en un momento en el que se dieron los primeros pasos en muchos campos de investigación. Y la Inteligencia Artificial fue uno de ellos. Precisamente el término Inteligencia Artificial fue acuñado por John McArthy en 1956 para dar título a una charla donde abordaba esta nueva disciplina diferenciándola explícitamente de otras como la Cibernética.
El auge y la decadencia de la IA
Básicamente, Minsky está convencido de que la Inteligencia Artificial no puede progresar porque no hay ideas de suficiente trascendencia como para abrir nuevos caminos de investigación. Es más, los que se han seguido durante las últimas décadas han llevado a un punto muerto en el que es imposible resolver los obstáculos que impiden que se consiga diseñar sistemas inteligentes.
Si hay un detalle relevante en estas reflexiones de ahora, es lo poco que ha cambiado el panorama frente al del año 2003 cuando Minsky, en una charla impartida en la Universidad de Boston, sentenció: "La Inteligencia Artificial padece muerte cerebral desde los años 70". Desde entonces hasta ahora han pasado 12 años y la visión de Minsky sigue en la misma línea.
El tono con el que aborda la situación de la IA en el momento presente, a sus 88 años de edad, no está exento de melancolía recordando los primeros momentos de la Cibernética. Muchos de sus primeros alumnos en el MIT provenían del Club de Modelismo Ferroviario. No hay que dejarse llevar por las apariencias: los miembros de aquel club, allá en los años cincuenta, eran los hackers del momento, innovadores y expertos diseñando mecanismos y máquinas que nadie más se atrevía a construir.
Minsky, ya en 1951, construyó una máquina buscando un comportamiento inteligente a partir de sus circuitos electrónicos: la SNARC (Stochastic Neural Analog Reinforcement Calculator) usaba 3.000 lámparas de vacío para simular una red neuronal con 40 nodos conectados aleatoriamente. Eran tiempos en los que se hacían grandes descubrimientos cada dos o tres días frente al momento actual, en el que los dos o tres días se han convertido en dos o tres años.
En aquellos primeros días de la cibernética, se daba por hecho que todo era mecanizable, no se pensaba si algo sería posible, sino cuándo y cómo se podría hacer, incluyendo la Inteligencia Artificial. Minsky habla de los años 50 y 60 como maravillosos y fructíferos, pero a partir de ahí se tomaron decisiones equivocadas que han conducido a vías muertas sin margen para avanzar.
Para Minsky, lo único que se ha hecho en los últimos 10 años es tratar de mejorar sistemas que no son especialmente buenos y que, de hecho, no han evolucionado mucho en las dos últimas décadas. Ya en anteriores declaraciones años atrás, allá por 2003, se mostraba muy crítico con el giro de la Inteligencia Artificial hacia los sistemas expertos, los sistemas basados en reglas, las redes neuronales, los algoritmos genéticos o la robótica. Según él, no son capaces de resolver el problema de la IA al ignorar problemas de alto nivel como el sentido común.
El sentido común al que se refiere Minsky, es el que hace que un niño de tres años sea más inteligente que cualquier sistema diseñado bajo los auspicios de la IA hasta la fecha. Y es precisamente la falta de interés hacia la investigación de aspectos como el sentido común lo que le hace ser tan poco optimista. Según declaraba Minsky en 2003, "La peor moda ha sido la de esos estúpidos pequeños robots. Los estudiantes que se gradúan pierden tres años de sus vidas soldando y reparando robots en vez de hacer que sean inteligentes. Es impactante."
La solución: despide a los expertos
Los años no han hecho que el tono de Minsky se suavice la hora de proponer soluciones para que la Inteligencia Artificial vuelva a la senda de la innovación y el progreso. "Grandes compañías y malas ideas no combinan bien", afirma. La táctica de comercializar los avances existentes no funciona. No hay investigadores que se atrevan a abordar los problemas de más alto nivel que conciernen a la Inteligencia Artificial y se quedan en aspectos parciales en vez de abordar el problema de la IA desde una perspectiva mucho más amplia.
Lo que propone es sencillo: "Despide a los expertos". Y al mismo tiempo apoyar a los innovadores. Para Minsky es esencial apostar por nuevas ideas de jóvenes capaces de abrir otros caminos de investigación allí donde los actuales se muestran incapaces de avanzar. Abrir la Inteligencia Artificial a perfiles como los de los estudiantes que venían del Club de Modelismo Ferroviario del MIT. Volver atrás, en un melancólico ejercicio de la imaginación, a 1965 y auditar los sistemas y las ideas que siguieron para identificar dónde estaba el error.
Vía | Technology Review
Imagen | Marvin Minsky por Joi Ito
Más información | TED
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