El caso que acaba de destapar EEUU demuestra que las leyes van muy por detrás de la tecnología, una vez más
Hace tan solo dos meses, las grandes discográficas de la industria de la música levantaban armas sobre lo que se avecina. Sony, Warner y Universal, entre otras, elevaban la voz pidiendo una indemnización económica por daños y perjuicios a los servicios Suno Ai y Udio. El caso que se acaba de destapar en Estados Unidos es la consecuencia de un escenario, el de la música y su relación con la IA, que está lejos de llegar a un punto de encuentro. También es un aviso a “navegantes”.
El productor que no conocía nadie. Michael Smith, de 52 años, natural de Cornelius, Carolina del Norte, dice ser músico y productor musical. En su vertiente artística, apenas tenía un pequeño catálogo de música de su propiedad y, sin embargo, en un corto espacio de tiempo había ganado más de 10 millones de dólares en regalías de los servicios en streaming.
En algún momento saltaron las alarmas de la industria llegando a oídos del FBI, quién inició una investigación para comprobar que Smith había generado ese dinero de forma legal. Lo que se encontraron es uno de los mayores fraudes de la industria de la música y los servicios de streaming como Spotify. Al hombre le pueden caer 60 años de prisión.
Se destapa el fraude. Ocurrió el miércoles de esta semana. El FBI lo arrestaba acusándolo de múltiples delitos graves por supuestamente estafar esos más de 10 millones de dólares que había generado en regalías. El modus operandi: utilizó cientos de miles de canciones generadas por IA.
Sí, al parecer y según la acusación, Smith creó miles de cuentas de bots en plataformas como Spotify, Amazon Music y Apple Music. Luego, utilizó las cuentas para transmitir automáticamente música generada por IA que había colocado en las plataformas, con todo este elaborado plan acabó generando hasta 661.440 transmisiones por día, una avalancha que generó regalías anuales de 1.2 millones de dólares.
Dinero de los artistas. A su vez, como ha explicado la acusación en el tribunal federal de Manhattan, “estas regalías se extrajeron de un fondo de regalías que las plataformas de streaming deben reservar para los artistas que transmiten grabaciones de sonido que incorporan composiciones musicales”, dijo la acusación.
¿Cómo no saltó la alarma antes? Cuando el caso se destapó había algo que no cuadraba. Según el fiscal federal Damian Williams, el fraude de Smith engañó a músicos y compositores comenzó en el año 2017 y había durado hasta hace muy pocos meses con el dinero de regalías que está disponible para que reclamen los artistas. Dicho de otra forma, había estado jugando con el sistema nada menos que siete años sin que saltara la voz de alarma.
El plan. Según Christie M. Curtis, jefe de la oficina del FBI en Nueva York, Smith “utilizó funciones automáticas para transmitir repetidamente la música y generar regalías ilegales”. Sin embargo, antes de eso, el hombre supuestamente orquestó el plan para eludir los sistemas de detección de fraude de las plataformas. Los fiscales alegan que inicialmente (en 2017) se dedicó a la transmisión fraudulenta de música que poseía, pero las plataformas de streaming podían detectar un posible fraude si una pieza musical en particular se transmitía mil millones de veces.
Al enterarse de este dato, Smith modificó el plan. ¿Qué hizo? Al año siguiente, pasó a generar la mayor cantidad de música posible, según la acusación. “Necesitamos conseguir un MONTÓN de canciones rápidamente para que esto funcione en torno a las políticas antifraude que todos estos tipos están usando ahora”, dijo el acusado en unos mensajes privados enviados a dos amigos, según ha revelado la acusación.
Acusaciones. El caso, pionero por el volumen del fraude, no solo tiene en la diana a Smith. También se investiga al director ejecutivo de una empresa musical de inteligencia artificial con la que inició su plan en 2018, así como con un promotor musical para ayudó a generar esos cientos de miles de canciones. Además, parece ser que Smith compró grandes cantidades de direcciones de correo electrónico para configurar cuentas falsas y utilizó un servicio de VPN para "disfrazar" que las estaba controlando todas desde su casa.
La acusación también ha revelado cuando saltó la pista del caso. Ocurrió cuando el hombre negó haber participado en un fraude de streaming enfrentándose al Mechanical Licensing Collective, organismo que distribuye las regalías de streaming. Poco después, el MLC planteó dudas en 2023 sobre cómo podría generar tanta música de forma tan rápida sin usar IA en la ecuación.
Aviso a navegantes. Como decíamos al inicio, falta un largo camino para que la industria de la música, hoy eminentemente digital, encuentre un punto de encuentro con las herramientas de IA. El caso de Smith es un síntoma de los tiempos, pero seguro que no será el único.
Smith ha sido acusado en Nueva York de lavado de dinero, fraude electrónico y conspiración para cometer fraude electrónico y, según la MLC, “el caso arroja luz sobre el grave problema del fraude en las reproducciones online para la industria de la música”.
Imagen | PXHere, RawPixel
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