Bill Gates tiene algo que decir sobre el pedido de Elon Musk y otras personalidades del mundo tecnológico de pausar el desarrollo de sistemas de inteligencia artificial superiores a GPT-4. Para el filántropo y cofundador de Microsoft, empresa que ha invertido millones de dólares en IA, hacer caso al mencionado llamado “no resolverá los desafíos que se avecinan”, por lo que según él es necesario seguir otro camino para abordarlos.
Las recientes declaraciones del multimillonario, que proceden de una entrevista con Reuters, pueden no ser una sorpresa si tenemos en cuenta que hace tan solo una semanas reflexionaba positivamente acerca de los frenéticos cambios que estamos viviendo con la inteligencia artificial. Gates, lejos de condenarlos, prefirió catalogarlos como “demostraciones de tecnologías” de carácter revolucionario y “el inicio de la era de la IA”.
Los primeros comentarios públicos de Bill Gates a la carta abierta
En medio de una oleada de generadores de imágenes como Midjourney, DALL·E y Stable Diffusion, chatbots como ChatGPT, Bing Chat y Bard, y grandes y grandes modelos de lenguaje (también conocidos como LLM) como GPT-3 y GPT-4, el instituto Future of Life hizo un llamado a todos los laboratorios de IA del mundo a “pausar inmediatamente durante al menos seis meses el entrenamiento de sistemas más potentes que GPT-4”.
La petición, canalizada a través de la mencionada carta abierta también firmada por el cofundador de Apple, Steve Wozniak, el cofundador de Skype, Jaan Tallinn, entre otros, alega que los sistema de IA tan avanzados pueden plantear riesgos para la sociedad y la humanidad. Además, advierte que ni siquiera sus creadores al día de hoy son capaces de entender o predecir de forma fiable su comportamiento.
“¿Deberíamos desarrollar mentes no humanas que eventualmente podrían superarnos en número, ser más astutas, dejarnos obsoletos y reemplazarnos? ¿Deberíamos arriesgarnos a perder el control de nuestra civilización?”, se preguntan los firmantes de la carta abierta. En este sentido, en líneas generales, proponen desarrollar sistemas más fiables, a la vez que se impulsan nuevos protocolos de seguridad y sistemas de supervisión.
Para Gates, como decimos arriba, este no parece ser el camino adecuado, aunque no exceptúa los retos. “No creo que pedirle a un grupo en particular que haga una pausa resuelva los desafíos”, aseguró el empresario, quien además dijo que cualquier tipo de pausa en los sistemas de entrenamiento de IA seria difícil de hacer cumplir (recordemos que en la carta se pide que la pausa alcance a todos los laboratorios del mundo).
Bill Gates, si bien se ha distanciado de Microsoft, es el cofundador de la compañía y se estima que todavía posee alrededor del 1% de las acciones. La compañía de Redmond es una de las piedras angulares del presente de la inteligencia artificial. Su inversión de más de 10.000 millones de dólares en OpenAI impulsaron drásticamente a la compañía dirigida por Sam Altman, pero eso no fue el único gran aporte.
Los modelos de lenguaje más avanzados (y posiblemente los que se están cocinando) han sido entrenados en los superordenadores de Azure, la potente infraestructura en la nube de Microsoft. Además, tanto ChatGPT como Bing Chat funcionan en una red de 60 centros de datos, también de Redmond, situados en diferentes partes del planeta y alimentados con lo último de lo último de tecnología de NVIDIA.
Elon Musk, por su parte, fue uno de los cofundadores de OpenAI. En 2015, cuando la inteligencia artificial no captaba tanta atención como ahora, el CEO de Tesla prometió invertir 1.000 millones de dólares en el proyecto, pero, según cuentan en Semafor, este no dio los frutos que él esperaba y propuso liderarlo. Sin embargo, el resto de los miembros de OpenAI rechazaron la propuesta, por lo que Musk decidió dar un paso al costado.
Imágenes: Gisela Giardino (Wikimedia Commons) | TED Conference | Captura de pantalla ChatGPT
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