¿Qué robot te causa más temor? El test del Valle Inquietante

Cuando las réplicas robóticas tienden a parecerse demasiado a los humanos, tanto en movimientos como en aspecto, causan una especie de rechazo entre los que estamos contemplándolas. Es lo que denominan el valle inquietante, o inexplicable, una hipótesis desarrollada en 1970 por el experto en robótica Masahiro Mori.

Creo que a la mayoría de la gente le parece más atractivo o simpático un robot con aspecto animal, con forma de peluche, o con un diseño inspirado en dibujos animados. Pero es una realidad que en Japón se esfuerzan por crear copias humanas en forma y comportamiento, y de hecho las están colocando a recibir personas en algunos emplazamientos reales. Juegan sin miedo con ese límite que hay en la respuesta emocional, en el que se pasa de lo positivo, a lo repugnante.

Es algo extensible también al campo de la animación 3D, como pudimos comprobar en el artículo que realizamos sobre los “mejores humanos digitales” en su trabajo en Hollywood. No es nuestra misión debatir sobre la hipótesis y explicar el conocido gráfico que describe al valle, nuestra intención es la de exponeros algunos ejemplos robóticos.

Geminoids, tu gemelo robot

El caso más sonado o conocido es el de los “Geminoids”, un trabajo del profesor Hiroshi Ishiguro, director del departamento de robótica de la Universidad de Osaka.

Mucho camino por recorrer hasta encontrarnos algo parecido a las recreaciones de la ciencia ficción de [Ex Machina](https://www.blogdecine.com/criticas/ciencia-ficcion-ex-machina-de-alex-garland), pero los robots de Ishiguro han evolucionado bastante

A muchos os sonarán sus robots nada más verlos, la mayoría de ellos comparten la misión de asemejarse lo más posible a los humanos, tanto en forma como en expresiones, además de jugar con la interacción con nosotros.

El primer modelo data del 2006, pero con anterioridad se había trabajado en la misma línea junto a la empresa Kokoro, con robots conocidos como Actroids. El verdadero camino de Hiroshi comenzó con la creación de un robot a su imagen y semejanza, al que bautizó como Geminoid HI.

Hay al menos un par de versiones, HI4 y HI2, que principalmente se diferencian porque el primero es un robot completo, y el segundo está más enfocado a la zona del tronco superior, con más elementos móviles en la cara. Todos los robots son controlados de forma remota, no son “autónomos”.

Una vez superado el reto de convertirse en robot, decidió que había que hacerlo con más personas. De ahí nacieron los desarrollos de Geminoid F, recreación robótica de una chica, y Geminoid DK, el primero que no tenía como base a una a una persona japonesa.

Geminoid F: la chica

El robot es una copia de una mujer de unos veinte años, más atractiva que lo que era la recreación del profesor Ishiguro - no sé si más o menos cerca del valle inquietante -. El robot puede hablar, distingue entre reír y sonreír, y en general tienen unas expresiones faciales más naturales.

De nuevo se trata de una colaboración entre el ATR de la Universidad de Osaka y la empresa Kokoro. El coste del proyecto está estimado en unos 110.000 dólares. A continuación la podéis ver en movimiento, también por dentro:


Geminoid DK: el occidental

El primero no japonés, pero también el primero con barba. De nuevo juegan a replicar a una persona real, en este caso un profesor de la Universidad Aalborg en Dinamarca: Henrik Scharfe.

El coste de este proyecto ascendió a los 200.000 dólares, y fue construido por Kokoro en Tokio. El cometido sigue siendo el mismo, recrear personas con un robot, intentando que puedan simular la presencia de las mismas, para que la interacción con seres humanos no sea tan fría. Hay un camino muy largo, creo, pero siguen evolucionando.


En el siguiente vídeo nos encontramos a los tres robots, con las tres personas reales correspondientes. También os dejo con una galería de detalles de los tres Geminoids.


Ver galería completa » Geminoids (12 fotos)

Erica: la charlatana

Es el caso más reciente, llevaban años trabajando en que los robots se parezcan a los humanos, ahora pretenden que conversen como nosotros. Con Erica estamos ante un robot de 166 centímetros de alto, que simula a una muchacha de 23 años, con rasgos japoneses y europeos.

Lo dicho, ahora la preocupación es menos estética, y están intentando imitar a humanos hablando, con patrones de comportamiento y un lenguaje corporal más propio de una persona japonesa:


Recepcionistas, asistentes, anuncios

Sin salir de Japón, y pasando un poco de los trabajos de Hiroshi Ishiguro, nos encontramos con un interés importante por colocar a esos robots de cara al público. Empresas importantes en la electrónica de consumo, como Toshiba, ponen a robots parecidos haciendo labores de recepcionistas.

El robot humanoide de Toshiba se llama Chihira, conversa con los clientes, dando la bienvenida a la tienda, y ofrece direcciones hacia el departamento que buscan. Puede parpadear, también mover los labios mientras habla, incluso soplar. Para ello cuenta con 43 motores dentro de la zona que consideramos como cabeza.


En hoteles, tiendas, o establecimientos donde un asistente nos puede ayudar con la oferta y las dudas que tengamos, es posible que robots de este tipo vayan encontrando su lugar. Otras empresas consideran que el aspecto humano no es el más adecuado, y tiran por diseños menos "agresivos", en plan Pepper. Aquí lo tenéis ofertando sandías en un supermercado.

A continuación tenéis un buen ejemplo con los dos recepcionistas del hotel Henn na:


Nos volvemos a encontrar con Geminoid F haciendo esta vez de modelo para un anuncio en el que el maniquí cobra vida y no se cansará de estar publicitando el producto:


Yangyang en China

En China también tienen algo que decir al respecto, una buena prueba es Yangyang, el último robot conocido con aspecto humano, y movimientos que simulan nuestras expresiones. Es un robot femenino de tamaño completo, con cierta semejanza con la política norteamericana Sarah Palin.

El androide ha sido creado por el Shanghai Shenqing Industry, con la colaboración de Hiroshi Ishiguro y la Universidad de Osaka. Como el resto de robots que os hemos presentado con anterioridad, funciona de forma remota:


Han, desde Estados Unidos

Han puede hablar - hay 40 motores en su cabeza -, mover su cabeza y brazos, además de reconocer a las personas que tiene delante al contar con cámaras en sus ojos y en su pecho. Puede reconocer tu género, edad y si estás triste o contento.

Ha sido creado por Hanson Robotics y utiliza un tipo de material novedoso - patentado - para la piel conocido como Frubber. El nivel de conversación es bastante interesante y divertido:


Asuna, un ejemplo 2015

Otro buen ejemplo reciente, de este mismo año, lo tenemos en Asuna, un robot femenino creado por la compañía A-Lab. Mide 55 centímetros y pesa 43 kilos. Con respecto a sus habilidades, no cuenta con inteligencia artificial, hay que contar con el control de forma remota. Puede mover los ojos, sonreír, bostezar, y mirar a la gente.


¿Andy Rubin y sus robots?

En todo este juego dominado por compañías japonesas, no debemos olvidarnos del papel que tendrá Google dentro de poco. Os recordamos que Andy Rubin dejó el puesto en Android para crear una división que trabajara exclusivamente con robots.

Google ha estado comprando un montón de compañías - que yo conozca, siete - que trabajan con robots en los últimos dos años. No sabemos la posición que tendrá esta división, que está fuera de Google X, dentro de la nueva Alphabet.

Nos cuentan que se trabaja en robots humanoides, también en los típicos brazos que encontramos en fábricas avanzadas, algo que casa con el interés de las empresas en fabricar más barato - menos mano de obra -, a ser posible en Estados Unidos. Esperamos pronto conocer qué es lo que tiene Andy Rubin en sus laboratorios.

Más información | Geminoids

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