Si algún día entras en una fábrica o cadena de montaje y no eres capaz de ver a trabajadores o enormes brazos robóticos en faena, no pienses que no hay nadie haciendo sus tareas. Puede que tengas que acercarte y comprobar que unos diminutos bichos, parecidos a insectos, trabajan en sintonía perfecta.
El desarrollo es de SRI International, y sus extremadamente pequeños robots son capaces de moverse por circuitos electrónicos, cargar con material y hasta montarlo de forma sincronizada. Por ahora no se trata de trabajadores autónomos y deben ser controlados por ordenador y seguir caminos previamente definidos.
Algunos de estos robots son capaces de llevar de un lado a otro pequeñísimas cantidades de líquidos, por lo que se abren ante ellos oportunidades laborales en entornos médicos y laboratorios químicos donde la seguridad sea la prioridad.
Como puedes ver en el vídeo a continuación, el trabajo colaborativo de estos diminutos robots es increíble, y SRI afirma haber sido capaz de poner a trabajar a más de 1.000 de estas hormiguitas metálicas todas a una.
Lo curioso de esta iniciativa es que, aunque por ahora SRI puede construir estos robots de la forma tradicional, ya están planeando que sean ellos mismos los que se encarguen de ensamblar a futuras generaciones que serán cada vez más diminutas.
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