Meta tiene entre manos un nuevo modelo de inteligencia artificial multimodal que no verá la luz en territorio europeo
De acuerdo a Meta, el motivo es "la naturaleza impredecible del entorno normativo europeo".
La Unión Europea se está quedando atrás en lo que a inteligencia artificial se refiere. Quitando a la francesa Mistral y algunas startups locales, los grandes avances y modelos de IA llegan desde Estados Unidos y, en menor medida, China. Compañías como OpenAI, Anthropic, Google y Meta marcan el ritmo de esta tecnología y son las creadores de los grandes modelos como GPT, Gemini, LLaMA o Claude, modelos que o bien no llegan o bien llegan tarde a la Unión Europea debido a la regulación local. Fue el caso de Gemini, es el caso de Apple Intelligence y será el caso de la próxima IA multimodal de Meta.
IA multimodal. Cabe aclarar primero este concepto. Un modelo de inteligencia artificial multimodal es un modelo inspirado en nuestros propios sentidos. El ser humano ve, lee, oye y entiende, todo a la vez y en tiempo real. La IA multimodal es parecida. Es un modelo de IA que puede procesar e integrar datos en diferentes formatos, como texto, imágenes, audio y vídeo. Vimos un ejemplo muy claro en la presentación de GPT-4o y en el último Google I/O.
¿Qué ha pasado? Meta, desarrolladora de los modelos "open source" (entre comillas) LLaMA, ha confirmado que en los próximos meses va a lanzar un nuevo modelo de inteligencia artificial multimodal, pero no en la Unión Europea. Según un comunicado de la compañía del que se hacen eco desde Axios, el motivo es "la naturaleza impredecible del entorno normativo europeo". También lanzará otro modelo de generación de texto que sí estará disponible.
No es solo una cuestión de usuarios. El plan de Meta es integrar esta inteligencia artificial en diversos productos, desde los smartphones hasta en las gafas inteligentes Meta Ray-Ban, donde una tecnología como esta tiene muchísimo sentido. Sin embargo, los usuarios europeos no podrán usar estos modelos, ni siquiera siendo open source (de ahí las comillas de antes, Meta se reserva cierto poder para limitar el acceso). No solo no podrán los usuarios, sino que tampoco podrán acceder a ella empresas que quieran desarrollar productos y servicios con esta IA como base.
El problema de fondo. La Unión Europea lleva años batallando contra Meta por el uso de la información de los usuarios, sobre todo en materia de publicidad segmentada en Facebook e Instagram. La solución de Meta fue poner un muro de pago: o pagas por no ver anuncios y que no se use tu información con fines publicitarios, o lo contrario.
Cuando Meta habla de la "naturaleza impredecible del entorno normativo europeo" se refiere al RGPD, la DMA y todo lo relacionado con la recopilación de información, es decir, a la capacidad de utilizar datos de los usuarios europeos para entrenar sus modelos de inteligencia artificial sin incumplir el Reglamento General de Protección de Datos. Por no hablar de la AI Act.
El problema de fondo es que a un lado de la balanza está la privacidad de los usuarios y al otro los avances en inteligencia artificial. Encontrar el punto medio no es fácil y, de momento, la situación es tensa. La Unión Europea protege la privacidad a capa y espada y las empresas tecnológicas no van a lanzar un producto que incumpla el RGPD y le suponga una potencial multa multimillonaria, así que la solución más sencilla es dejar a los usuarios de la Unión Europea fuera y jugar la carta de "la UE se está quedando atrás", cosa que, por otro lado, es cierta.
Meta se defiende. Según expuso la compañía el pasado mes de mayo, Meta iba a usar las publicaciones públicas de Facebook e Instagram para entrenar sus modelos de IA generativa. De acuerdo a Meta, se enviaron 2.000 millones de notificaciones a los usuarios europeos para darles la oportunidad de revocar su consentimiento. ¿Por qué es necesaria esa información? Según Meta:
"Si no entrenamos nuestros modelos con el contenido público que los europeos comparten en nuestros servicios y en otros, como publicaciones o comentarios públicos, los modelos y las funciones de inteligencia artificial que estos impulsan no comprenderán con precisión los idiomas y culturas regionales importantes ni los temas de actualidad en las redes sociales. Creemos que los modelos de inteligencia artificial que no se basen en las ricas contribuciones culturales, sociales e históricas de Europa no serán de gran utilidad para los europeos".
Meta asegura que informó a los organismos reguladores europeos de esta iniciativa y que incorporó todo el feedback recibido. Sin embargo, tras anunciar sus planes en junio, la Unión Europea obligó a Meta a pausar el entrenamiento con datos europeos. De acuerdo a un representante de Meta al que citan en Axios, los reguladores europeos tardan mucho más en interpretar la ley existente que sus contrapartes en otras regiones". Es una referencia al Reino Unido, que tiene una ley similar al RGPD y donde Meta sí lanzará sus próximos modelos de IA multimodal.
La IA a dos velocidades. El problema derivado de las regulaciones europeas es que nos dirigimos hacia una IA que se moverá a dos velocidades. Tendremos una IA para la Unión Europea y una IA mucho mejor y capaz para el resto del mundo. Esto es algo que ya estamos experimentando.
Copilot para Windows 11, anunciado en septiembre de 2023, todavía no está disponible oficialmente en nuestras fronteras. Tampoco lo está Meta AI, el chatbot con IA de WhatsApp. Google Bard, ahora Gemini, tardó dos meses en llegar a la Unión Europea. La solución, en cualquier caso, no es sencilla: estamos hablando de equilibrar la protección ciudadana con la competitividad y la innovación.
Imagen de portada | Christian Lue, Flickr (Anthony Quintano)
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