Tokyo tiene un gran evento por delante de aquí a seis años. Efectivamente, unos juegos olímpicos. Además de tener que hacer un gran trabajo en infraestructuras, durante ese tiempo la capital de Japón recibirá un montón de viajeros de todo el mundo. Algo que para un país tan pequeño puede llegar a ser un problema.
Por eso, el gobierno del país nipón ha puesto en marcha una prueba piloto para agilizar los controles de inmigración en los aeropuertos, de momento, de Narita y Haneda para ver si un sistema de reconocimiento facial es capaz de ayudarles a reducir el tiempo de espera en las colas y ayudar a que la gente se mueva más rápido.
Automatizando el control de inmigración
La idea es introducir sistemas automáticos donde cada persona introduzca su pasaporte y posteriormente una cámara se encarga de identificarle. Suena bien pero queda por ver si la tecnología de reconocimiento facial es lo suficientemente buena como para diferenciar con certeza a un individuo de otro en un contexto donde la precisión debe ser impecable.
De momento el objetivo de Japón es fichar a 25.000 personas en este mes de prueba para comprobar cómo de eficaz es el sistema. Lo cierto es que ya hemos visto algoritmos que son muy buenos cotejando bases de datos y reconociendo gente con una eficacia mejor que la nuestra.
Sería interesante ver que sale adelante y más países deciden adoptarlo. Pasar estos controles en algunos países puede llegar a ser muy cansino por las largas colas que se forman. Al menos Japón tiene tiempo de aquí a 2020 para ir perfeccionando esta tecnología. Hablando de todo esto, resulta imposible no acordarse del brillante Papers, please.
Vía | FarEastGizmos
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