Bubble Bobble, Tekken 2, Pang, Street Fighter... solo oír estos nombres es suficiente para transportarnos a nuestra más tierna infancia y adolescencia, donde muchos de nosotros pasábamos nuestras mejores tardes en salones recreativos dejándonos la paga frente a esas grandes máquinas de colores brillantes. Estamos de suerte: las máquinas arcade han vuelto y cada vez es posible encontrar mayor variedad en formatos y precios.
Si estás pensando en comprar o regalar una, en esta guía de compra de máquinas arcade retro hacemos un análisis del estado del arte del mercado y entrevistamos a algunas de las personas que están detrás de las principales tiendas de nuestro país.
Las máquinas arcade retro están de moda. Buena prueba de ello ha sido la proliferación en los últimos tiempos de tiendas especializadas. Tras este comercio se encuentran auténticos fanáticos de las máquinas recreativas que han hecho de su pasión su trabajo.
Hemos hablado con Manuel Delgado de Bartop, Jose María Martínez Iniesta de Recreativas Retro, Juan José Oviés de Toad, José Luis Moreno de Rex Arcade y Moisés Valverde de Mi Arcade. Con el nexo común de su amor hacia este formato de gaming, cada uno de ellos ofrece alternativas diferentes. Y es que elegir una máquina arcade es todo un mundo.
Sobre hardware: ¿Raspberry Pi, otras tarjetas o un ordenador?
Si queremos hacernos con una máquina arcade recreativa hay varias posibilidades. Nuestra primera opción puede ser buscar una dentro del mercado de segunda mano para dar con una codiciada máquina arcade original, bien sea restaurada o lanzarnos a restaurarla nosotros mismos, si es que sabemos cómo hacerlo. Eso sí, en este caso solo podremos disfrutar de un juego.
Proyecto DIY realizado con el kit de bartop.es
Otra alternativa es hacerla nosotros mismos. Si disponemos del tiempo, materiales, herramientas y conocimientos necesarios, es una alternativa que nos permite personalizar al máximo nuestra máquina arcade retro DIY (que por cierto ya llevamos a cabo en Xataka), pero también podemos comprar el mueble y la electrónica y ensamblarlo. O más fácil todavía: comprar una máquina arcade retro completamente nueva y lista para usarse.
En todos los casos el hardware será uno de los puntos clave, que no el único. En esencia, las opciones del mercado se resumen en las placas arcade originales, tarjetas Raspberry Pi y alternativas similares como Pandora Box o decantarnos por montar un ordenador en su interior con procesador Intel o AMD. Preguntamos a los cinco expertos para que nos detallen las ventajas y características de cada una.
Pandora Box: sencilla, barata y cerrada
La solución más básica es lo que popularmente se conoce como Pandora Box. Moisés Valverde nos habla de esta solución: "Pandora Box es una placa Jamma multijuegos importada de China con unas características ideales para que un público amplio disfrute la máquina ya que su configuración es limitada y no accesible desde el panel de mandos. Es la alternativa óptima para una máquina que vaya a estar de cara al público"
Jose María Martínez prosigue detallándonos sobre su sencillez: "Es una placa similar a la de una tablet (procesador AllWinner), viene de China y trae unos 600 juegos. Su montaje es muy sencillo ya que solo tienes que cargarlo por cableado Jamma".
Moreno concluye: "Este mini ordenador ya está ensamblado y con todos sus contenidos configurados, no permitiendo la personalización. Viene listo para conectar los cableados correspondientes y empezar a funcionar sin ninguna configuración de contenidos lo cual será lo más práctico si no se nos da bien la informática o bien no queremos invertir tiempo en ello."
Raspberry Pi: versatilidad al mejor precio
No obstante, la Raspberry Pi es la auténtica reina de las nuevas máquinas arcade retro, tanto las que fabrican los usuarios como las que se comercializan. Estas son las principales razones de su popularidad:
Moisés Valverde nos explica lo que comercializan en Mi Arcade: "Ofrecemos 3 sistemas basados en Raspberry Pi con sistema operativo Raspbian y frontal de juegos Attract-mode con el Theme Robospin. Este modelo no es otra cosa que un ordenador de placa reducida (SBC) de origen británico y con posibilidad de almacenamiento de tarjetas SD de memoria con diferentes capacidades. En nuestro caso diferenciamos estos 3 sistemas en función de la capacidad de las tarjetas utilizadas. La principal ventaja de este sistema con respecto a la placa Jamma es la capacidad de personalización."
Manuel Delgado es tajante: "Nueve de cada diez clientes nuestros opta por Raspberry Pi con una tarjeta SD, descargan sus distribuciones e instalan las ROMs que les gustan. La Raspberry es lo más popular porque es más accesible y porque el montaje es más sencillo que con el resto de opciones. Por ejemplo si compras una tarjeta de máquinas recreativas antigua, encuentras más complicaciones de voltaje, cableado de alimentación, conexiones de los botones (es necesario una interfaz intermedia). Lo más cómodo es la Raspberry."
"La más vendida es la Raspberry Pi por su relación calidad precio y porque incluye una gran cantidad de juegos clásicos" Jose María Martínez Iniesta.
José Luis Moreno prosigue hablándonos sobre distribuciones orientadas al gaming: "Retropie y Recalbox son dos de los sistemas operativos más conocidos para usar la Raspberry Pi como máquina arcade. Son sencillos de configurar con un mínimo de conocimiento de informática, a través de internet podemos encontrar guías detalladas de todo para su instalación y configuración. Su mayor ventaja es la estabilidad al tratarse de un sistema operativo basado en Linux y permitirnos llegar a hacer funcionar de manera fluida gran cantidad de emuladores."
Juan José Ovies coincide: "Nosotros nos decantamos por Raspberry por coste y tamaño. Con una Raspberry Pi reduces el coste de la tecnología para invertir en otros aspectos como por ejemplo diseño, materiales o la fabricación artesanal, uno de nuestros factores diferenciales. Para emuladores de 70 y los 80, la Raspberry Pi es la solución ideal. No queremos emular Nintendo 64 ni PlayStation, como mucho nos quedamos en NeoGeo. Vamos al space invaders, Metal gear, Metal slug... "
" Es importante la comunidad que se aglutina en torno a Raspberry, que es muy activa y desarrolla un software muy abierto y actualizable. En nuestro caso empleamos la plataforma EmulationStation con 49 simuladores y una de sus ventajas es que permite navegar por internet para la descarga e instalación automática de juegos de una forma legal y gratuita. Nuestro software es tan estable que en nuestro escaparate hay una máquina que lleva desde noviembre de 2016 sin apagarse y ahi está." Juan José Oviés de Toad
PC: para los jugadores más exquisitos y expertos
Finalmente nos quedan las máquinas arcade retro con un ordenador en su interior, la solución más cara (una máquina clásica con este hardware ronda los 1.500 - 2.000 euros) pero también la más potente, flexible y con mayor capacidad. Eso sí, a costa de una configuración más avanzada. ¿Cuándo merece la pena apostar por una máquina arcade basada en un PC?
Como explica José Luis Moreno, se trata de un equipo a medida: "Este equipo se podrá personalizar con las especificaciones y potencia deseada. Como sistema operativo se suele utilizar Windows y como interfaz gráfica Mala, Maximus Arcade o HyperSpin, este último de los más utilizados y conocidos. Si el equipo es potente podremos jugar a juegos actuales a través de Steam o también integrar en la selección cualquier juego que hayamos adquirido y tengamos instalado en el PC, si así lo deseamos."
Juan José Oviés es claro sobre su superioridad frente a otras soluciones: "Con un ordenador puedes emular cualquier sistema, sobretodo gracias a la parametrización de emuladores. Así que si quieres la experiencia completa, lo mejor es el ordenador. Pero es para usuarios avanzados, sino resulta frustrante. El usuario en general no quiere estar horas programando y parametrizando cachés y librerías, quiere enchufar y jugar. No hace falta saber programarlo para disfrutarlo."
" El hardware en las máquinas recreativas no es tan importante, la clave es tener un buen emulador y los emuladores para Windows son más potentes, lo que permite que los juegos vayan algo más rápido, pero eso tiene un coste. Son los jugones más hardcore los que están dispuestos a pagar esa diferencia de dinero. Es para gente extrema que valora los milisegundos, pero la mayoría no lo necesita." Juan José Oviés, de Toad
Jose María Martínez detalla que desde un punto de vista cuantitativo y cualitativo, los PC ofrecen más volumen de juegos y títulos más modernos que el resto de soluciones: "Las máquinas con hardware de PC son para público especializado que busca juegos más modernos. Con un PC puedes jugar hasta a 22.000 juegos, todos los clásicos más los de las las placas arcade más modernas como Taito type X2 y Nesica x Live e incluso PSX. Además puedes elegir entre cualquiera de ellos con software como Attract-Mode o HyperSpin, una atractiva interfaz para acceder a nuestros emuladores y nuestra colección de ROMs. "
Manuel Delgado prosigue con esa idea y la enfrenta a las limitaciones de la Raspberry: "En un PC puedes meter cualquier emulador y mayor cantidad de juegos, instalando emuladores más modernos. Con la Raspberry como mucho llegamos a la Nintendo 64. Además, el disco duro del ordenador ofrece más espacio que la SD y permite usar software como HyperSpin."
También la conectividad se resiente enfrentando una Raspberry Pi frente a un PC, como han experimentado en sus propias carnes en Recreativas Retro: "hemos intentado usar un disco duro de 1TB en una Raspberry Pi y lo hemos logrado, pero que va lentísimo porque la Raspberry tiene USB 2.0."
Otro punto importante es la posibilidad de actualización. Mientras que las placas Jamma y las Raspberry Pi son miniordenadores completos con una potencia limitada, las máquinas arcade con base de ordenador soportan mejor el paso del tiempo al permitir sustituciones modulares. Ahora bien, el coste de una Raspberry Pi o de una placa Jamma ronda los 30 euros, por lo que la diferencia de precio entre montar una máquina arcade con PC y el resto de soluciones es notable.
Manuel Delgado concluye explicando que, a pesar de las ventajas del PC, la Raspberry sigue teniendo ventajas técnicas en su uso en máquinas arcade: "Para un emulador tampoco necesitas ni lo más potente ni la última tecnología. Sí, con una SD el espacio es limitado, pero en estos casos lo más cómodo es alternar entre varias tarjetas. Además la Raspberry Pi consume menos energía y no requiere una fuente de alimentación externa, ya que puedes usar el cargador del móvil. También es una cuestión de temperatura: si optamos por un ordenador, dentro del mueble tendremos el monitor, placa base, fuente de alimentación... componentes que concentran el calor."
Factor de forma: una alternativa para cada espacio y bolsillo
Aunque los más fans de las máquinas arcade anhelen los modelos auténticos, hacerse con una máquina con las dimensiones originales es la alternativa más cara y la más voluminosa.
Buscando optimizar el espacio disponible y ofrecer alternativas más asequibles, en el mercado encontramos opciones en forma de bartop, lowboy, joysticks... si bien cada fabricante busca diferenciarse del resto modificando estas opciones, no solo en cuanto a factor de forma, sino también incorporando elementos estéticos como luces, efectos o diseños. Por ejemplo, este proyecto de arcade de Castlevania de Recreativas Retro.
De hecho, las modificaciones son tan amplias que Jose Luis Moreno nos asegura que prácticamente todo es personalizable y que la clave está en saber para qué la queremos: para casa o para comercios, para decorar, para estar en un sitio fijo o con cierta portabilidad...
Jose María Martínez nos cuenta qué tipos de usuarios de máquinas arcade hay: "Hay 3 tipos de clientes, los que buscan algo económico como los mandos que se enchufan a la televisión. Otra opción intermedia en espacio y precio son las bartop y finalmente las máquinas arcade clásicas tal y como las recordamos."
"Para los más fans de los arcade clásicos hemos lanzado las "Candy", las arcade japonesas de los años 80, que eran blancas. Las originales eran de fibra pero nosotros las hacemos de madera. Las presentamos en el IFEMA y suelen gustar mucho a los más entendidos." Jose María Martínez de Reacreativas Retro
Manuel Delgado nos explica que las dimensiones originales no son aptas para todos los usuarios: "No es común que la gente pida una máquina arcade con las dimensiones de salones recreativos porque las quieren para su piso. De hecho, la principal razón para querer una máquina arcade con las dimensiones tradicionales es la nostalgia."
Juan José Oviés nos explica las razones para decantarse por una máquina arcade auténtica: "La nostalgia es una razón fundamental, pero no la única. Las máquinas arcade originales son también una experiencia física. Ergonómicamente las máquinas recreativas ofrecen un peso, ofrecen algo a lo que agarrarse. Pero muchos no quieren o no pueden tener una máquina grande y realizar esa inversión."
Moisés Valverde nos explica las diferencias entre la bartop y la lowboy: " La primera no es más que la parte superior de la segunda. Es decir, la bartop está formada por la pantalla y el mando de juegos, de forma que se puede poner sobre cualquier mueble o superficie, lo que la convierte en la opción ideal para espacios reducidos o para moverla de una habitación a otra si es necesario. "
En el caso de la lowboy encontramos distintas modificaciones en función del fabricante. Sirva como ejemplo los casos de Mi Arcade, que han partido de un mueble arcade preexistente al que le han aplicado una serie de modificaciones para mejorar la experiencia de usuario, o la de la empresa Bartop, que consiste en una bartop con un pedestal a medida que puedes retirar.
Finalmente nos encontramos la solución más compacta y asequible, los mandos con HDMI. En el mercado hay opciones como los Tiny de Recreativas Retro o los HDMI Arcade de Rex Arcade, que emulan la superficie de una máquina arcade y otras alternativas más rústicas y personales como los Time Machine de TOAD. Lo explica Juan José Oviés:
"La Time Machine es un mando construido en madera de forma artesanal. Hay otras opciones como la Time Traveller, que puedes guardarla en un maletin y llevarla a casa de unos amigos o a una casa rural."
José Luis Moreno coincide: "Aunque los modelos más grandes son muy atractivos, los modelos transportables tienen su público al poderlo llevar a cualquier parte siendo este de reducidas dimensiones y cómodo para jugar a dobles."
Qué pantalla elegir: la practicidad del LCD frente a la nostalgia del CRT
En los tiempos del 4K, los más puristas de la experiencia clásica arcade reivindican la pantalla de tubo original frente a otras pantallas mejores desde un punto de vista tecnológico, además de menos voluminosas, más ligeras e incluso más baratas. Y es que si queremos un monitor CRT (tubo de rayos catódicos) es muy probable que tengamos que acudir al mercado de segunda mano y buscar uno en buen estado.
Si compras una máquina arcade auténtica, disfrutarás del CRT, pero si no es así y te aventuras a comprar una máquina arcade o a montarla tú mismo, esto es lo que recomiendan los cinco expertos entrevistados:
José Luis Moreno nos explica que en restauraciones emplean el CRT para conservar el estado original de la máquina: "En estos casos nos gusta mantener su estado de origen. La desventaja es que al tratarse de segunda mano no podemos ofrecer la misma garantía. Además aumentan mucho el peso de la recreativa y no es recomendable que el cliente lo toque ante cualquier problema, ya que acumula gran tensión. En máquinas nuevas optamos por el LCD, más ligero y fácil de manipular."
"Una aspecto importante en las recreativas con monitores LED es aunque no se vean por defecto iguales que con un monitor CRT, es posible recrear la imagen original jugando con relaciones de aspecto, bezels y simular scanlines, entre otros efectos de imagen" José Luis Moreno de REX Arcade
Jose María Martínez apuesta por la practicidad en su trabajo y para aquellos que se lancen a fabricar su propia máquina: "Lo más cómodo y estándar para evitar problemas es el LCD. Cuando montas todo nuevo es más sencillo optar por un monitor moderno que uno de segunda mano, porque los ya CRT no se fabrican. Además los LCD son compatibles con todo. Un CRT no va a 60 Herzios, por lo que la configuración e instalación es más complicada ya que entre otras cosas es necesario configurar la gráfica para adaptarla. Una máquina arcade es un capricho caro y si optas por un modelo con pantalla, mejor tenerlo nuevo y adaptado a los nuevos tiempos, ya que los juegos nuevos no se ven bien en la CRT."
Manuel Delgado no lo tiene tan claro:
"Aunque la calidad de imagen es mejor con los LCD, me gustan más los monitores antiguos porque dan un efecto más realista de cómo eran las máquinas. Los nuevos no son lo mismo. Es una cuestión de halo, de nostalgia."
No obstante, ni en Mi Arcade ni en Bartop venden pantallas, restringiendo su labor a muebles, vinilos y mandos, dejando a un lado la electrónica.
Juan José Ovies apuesta por el LCD sin lugar a dudas: "Sí, con el CRT se puede lograr un efecto curvado, pero las pantallas de tubo tienen menor durabilidad, peor contraste, colores menos naturales. Yo me quedé miope por pasarme desde el 75 hasta el 86 pegado a un CRT. Lo retro está bien y hay que preservar lo antiguo, pero si el programador en su día si hubiera tenido a su alcance el LCD, lo habría aprovechado. No hacía las cosas con más definición porque los sprite eran los que había, no había más resolución de pantalla. No hace falta usar la máquina de vapor de Watts. Los LCD son más baratos, tienen mayor rango de color y al reproducir un juego sobre el LCD vemos lo que se programó pixel a pixel."
Dónde comprar máquinas arcade retro
Además de los comercios online genéricos como Amazon o eBay o los portales de compraventa de segunda mano, el boom de las máquinas arcade ha posibilitado que podamos encontrar un elevado número de tiendas especializadas. A continuación algunas de las más populares. No son todas las que son, pero sí que son todas las que están:
Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com
VER 32 Comentarios