Una regleta útil, que reduce el espacio que ocupan las de formato horizontal y que cuenta con muy buenas prestaciones
Uno puede pensar que al trabajar buscando ofertas se compre todo lo que encuentre. Y así es, en cierto modo —al final nosotros muchas veces caemos en las ofertas—. Pero lo interesante son aquellos productos que descubres, y que hasta entonces nunca hubieses pensado comprar. Y esto es algo que me pasó el año pasado, concretamente durante el Black Friday. No compré ni un móvil, ni un ordenador ni nada parecido. Mi compra fue una regleta.
Hace un año, mientras buscaba ofertas para sacar en Xataka, me topé con una regleta que había visto en alguna que otra ocasión, pero hasta ese mismo momento no le presté demasiada atención. Se trata de una regleta vertical —y no horizontal como solemos encontrar más a menudo—. Decidí comprarla por un motivo: para ahorrar espacio. Y al final me ha gustado por muchos motivos más.
Ocho tomas de corriente en una regleta muy compacta
Las regletas verticales tienen ciertas ventajas frente a las horizontales. Esto es algo que me quedó claro tras mi primera toma de contacto. No sólo permiten ahorrar algo de espacio, ya que por lo general tienen un formato de "torre", sino que además se ensucian mucho menos. La mayoría de modelos suelen contar con bastantes tomas de corriente, y algún que otro puerto USB (depende del modelo, será USB-A, USB-C o una combinación de ambos).
Concretamente, la regleta vertical que compré es la de la marca TESSAN, y lo hice por varios motivos. Necesitaba una regleta con muchas tomas de corriente porque tenía claro que iba a colocarla en el ordenador —entre el ordenador, los monitores, un WiFi mesh y otros dispositivos ocupan un total de siete tomas—. Y me daba cierto reparo tener tantas cosas conectadas, por lo que decidí comprar este modelo en concreto porque cuenta con protección a la sobretensión. Además, viene con una luz que indica si esta protección está funcionando o no.
La regleta funciona muy bien. Tiene dos tomas de corriente a cada lado (ocho en total) y tres puertos USB-A en la parte superior, junto al interruptor de encendido y apagado. Y cuenta con un cable de dos metros, aunque se puede elegir el que incluye un cable de hasta 10 metros.
Además, aunque esto es algo totalmente opcional, la regleta vertical la tengo conectada a un enchufe inteligente, concretamente al TP-Link Tapo P100 Mini. Lo utilizo principalmente para que se encienda automáticamente por la mañana y se apague por la noche, evitando así que se quede encendida toda la noche. Además, también me permite apagarlo cuando estoy de viaje o fuera de casa, porque no necesito estar conectado a la misma red WiFi para poder controlarlo.
Regleta vertical TESSAN (ocho tomas de corriente, tres puertos USB-C y cable de 2 metros)
Mi mejor compra no ha sido ni un móvil ni un ordenador —que también he llegado a comprar en este tipo de campañas de ofertas—, sino esta regleta. Es útil, tiene un buen tamaño y se ensucia muy poco. A estas alturas, después de un año utilizándola a diario, no volvería a las regletas verticales. De hecho, me ha gustado tanto que unos meses después compré otra unidad de la misma regleta; esta vez para colocarla detrás del televisor.
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