Nunca pensé que utilizar un monitor auxiliar en posición vertical fuese útil para trabajar. Es algo que mayoritariamente había visto en los setup de streamers, por lo que no me había planteado trasladarlo a mi espacio de trabajo. Por esta razón, hace unos días decidí quitarme esa idea y ver cómo es trabajar con uno de estos monitores, y lo cierto es que la experiencia me ha sorprendido muchísimo.
Monitores verticales: ventajas, desventajas y experiencias personales
"La comodidad para ver código era increíble"
Estos días he estado hablando con Claudio García Martorell, consultor tecnológico, acerca de su experiencia utilizando un monitor vertical. Una experiencia dedicada, sobre todo, en la realización de tareas de programación.
Cuando empecé a programar con Python algoritmos para Machine Learning, me costaba mucho acordarme de todos los datos, variables y declaraciones que arrastraba en los algoritmos, así que creí oportuno hacerme con un monitor vertical para poder ver más código, más estructura. Opté por uno ultra panorámico como era el Lenovo L29w-30.
Al principio me daba lo que buscaba, puesto que la comodidad para ver código era increíble, era muy cómodo trabajar así. Pero, con el tiempo, vi que un monitor vertical me servía más para revisar código que para desarrollar. Cuando las instrucciones eran muy largas (y en este caso lo eran), tener la mayoría de líneas partidas con un salto de carro es algo que no beneficia visual ni estéticamente a la hora de desarrollar; por contra, a la hora de revisar, cómo vas detectando 'patrones' y 'bloques', no resulta tan traumático.
Lenovo L29w-30
"A día de hoy no cambiaría a dos monitores horizontales"
También he podido hablar durante varios días con Carlos María Rodríguez (programador), y me ha ofrecido una perspectiva ligeramente diferente en su uso personal con un monitor en posición vertical.
Yo empecé a usar un monitor en vertical (Dell U2417H) básicamente por temas de espacio; quiero dos monitores, pero teniendo ambos en horizontal ocupan demasiado y no me caben en la mesa. Son monitores de unas 24 pulgadas, no son especialmente grandes, pero tengo también altavoces y no era factible. Resultó ser un acierto porque a día de hoy no cambiaría a dos monitores horizontales, habiéndolo probado también en otros escritorios más grandes.
Para mí el objetivo de tener un segundo monitor es que funcione auxiliarmente: no voy a usarlo para las mismas cosas que el principal. Éste lo prefiero horizontal para cosas como videojuegos o ver películas, y si bien hay algunas aplicaciones que creo que funcionan mejor en vertical, no es cómodo girar el monitor cada vez que cambio de uso. Pero para cosas como Spotify, aplicaciones de chat o documentos que tenga que consultar, el monitor vertical me permite tener varias abiertas a la vez. Puedo tener 2 o 3 ventanas a la vez, exactamente para lo que debería servir un monitor auxiliar.
Dell U2417H (segunda mano)
"Tiene muchas ventajas"
César Otero, editor de Mundo Xiaomi, me ha comentado una experiencia bastante positiva señalando algunas virtudes que tienen estos monitores verticales a la hora de realizar diversas tareas. Concretamente utiliza un monitor híbrido horizontal - vertical y ha comentado que "ya no podrás usar uno normal nunca más".
Con unos cuantos años ya encima, he pasado por todas las etapas de los monitores de ordenador, desde los antiguos con ese culo enorme imposible de caber en la típica mesa 90s de escritorio hasta los primeros LCD 4:3 y los posteriores panorámicos. Y tras muchos años trabajando desde un portátil, decidí probar una pantalla telescópica, capaz de rotar 90º a un lado para estar en modo Paisaje y en modo Vertical.
Desde hace un par de años uso un LG 24gn650-b de 24 pulgadas y lo suelo rotar en ocasiones por distintos motivos. Y tiene muchas ventajas, como por ejemplo navegar por Internet: la naturaleza de lectura en cascada y scrolling en vertical típico de una página web funciona mucho mejor en un monitor colocado en vertical, ya que te despliega un porcentaje enorme de la web y lo lees de forma más cómoda al aumentar la fuente.
En redes sociales igual, porque es como si las visualizaras a través del móvil. X, Instagram o TikTok se ven mejor. Y si haces un streaming, la comodidad es máxima porque puedes ver mejor tanto el vídeo como los comentarios de los espectadores/as. Editar documentos tipo Word, PDF o Pages y fotos gana también en comodidad. Y lo mejor es que Windows tiene su interfaz preparada para verse en vertical u horizontal, por lo que no te vas a pelear con el propio SO.
LG 24GN65R-B
El último gran uso que hago es para juegos retro tipo 'Shoot'em ups' o 'Matamarcianos' de esos de recreativa que usaban pantalla vertical en los arcades. Y en cuanto a desventajas, pues honestamente no he encontrado ninguna porque si tienes un monitor híbrido que rote, te basta con girarlo si uno de los modos no te viene bien para lo que estés haciendo.
"Usar mi segundo monitor en formato vertical me resulta comodísimo"
Carlos Castillo, coordinador del equipo gaming y tech e-commerce en Webedia, lleva un tiempo trabajando con un monitor vertical, y ante la propuesta de escribir este artículo se ha animado a comentar cuál ha sido su experiencia. Y lo cierto es que tiene bastantes cosas que contar:
Siempre he querido usar más de una pantalla en mi PC, pero por falta de espacio no podía hacerlo. Finalmente, hace unos años pude cambiar mi espacio de ocio y trabajo por otro más amplio y al fin acompañé a mi monitor principal por un segundo, situado a su derecha. Algo que me abrió un abanico de posibilidades en cuanto a productividad... pero que no me resultaba del todo cómodo. Me explico.
La mesa que uso para trabajar, jugar y más es muy larga pero poco profunda. Y esto, sumado a que no uso brazos para colgar los monitores, hace que ambas pantallas queden relativamente cerca de mis ojos por sus amplias peanas. Lo que llevado al tema del que hablamos, hace que ese segundo monitor de la derecha quedara también muy cerca y tuviese que girar demasiado el cuello hacia ese lado para cubrir su superficie.
Para solventar esto, al final lo que hacía era acumular la mayoría de ventanas de aplicaciones en un corto espacio de la pantalla (el más cercano al otro panel), desaprovechando el resto del segundo monitor. Hasta que, aprovechando que actualicé mi PC, decidí girar ese monitor auxiliar y ponerlo en vertical. Grandísima solución y un camino sólo de ida del que ya no voy a volver.
Usar mi segundo monitor en formato vertical me resulta comodísimo, al tenerlo a golpe de vista casi sin girar la cabeza. Además, ahora puedo aprovechar toda su superficie dividiendo en tres o en cuatro zonas las diferentes aplicaciones que uso en mi día a día: principalmente, ventanas con archivos, lista de tareas y chats como Slack o WhatsApp. Mientras que uso mi monitor principal, el que tengo delante, para el grueso del trabajo diario (también dividido en ventanas, aunque con otra distribución, claro).
La única pega que encuentro, en mi caso, es que se trata de dos modelos diferentes: el principal (ASUS ROG Strix) de 27 pulgadas y resolución 1440p; el auxiliar (AOC) de 24 pulgadas y resolución 1080p. En cuanto al tamaño, ninguna queja porque usar uno de 27 pulgadas en vertical se me haría algo grande. Sin embargo, sí que estaría bien esos 1440p en ese otro monitor, ya que se nota bastante el cambio de nitidez (sobre todo, en las letras) al pasar la vista de uno a otro.
AOC 24G2SPU
En cualquier caso, como digo, tras haber probado ambas opciones (dos en horizontal y uno horizontal más otro vertical), me quedo con la disposición actual. Al final, esto es algo muy personal y dependiendo del uso que demos a nuestro equipo nos sentiremos más o menos cómodos de un modo u otro. Pero en mi caso el cambio ha sido definitivamente a mejor.
Mi experiencia personal
Durante estos días he estado utilizando un monitor híbrido en posición vertical, y tengo sentimientos encontrados. Me ha sorprendido la versatilidad que tienen estos dispositivos a la hora de realizar diversas tareas, generalmente aquellas orientadas a la navegación por Internet y a la lectura de texto. Pero también me ha resultado algo incómodo de utilizar para otros fines, obligándome a hacer un mayor uso del monitor principal.
En mi día a día, utilizo dos monitores: el izquierdo es un BenQ ZOWIE XL2411K (24 pulgadas, Full HD) y el derecho es un ASUS TUF VG289Q (28 pulgadas, 4K). He probado los dos en posición vertical, pero como tengo la costumbre de utilizar el monitor derecho como monitor principal, he utilizado más tiempo el izquierdo como monitor vertical.
Teniendo en cuenta que este modelo, el de BenQ, tiene menos ángulos de visión, en algunos momentos la imagen se veía mal, sobre todo en la parte baja de la pantalla. No es que me haya impedido hacer mi trabajo habitual, pero sí que en algunos momentos me ha resultado molesto.
En el monitor vertical, he encontrado una buena utilidad a la hora de ahorrar espacio en el escritorio, pero sobre todo a la hora de leer, ya que este formato vertical permite visualizar mucha más información sin necesidad de hacer tanto scroll con el ratón, pero a cambio se pierde información horizontal.
No obstante, debido a que horizontalmente perdemos algo de información, en diversas páginas web, como MediaMarkt o Photopea, debemos reducir zoom si queremos tener una buena experiencia, reduciendo así también el zoom del navegador en el monitor principal. Lo malo es que en la primera (MediaMarkt) reducir el zoom significa que la letra será algo ilegible, mientras que en la segunda (Photopea) editar imágenes con un zoom muy reducido impide que se pueda hacer correctamente.
Pero no todo es negativo. Aunque he tenido que pasar algunas tareas al monitor principal, sí que encuentro útil tener un monitor auxiliar en posición vertical. Ya no sólo para no tener que hacer tanto scroll con el ratón, sino porque éste permite añadir dos ventanas sin perder demasiada información. En este caso, lo he utilizado para tener en la parte de arriba Slack y en la segunda una videollamada, por ejemplo.
BenQ ZOWIE XL2411K
En definitiva, un monitor vertical es útil en determinados casos. Debemos adaptar las tareas que queramos realizar y conocer qué se puede o qué no para tener la mejor experiencia. Es una forma diferente de trabajar, y puede costar bastante acostumbrarse. Pero hay ciertas ventajas que una vez las pruebas, cuesta volver atrás y seguir utilizando, en mi caso, dos monitores horizontales.
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Imágenes | Lenovo, Dell, LG, AOC, BenQ, MediaMarkt
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