No es ningún secreto que nuestra vida diaria depende, en mayor o menor medida, de una amplia variedad de tecnologías interconectadas que operan en una fabulosa sincronía. Cuando realizamos un pago en un comercio con un tarjeta de crédito, por ejemplo, los datos viajan hasta un servidor con información sobre la entidad bancaria en cuestión para aprobar o rechazar el mismo.
Ahora bien, estos sistemas también pueden presentar problemas. Si no que se lo digan DBS y Citibank, dos bancos de Singapur que sufrieron las consecuencias de un inesperado fallo y no consiguieron responder a tiempo como para evitar que una gran cantidad de clientes se vieran afectados. Todo habría comenzado con un ajuste incorrecto en un centro de datos local. Veamos.
Cuando los servidores dejan de funcionar
Según una sesión parlamentaria en la que se abordó lo sucedido, el episodio ocurrió el pasado 14 de octubre debido a un problema en el sistema de refrigeración de un centro de datos proporcionado por un proveedor externo a las mencionadas entidades bancarias. La temperatura se elevó a tal nivel que los servidores se apagaron automáticamente para evitar daños.
La causa del sobrecalentamiento de la infraestructura, de acuerdo a datos de Business Times, fue el envío de un parámetro incorrecto durante una actualización de rutina. EQUINIX, la firma propietaria de los centros de datos, dijo que un empleado de un contratista había cerrado por error unas válvulas pertenecientes a los depósitos de agua del sistema de control de temperatura.
Pese a identificar rápidamente el problema, los servidores afectados inicialmente no volvieron a estar en línea hasta tiempo después del episodio. A este desfavorable escenario se le sumó que tanto DBS y Citibank se encontraron con problemas adicionales para implementar correctamente su planes de recuperación ante incidentes exigidos por los organismos reguladores locales.
Tanto DBS como Citibank se encontraron con problemas de conectividad. La recuperación de los sistemas fue tan lenta que todos los sistemas de pagos volvieron a funcionar completamente en la madrugada del 15 de octubre, un día después. ¿La consecuencia? 810.000 intentos fallidos de acceder a las plataformas bancarias y 2,5 millones de transacciones no completadas.
Desde el Gobierno han responsabilizado a los bancos por no cumplir con las pautas para garantizar el funcionamiento de sistemas de pago que son considerados críticos. Por si esto fuera poco, han advertido que podrían imponer una multa a las entidades. Pese a que aseguran que el sistema bancario del país es “generalmente sólido” y han recomendado a los clientes no depender de un único sistema de pago.
Imágenes: naipo.de | Jordan Harrison
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