Dos amigos fans de los cómics, que no paran de comprar por error copias repetidas de tebeos que ya tienen, deciden ponerse manos a la obra y crear su propia herramienta de gestión de sus colecciones. Cinco años después, el resultado es Whakoom, una plataforma que, según datos suministrados por sus responsables, cuenta con 67.000 usuarios, con un crecimiento del 30 por ciento anual durante los últimos dos años y que combina utilidades de base de datos y de red social.
Whakoom ha conseguido en menos de un lustro convertirse en la plataforma de referencia para los fans y coleccionistas de cómics en España. Su carácter gratuito, su funcionamiento colaborativo, su facilidad de uso y sus funcionalidades inspirada en redes sociales, que permiten participar e interactuar a los usuarios han hecho que destaquen en un hobby en el que las herramientas de archivo disponibles solían ser poco más que rudimentarias bases de datos.
Whakoom tiene un funcionamiento sencillo: la función más básica permite al usuario que abre una cuenta ir añadiendo los cómics que posee a un archivo virtual, su "colección", elegiendo en la amplia base de datos la edición, ejemplar, etc. A partir de ahí, se van sumando funcionalidades: la herramienta te avisa de cuántos números te faltan y de cuándo sale a la venta un número nuevo de tu colección. Además, permite crear "playlists" personalizadas de cómics (por ejemplo, "clásicos", "lecturas decepcionantes") que permiten conocer nuevas obras u ordenarlas de manera más amplia o conocer los cómics más populares y mejor valorados entre tus contactos o en la comunidad de usuarios de Whakoom.
“Me llegué a comprar cinco veces el mismo cómic por equivocación”, cuenta Sergio Manzanera, CEO y socio fundador de Whakoom, que añade que las opciones de gestión de cómics que se encontró no le convencía y se propuso crear una él mismo.
Sergio Manzanera, socio fundador de Whakoom
Trece años de experiencia como informático y una idea bastante clara de qué quería conseguir hicieron el resto. Sergio cuenta que el diseño de Whakoom y su base de datos han sido desarrollados específicamente para el mundo del cómic, y destaca que han buscado que el proceso sea fácil y rápido, así como el concepto de colección. “es algo fundamental para cualquier lector de cómics”, añade. En materia de usabilidad, el referente han sido redes sociales como Facebook. De hecho, Whakoom tiene un componente de ellas.
Whakoom, cuenta Sergio Manzanera, incluye en la actualidad 800.000 fichas de cómics en unos 30 idiomas, aunque la inmensa mayoría de usuarios son hispanohablantes, y el 70% de ellos son españoles. La base de datos de cómics es colaborativa, y va creciendo gracias a la aportación de los propios usuarios, que pueden valorar cada cómic, realizar reseñas, e incluso crear “playlists” temáticas. Una gran evolución respecto a un entorno, el de los coleccionistas de cómics, habituado a lidiar con programas de software arcaico o engorrosas hojas de Excel.
Pese a ello, la plataforma mantiene niveles de spam y trolls sorprendentemente bajos. Sergio destaca la importante labor de los propios usuarios a la hora de reportar spam o errores en las fichas, y señala el duplicado de fichas como principal reto de Whakoom, aunque asegura que se ha reducido en un 70% durante los últimos años. La dificultad de indexar algunas series –“Spiderman tiene tanto publicado y de manera tan diversa que resulta muy complicado”, cuenta- es el otro gran problema al que se enfrentan.
Una startup en un sector nicho
Whakoom, con sede en Barcelona, cuenta en la actualidad con tres empleados a tiempo completo y un informático que cubre necesidades puntuales. El informático cuenta que la apuesta de dedicarse exclusivamente al proyecto supuso “ahorrar dinero antes de lanzarnos y estar bastante tiempo trabajando sin sueldo”. “Somos casi rentables, pero hay que tener mucha paciencia”, añade el CEO de Whakoom.
En la actualidad, existen varios servicios digitales de archivo de colecciones de cómics pero, además de estar centrados en cómic norteamericano, sus servicios son de pago, ya sea por compra o en forma de cuota. Whakoom, es un servicio gratuito, pero cuenta con características de pago que son su principal fuente de monetización. Un 4% de los usuarios de la plataforma se decantan por esta opción. Además, reciben ingresos a través de sistemas de afiliación, y han iniciado desde hace un par de meses un servicio de suscripción, Box, que permite a los suscriptores recibir las novedades de las editoriales participantes en su casa.
Manzanera señala que han apostado en Box pensando en aficionados que no tienen tiempo para visitar tiendas de cómics de manera habitual o que no disponen de una en su localidad. “Es una apuesta para crecer”, cuenta, y destaca que su idea es ir poco a poco sumando editoriales.
Además de tirar de ahorros, los fundadores de Whakoom han contado con una pequeña participación y dos créditos participativos, uno de los cuales han acabado de pagar recientemente.
“Entiendo que es más llamativo meter dinero en Wallapop que en Whakoom”, cuenta Sergio Manzanera, quien recuerda que Whakoom ha compartido espacio en sus inicios con otras startups como Glovo, y añade que el sector del cómic tiene muchas posibilidades en cuanto a creación de tecnologías. El CEO de Whakoom reflexiona además que “el mundo del cómic es un nicho, pero para nosotros, los aficionados, ese nicho supone la mitad de nuestra vida”.
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