Si alguien todavía dudaba del potencial de los pagos móviles y la posibilidad de acabar con el dinero en efectivo, tan sólo hay que mirar a China. A mediados de este año se implementó una prueba piloto para que los mendigos y vagabundos de las ciudades pudieran solicitar donaciones o limosnas a través de un código QR, sí, a través de pagos móviles vía WeChat Wallet o Alipay.
Se trata de una estrategia asombrosa que no dudamos que llegue a occidente algún día, claro, siempre y cuando los pagos móviles tengan la penetración que existe hoy día en China. Lo impresionante es como el dinero en efectivo empieza a desaparecer y cada vez es más extraño encontrar sitios donde lo aceptan. Conozcamos a detalle esto.
Una estrategia donde los consumidores se vuelven el producto
Vamos por partes. Este proyecto no es impulsado por el gobierno, sino por compañías tan poderosas como Alibaba y WeChat (Tencent), quienes se aliaron con diversas empresas para donar smartphones básicos a mendigos y vagabundos ubicados en aéreas turísticas. Con cada smartphone se incluye un código QR y un ID de billetera virtual, lo que servirá para recibir las donaciones vía las plataformas de pagos móviles, donaciones que a su vez se usarán por medio del smartphone para adquirir comida y otros artículos. Como vemos, ya no hay dinero físico en la ecuación.
Pero ojo, esto no es ninguna obra de caridad, sino una estrategia increíblemente bien planificada, ya que las personas que deseen donar sólo deberán escanear el código QR y listo, nos les costará un céntimo. Ok, pero entonces ¿de dónde sale el dinero para las donaciones? De las compañía, ya que ellas recibirán información de los donantes para enviarles publicidad directa a sus smartphones, publicidad que es vendida por los dueños de las plataformas de pagos móviles, es decir, WeChat y Alipay.
La prueba arrancó el pasado abril en Jinan, una ciudad en la provincia de Shandong, y recientemente se acaba de extender a 10 nuevas ciudades, incluida Beijing, donde se está haciendo común ver vagabundos con un código QR colgado del cuello, o gente en las aceras con letreros gigantes donde nos invitan a escanear dicho código.
Se trata de una plataforma que muchos consideran perfecta, ya que los ciudadanos donan sin dar un céntimo a cambio de publicidad. Los dueños de las plataformas venden la actividad de sus clientes a las compañías. Las compañías reciben las información a cambio de comprar publicidad que es enviada vía geolocalización y de acuerdo al perfil de cada usuario. Y por último, los vagabundos reciben dinero virtual que es apenas una diminuta parte de estas ganancias.
A pesar de que no existen datos oficiales de cuánto dinero se está llevando un vagabundo a través de los pagos móviles, las estimaciones nos hablan de entre 10 y 22 céntimos de dólar por escaneo, lo que se llega a traducir en hasta 650 dólares mensuales dependiendo de las horas que dedique cada persona a cazar escaneos en las calles. Es decir, un vagabundo puede recibir más que el salario mínimo actual de algunas ciudades chinas, por lo que estamos ante algo que podría cambiar la forma de percibir dinero para siempre.
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