Cuando antaño jugaba al buscaminas de Messenger Live con mis amigos y pensaba que aquello era el futuro, no imaginaba que unos cuantos años después iba a ser posible jugar en una calidad sobresaliente a casi cualquier juego, sin apenas latencia, en mi portátil (que de gaming tiene poco) y sin tener que tener los componentes más potentes del mercado. No imaginaba, ni por asomo, que la nube iba a llegar a estas cotas de potencia.
A estas alturas de la película servicios como Google Stadia, Microsoft Cloud Gaming o NVIDIA GeForce Now no nos resultan ajenos y extraños. Todos ellos han evolucionado bastante desde su lanzamiento, pero NVIDIA GeForce Now ha sido la que ha dado un paso más allá y ha lanzado una nueva suscripción, RTX 3080, que nos promete jugar en 1.440p a 120 FPS. Desde Xataka ya hemos tenido ocasión de probar esta apuesta de NVIDIA y esta ha sido nuestra experiencia.
Qué es RTX 3080 y en qué consiste
Antes de nada, hablemos de lo que ofrece esta nueva suscripción. Su precio es de 99,99 euros cada seis meses, es decir, 200 euros al año, y más adelante veremos qué tal su relación calidad/precio. Hasta la fecha, NVIDIA GeForce Now ofrecía streaming de videojuegos en FullHD a 60 FPS con RTX, pero con la nueva suscripción el servicio sube de nivel.
¿Cómo? Con los servidores RTX 3080, que incorporan GPUs basadas en la arquitectura Ampere y procesadores AMD Threadripper Pro llamados NVIDIA GeForce Now SuperPOD. Cada uno de estos ordenadores tienen una potencia de 39.200 TFLOPS, 11.477.760 núcleos CUDA y 8.690 núcleos de CPU. La firma promete unos 35 TFLOPS de potencia de GPU al usuario, así que estamos hablando de, más o menos, lo que ofrece una RTX 3090 en términos brutos.
Los nuevos superordenadores de NVIDIA nos permiten jugar a 1.440p y 120 FPS en PC, 1.440p o 1.600p (dependiendo del modelo) a 120 FPS en Mac, 4K HDR 60 FPS en SHIELD TV y 120 FPS en una selección de teléfonos Android compatibles. Esta “selección” es escasa, por el momento: Samsung Galaxy S20 FE 5G, Galaxy S21 5G, Galaxy S21+ 5G, Galaxy S21 Ultra 5G y Galaxy Note20 Ultra 5G. Vamos, la gama alta de Samsung. También se puede usar el trazado de rayos y DLSS.
Por otro lado, RTX 3080 nos permite acceder a Adaptative Sync. Si estáis dentro del PC gaming seguramente os resulte familiar esta tecnología, pero en caso negativo, he aquí un resumen. La sincronización adaptativa sirve para sincronizar la renderización del juego (en este caso en el servidor) con la tasa de refresco de nuestra pantalla.
Cuando NVIDIA Adaptative Sync está activada, el motor del juego renderiza los fotogramas de forma sincronizada con el proceso de codificación a 60 o 120 FPS. Esto se sincroniza con la tasa de refresco de la pantalla del cliente y los fotogramas llegan justo a tiempo, compensando las fluctuaciones de la red a través de un bucle de retroalimentación. Al mismo tiempo, la latencia se reduce al eliminar el tiempo de búfer de sincronización en el servidor y el cliente.
Finalmente, con RTX 3080 llega algo que hasta la fecha no estaba disponible (por algún motivo): la configuración de los gráficos in-game. Cuando lanzamos un juego en GeForce Now la plataforma nos pone una configuración gráfica recomendada, pero ahora podemos modificarla a placer y conservarla de cara a futuras sesiones.
Lo ideal para exprimir al máximo la experiencia con el servicio es tener una conexión mínima de 35 Mbps y recomendada de 70 Mbps. Si es cableada (vía Ethernet), mejor que mejor, pero con WiFi 6 o WiFi en la banda de 5 GHz debería ser más que suficiente. Nosotros hemos hecho las pruebas en un PC de sobremesa conectado vía Ethernet (fibra simétrica de 600 Mbps)
¿Y los juegos? ¿Están incluidos en el servicio, hay que comprarlos, cómo va eso? Hay que comprarlos, pero a diferencia de Google Stadia (que los compras y juegas en Google Stadia), en NVIDIA GeForce Now los compras en Steam, Epic Games, GOG, Ubisoft, etc. Los juegos son tuyos y, simplemente, los juegas en la nube de NVIDIA. Si algún día decides comprar un PC para jugar y deshacerte de la suscripción, los juegos estarán ahí esperándote para que los juegues en local.
¿De verdad esto está pasando en la nube?
Para probar el servicio hemos decidido echar mano a nuestra biblioteca de juegos personal. Los juegos que hemos probado son ‘Destiny 2’, ‘Control’, ‘Rise of the Tomb Raider’ y ‘Cyberpunk 2077’. El primero es un juego más competitivo y fluido; ‘Control’ ‘Tomb Raider’ y ‘Cyberpunk 2077’ son tres grandes exponentes del trazado de rayos.
Desgraciadamente, yo no tengo un monitor 1.440p. Mi monitor es un AOC Gaming 24G2U de 24 pulgadas con resolución FullHD a 144 Hz y con FreeSync, así que he jugado a todos los juegos en FullHD. Esto, en principio, tiene sus puntos positivos y negativos. Negativo: no puedo valorar el rendimiento del servicio en resolución 2K. Positivo: de acuerdo a Steam, el 67,11% de los usuarios (la mayoría) tiene un monitor FullHD y solo un 9,06% tiene un monitor 1.440p, por lo que la calidad visual que veremos hoy será a la que la mayoría de jugadores podrán acceder.
Dicho lo cual, hablemos del rendimiento. Todos los juegos han sido jugados en su configuración gráfica más exigente (“todo en ultra”, que se suele decir, y no la configuración recomendada por NVIDIA) con el trazado de rayos activado en el caso de estar disponible. Los vídeos que hay más abajo hablan por sí solos. La calidad de imagen en términos globales es muy buena, hasta el punto de que llegas a olvidarte de que estás jugando en la nube.
Es posible que aquellos con ojos más entrenados o usuarios exigentes noten los resultados de la compresión. Yo lo noto, sin duda, pero no me parece exagerado / tan desagradable como para que la experiencia jugable sea mala. Se puede apreciar en las zonas con bordes finos, como la mirilla de ‘Destiny 2’, y en algunos textos (sobre todo los de color rojo) que el detalle no está perfectamente definido y que hay cierto pixelado. También se aprecia en ciertas texturas, particularmente en las más lejanas, pero el rendimiento del servicio es excepcional.
Con el ordenador conectado por Ethernet, GeForce Now nos permite jugar en FullHD a unos 120 FPS sin problemas de ningún tipo ni caídas. Los vídeos están grabados a 60 FPS, pero yo he jugado a 120 FPS. Es más, hay juegos que en la máxima calidad se renderizaban a 180-200 FPS, como ‘Rise of the Tomb Raider’, pero el servicio limita los fotogramas que vemos a 120.
Tampoco he notado que la tasa de fotogramas caiga en momentos con muchas partículas o texturas en pantalla (aunque sí puede suceder que baje un poco la resolución). De la misma forma, tampoco he apreciado una latencia más alta de la cuenta, alrededor de 40 milisegundos (también se puede ver en el recuadro). Es una cifra muy buena para un servicio de este tipo. No es ideal para eSports (sobre todo si nos los tomamos muy en serio), pero para juegos como los que hemos probado es, sencillamente, correcta.
Jugar en GeForce Now es sensacional. Hay algunos momentos en los que podemos notar más que estamos jugando en streaming (particularmente, en los textos y cuando los fondos cambian rápidamente, por ejemplo, al final del clip de ‘Tomb Raider’), pero en líneas generales es complicado sacarle pega alguna al servicio.
No obstante, es importante destacar que el rendimiento dependerá de la conexión de red. No es lo mismo jugar con el ordenador conectado por cable que hacerlo por WiFi, así que, en última instancia, todo dependerá de nuestra velocidad de red.
Nosotros hemos probado el servicio también en el portátil (un Xiaomi Mi Air de 13,3 pulgadas) y en el móvil (un ASUS Zenfone 7 Pro), ambos conectados por WiFi, y no hemos notado ningún problema grave de rendimiento. Es más, la latencia en el móvil jugando con el mando de Xbox conectado por Bluetooth apenas se nota. Para muestra, un botón o, en este caso, un gameplay de ‘Control’ desde el móvil.
En cualquier caso, mi experiencia no tiene que ser necesariamente igual a la del resto de usuarios. Jugar mejor o peor desde el portátil o el móvil con WiFi dependerá de muchos factores, desde la calidad de la señal a la banda que estemos conectados y lo saturada que esté. A lo que quiero llegar es que eso de jugar desde cualquier sitio en cualquier momento suena muy bien pero, en última instancia, todo dependerá de la calidad y estabilidad de la red. Por eso lo mejor es usar una conexión cableada en la medida de lo posible.
Respecto al móvil, está bien poder jugar a juegos de PC en cualquier lado (insisto, dependerá de la red), pero la realidad es que la pantalla pequeña propia de los móviles no es ideal para este tipo de juegos. La legibilidad de los textos es escasa y el gameplay puede no ser el óptimo. ¿Se puede jugar? Se puede, y es una gozada hacerlo con el trazado de rayos activos, pero yo, personalmente, dejaría el móvil tranquilo y optaría por una tablet.
El futuro se acerca sin prisas, pero sin pausas
En resumidas cuentas, lo que NVIDIA ha conseguido es impresionante. Se nota que GeForce Now ha llegado a su madurez y que la compañía está volcada en que funcione. Me parece muy inteligente apostar por la resolución 2K y los 120 FPS en lugar del 4K a 60 FPS que prometía Stadia y que llegaron a medias. 2K a 120 FPS casa más con el estado actual del PC gaming y hay juegos que, normalmente, agradecen más las tasas de refresco elevadas que una mayor resolución.
El servicio funciona de forma muy transparente, sobre todo para el ojo menos entrenado. Si nos ponemos tiquismiquis podemos verle las costuras en algunas texturas, algunos textos y ciertos momentos muy concretos. Sin embargo, en términos globales funciona realmente bien y llega un momento en que, al menos yo, me olvido de que estoy jugando en streaming.
GeForce NOW RTX 3080 tiene un precio de 100 euros cada seis meses, es decir, 200 euros al año. ¿Merece la pena o es mejor comprar un ordenador gaming? La respuesta es “depende”. Depende de tus prioridades, de a qué vayas a jugar y de tu presupuesto, por supuesto. El rendimiento que conseguimos es sobresaliente, al nivel de un ordenador de gama alta, y ahí está el quid de la cuestión.
Una RTX 3080 Founders Edition costaba de lanzamiento 719 euros. Sumémosle el resto de componentes necesarios para tener un ordenador gaming en condiciones, más el monitor. Es posible que nuestro equipo llegue fácilmente a 1.500-2.000 euros. Poniéndonos en el caso más caro, 2.000 euros son diez años de GeForce Now RTX 3080 y nos evita tener que pelear contra el resto del mundo para conseguir una tarjeta gráfica de nueva generación a un precio que no sea desorbitado.
El problema que tiene GeForce Now es que los mil juegos que hay en su catálogo suenan muy bien, pero realmente no son tantos. El servicio se va actualizando poco a poco con nuevos juegos, por lo que la tendencia es alza, pero también cabe la posibilidad de que haya juegos que estén hoy y la semana que viene dejen de estar disponibles. La ventaja, no obstante, es que los juegos son nuestros, por lo que siempre podremos jugarlos en local si nuestro equipo lo permite.
Este producto ha sido cedido para la prueba por parte de NVIDIA. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
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