No ha nacido una estrella sino un constelación entera. Las startups españolas Typs, Loonfy y Devengo proponen que, a cambio de una tasa, los profesionales puedan cobrar fácilmente por día trabajado en vez de esperar a final de mes. Los desafíos a los que se enfrentan son enormes.
España es el tercer país de la UE con más trabajadores pobres después de Grecia y Rumanía y también el primero en tasa de temporalidad. Miles de familias admiten sondeo tras sondeo que les cuesta llegar a fin de mes.
Typs, Loonfy o Devengo han extraído sus propias conclusiones de todos estos números: creen que muchos trabajadores (y muy especialmente, los temporales) llegarían mejor a final de mes si les ofreciesen cobrar rápida y confidencialmente por día trabajado. Según ellas, debería bastar con solicitarlo con un clic y pagar una tasa mediante una aplicación móvil.
Ahora mismo, la ley garantiza el derecho a recibir un adelanto gratuitamente, pero los trámites son más largos y engorrosos y a los beneficiarios o les piden explicaciones sus jefes o se sienten obligados a dárselas para acceder a lo que es suyo. Además, pierden privacidad en un asunto tan sensible como las estrecheces financieras. A nadie le gusta parecer pobre.
Jaime Jiménez, CEO y cofundador de Typs, subraya que “en España el Estatuto de los Trabajadores permite cobrar por anticipado una nómina por el importe de los días trabajados”. De hecho, matiza, “es una práctica que afecta al 10% de la plantilla de media de las empresas medianas y grandes y al 30% en empresas de sectores con mucha temporalidad y baja cualificación como los bares y restaurantes, los hoteles o la gran distribución”.
Fernando Cabello-Astolfi, CEO y cofundador de Devengo, entiende que con los servicios de su startup “mucha gente reduciría o evitaría el coste de sus descubiertos en cuenta y el uso de los préstamos rápidos”. Las tasas que cobran empresas como la suya por acceder a los adelantos de las nóminas son mucho menores que los elevadísimos intereses de esos préstamos. También son inferiores a las penalizaciones que cargan algunas entidades financieras por los descubiertos.
Cobrar antes sin dar explicaciones o sin pagar intereses disparatados podría ayudar a muchos precarios. La mala noticia es que el origen de sus problemas no cambiaría: bajos salarios, inestabilidad insoportable y malas decisiones de gasto, inversión y endeudamiento. Estas últimas, todo hay que decirlo, muy condicionadas por la escasa educación financiera media de nuestro país y la opacidad con la que algunas entidades esconden las peores características de sus productos.
Typs, Loonfy o Devengo están ofreciendo sus servicios preferentemente a multinacionales con plantillas de alta rotación o a grandes entidades de trabajo temporal como Randstad, Adecco, Manpower o las españolas Eurofirms o Flexiplan (Grupo Eulen).
Jaime Jiménez, CEO y cofundador de Typs [en el centro de la imagen junto a su equipo y el cofundador Carlos Blanco] , reconoce que la media de trabajadores de sus empresas clientes ronda los 5.000 empleados, que la mayoría de ellas rebasa los 500 y que casi todas son multinacionales. Su intención es expandirse rápidamente con ellas allí donde operen después colaborar con éxito en el mercado español. ¿Pero qué es lo que les ofrecen exactamente?
Qué ofrecen
A la empresa, explica Jaime Jiménez, “le garantizamos que, a cambio de una tasa mensual y proporcional al número de trabajadores, nosotros adelantamos el pago a sus profesionales. Así, le ahorramos no solo los movimientos de caja, sino también los veinte minutos de media que invertiría su departamento de Recursos Humanos en gestionar el adelanto”.
En teoría, el riesgo que asume Typs es pequeño, porque la nómina que iba a pagar de todos modos la empresa actúa como garantía, porque es improbable que una gran corporación deje de abonar los salarios y porque le están ‘financiando’ a su cliente a menos de treinta días. En un entorno de tipos negativos en Europa, tampoco parece problemático que firmas como Typs aseguren que no cobran intereses.
Al trabajador, sigue Jiménez, “le ofrecemos el adelanto de parte de su nómina con absoluta confidencialidad, sin dar explicaciones a nadie, mediante una aplicación y accediendo a la liquidez siempre que quiera”. Le cobran, añade, “un euro de costes de transacción por cada 100 euros que le adelantemos”. Este euro lo puede subvencionar, como beneficio social, la empresa.
En general, el modelo que sigue Typs se parece al sus otros dos rivales directos en nuestro país. Enrique de Nova, CEO y cofundador de Loonfy, recuerda que en su startup existe una tasa fija para la empresa cliente y una comisión por adelanto que variará en función de que el trabajador quiera, por ejemplo, cobrar a una semana o a quince días.
Por su parte, Fernando Cabello-Astolfi, CEO y cofundador de Devengo, promete “un coste único de tres euros por anticipo con un primer anticipo gratis de hasta 100 euros y ninguna tasa para la empresa”. Eso sí, apunta, como esa tasa no existe, “le propondremos a la empresa que asuma el coste del anticipo a sus trabajadores”.
La vertiginosa aparición de startups como Typs, Loonfy o Devengo en España durante el último año se explica en parte por el éxito de la captación de fondos de otras parecidas, sobre todo, en Reino Unido y Estados Unidos. Así, en Reino Unido, Hastee ha recaudado más de 270 millones de dólares y Wagestream casi 80 millones, mientras que en Estados Unidos la firma Earnin ha atraído 190 millones, PayActiv más de 30 millones y DailyPay casi 23 millones de dólares.
La irrupción de actores de este tipo en Canadá (Instant Financial), Emiratos Arabes (FlexxPay) o España refleja un fenómeno cada vez más internacional y consolidado. Además, parece que los inversores miran con especial ambición el mercado europeo. Las dos principales fintechs británicas de este segmento no solo han recaudado más que sus rivales americanas, sino que lo han hecho en menos tiempo. Hastee se fundó en 2017 y Wagestream en 2018, mientras que PayActiv lleva operando desde 2011, Earnin desde 2012 y DailyPay desde 2015.
Dentro de la lucha por el sabroso mercado europeo, España parece llamada a convertirse en una de las presas más codiciadas. No solo hablamos de la cuarta economía de la eurozona y del país con más tasa de temporalidad, sino de un estado donde el salario se percibe exclusivamente a final de mes y no existe, como en Estados Unidos, un amplísimo colectivo que cobre a quince días. Sin embargo, dominar el mercado español y después el europeo no será fácil.
Enormes desafíos
Enrique de Nova (Loonfy) reconoce que no esperan “al menos al principio un uso masivo en un país donde siempre se ha cobrado a final de mes”. Es difícil saber si la fuerza de la costumbre podrá más que las estrecheces financieras de muchos hogares. Al mismo tiempo, queda por ver si serán muchos o pocos los que aceptarán de buen grado que les cobren, aunque sea una cantidad relativamente pequeña, por ejercer un derecho (recibir el adelanto de su nómina) que ahora es engorroso pero gratuito.
Tampoco parece obvio que las empresas grandes y medianas que menos invierten en sus trabajadores (las que se especializan en salarios bajos y alta rotación) vayan a estar dispuestas a subvencionarles total o parcialmente un beneficio que puede costarles, en total, millones de euros en todo el mundo.
De todos modos, eso es precisamente lo que ha empezado a suceder con marcas como Walmart en Estados Unidos. Además, según este estudio de la Universidad de Harvard, el uso frecuente de los servicios de adelanto de nóminas de PayActiv reduce la rotación de los empleados y, con ella, los costes añadidos para las empresas.
Otro escollo que deberán salvar con éxito las startups españolas será que la competencia en Europa se está moviendo muy rápido. Nuestro país no tardará en aparecer en su radar como objetivo prioritario. Las británicas Hastee y Wagestream han reunido ya una artillería de decenas de millones de euros, les llevan más de un año de ventaja y la concentración de capital y de sedes de multinacionales en Londres con potenciales clientes no se puede comparar con Madrid o Barcelona.
Además, existen dos claros riesgos regulatorios. Rafael Fernández Montalvo, socio del despacho Cremades & Calvo-Sotelo y ex magistrado del Tribunal Supremo, advierte sobre la posibilidad de que una empresa utilice Typs, Loonfy o Devengo para hacer pasar un contrato mercantil por uno laboral. Las comisiones del autónomo y los adelantos de la nómina, si los importes son parecidos, no serán fáciles de distinguir. Las startups correrían el riesgo de convertirse en un posible coladero de falsos autónomos.
El segundo riesgo regulatorio tiene que ver con que los servicios de adelanto de nóminas cobran tasas a los profesionales precarios por acceder a porciones de sus salarios. ¿Qué ocurriría si los reguladores las interpretasen como los intereses de un crédito encubierto que utiliza la nómina como garantía de pago?
Si eso ocurriera, las diferencias entre los adelantos y los préstamos rápidos se estrecharían y los adelantos dejarían de verse como un beneficio social. Hay que recordar que una de las ventajas de productos como Typs, Loonfy o Devengo es que, como explicaba el estudio de Harvard sobre PayActiv, pueden reducir la rotación de las plantillas. Para eso, los profesionales tienen que sentir se están beneficiando.
Además, los legisladores españoles podrían tomar nota y no serían los primeros. En California ya han empezado a debatir una norma que prohíbe adelantar más de la mitad de los salarios y cobrar más de 15 dólares mensuales en tasas a los trabajadores. No son buenas noticias para las startups.
Ver 32 comentarios