Si estás leyendo estas líneas, posiblemente ya estés al tanto los dos ataques terroristas que en las últimas horas han causado 13 muertos y multitud de heridos en Barcelona. Las cadenas de televisión han estado en directo desde que se tenía constancia del atentado y las redes sociales han sido (y siguen siendo en estos momentos) un hervidero de información.
Cada vez que ocurre un atentado como éste, tanto el papel de los medios como el de las propias redes sociales pasan a ser, en parte, el centro del debate. Comienzan a compartirse imágenes, a pasar de boca en boca rumores sin confirmar, algunos energúmenos dan rienda suelta a sus trolleos...En última instancia, ¿son las redes sociales un estercolero donde se refleja lo peor de nuestra condición en casos de atentados terroristas o son útiles?
El lado bueno de las redes: información directa y solidaridad
Información directa de las cuentas oficiales
Informarse durante los primeros momentos tras un atentado puede ser una tarea muy difícil: informaciones contradictorias, rumores sin confirmar, supuestos "ataques" adicionales que no resultan ser tal pero que se propagan como la espuma por confusión o incluso a propósito por gente sin dos dedos de frente... Ante tal caos, ¿qué mejor fuente de información que las propias autoridades?
Las redes sociales nos proporcionan precisamente eso: acceso directo a las comunicaciones de la Policía y otras autoridades. Éstas no sólo incluyen información relevante para la gente que vive un ataque a distancia, sino también, y más importante aún, para los que se ven inmersos de lleno en el suceso. Y es información confirmada y contrastada.
Durante los atentados de Barcelona, @mossos, la cuenta oficial en Twitter de los Mossos d'Esquadra, se convirtió en la mejor fuente a seguir. Además de ofrecer información puntual sobre lo que estaba pasando e información de utilidad para los afectados directa o indirectamente, se vieron obligados a desmentir algunas noticias falsas que estaban difundiendo todos los medios.
Los Mossos no fueron los únicos en informar a la población. La cuenta de @Policia también estuvo twitteando teléfonos de interés y consejos para todos los que estuvieran en la ciudad, @TMBinfo utilizó dicha red para difundir las modificaciones en el transporte público y @donarsang agradecía a los numerosos donantes de sangre que se habían prestado a colaborar, pero explicaba que de momento ya tenían sangre suficiente aunque añadían que las donaciones serían clave para mantener las reservas durante los próximos días.
Todo ello en directo, en tiempo real y desde la fuente hasta los ciudadanos sin pasar por ningún intermediario.
"Estoy bien": comunicación directa con los familiares
"Si os encontráis bien, comunicaos vía redes sociales para evitar colapsar las líneas telefónicas". Esto pedían @emergenciescat y @emergenciasCREM poco después de que saltara la noticia, acompañando además el mensaje (un tweet, por cierto) con la imagen que podéis ver sobre estas líneas.
La petición tiene todo el sentido del mundo: en estos casos de aglomeraciones de gente en la que gran parte de ellos deciden utilizar el teléfono al mismo tiempo, lo más habitual es que las líneas telefónicas se saturen. Utilizar las redes para dar a conocer a tus series queridos que estás bien evita que se produzcan llamadas continuamente, y si puedes hacerlo desde una conexión Wifi pues todavía mejor ya que ayudas a que las conexiones móviles no se saturen.
En este sentido, y aunque suele recibir críticas por su implementación, la comprobación de seguridad de Facebook puede ser una herramienta muy útil siempre que se use con cabeza y no para llamar la atención: con un simple click puedes explicar a tus contactos que te encuentras bien.
La solidaridad no falta
Si de algo debemos sentirnos orgullosos es de la respuesta que el mundo entero suele dar ante un ataque como éste: de los mensajes de apoyo que llegan desde todos los rincones del planeta a las sinceras ofertas para ayudar a los afectados. Ayer os contábamos cómo precisamente la gente estaba usando la comprobación de seguridad de Facebook para ofrecer todo tipo de ayuda: comida, alojamiento, servicios de traducción para los extranjeros afectados y un largo etcétera.
Mientras escribo estas líneas, en la comprobación de seguridad de Facebook existen 36 peticiones de ayuda (todas con centenares de comentarios ofreciéndola), y más de 6883 personas que ofrecen ayuda de algún tipo. Y siguen aumentando continuamente.
Tanto empresas como individuos a título personal recurrieron también a las redes sociales para anunciar su disposición de ayudar. Los taxistas, Cabify y MyTaxi se ofrecieron a transportar a la gente de manera gratuita. Desde @turismecat, la Agencia Catalana de Turismo, ofrecen además ayuda a los afectados que no puedan llegar a sus hoteles dentro de la zona acordonada.
El lado malo de las redes: desinformación, discusiones y vídeos, demasiados vídeos
Llamamiento masivo de las autoridades: "no publiquéis información ni fotos"
"La Policía está trabajando, NO difundas imágenes que puedan entorpecer su labor ni ubicaciones de controles policiales". Este mensaje, publicado ayer por @Policia, fue uno de los más repetidos por todas las cuentas de las autoridades y por los propios twitteros, que veían con desesperación cómo la primera reacción de algunos ciudadanos anónimos era retransmitir minuto a minuto hacia dónde se dirigían los agentes de la policía o cómo se mostraban una y otra vez las imágenes de los heridos y fallecidos. Y no sólo en redes sociales: muchas cadenas de televisión cogían estas imágenes y las difundían sin parar.
La petición de la Policía tiene todo el sentido del mundo por varios motivos, y especialmente dos. El primero, el que ellos mismos explican: si hay algún terrorista huido, como es el caso, puede darle pistas y ayudarle a escapar. De hecho, esta petición es una de las más repetidas siempre que se produce un atentado de este tipo. Uno de los supervivientes del ataque en Francia de 2015 llegó a demandar a las cadenas de televisión por desvelar, en plena operación policial y para todos los espectadores, que él se encontraba escondido en la fábrica.
El segundo motivo es igual de importante: hay gente herida y fallecida, por respecto hacia ellos y a sus propios familiares, toda la comunicación relacionada con víctimas y heridos debe estar controlada por las autoridades. Respeto, simple y llanamente.
A pesar de los numerosos llamamientos, las redes sociales no tardaron en inundarse de vídeos de gente paseando entre los fallecidos, de fotografías de los heridos siendo atendidos por los servicios de emergencia y un largo etcétera. Algunos de esos vídeos no estuvieron demasiado tiempo online (sospecho que aquí Twitter actuó de oficio o tras recibir múltiples reportes), pero ya sabemos que, una vez se sube algo a Internet, es imposible borrarlo: actualmente siguen difundiéndose por numerosas páginas, redes sociales e incluso medios de comunicación.
Desinformación
Como es habitual cada vez que surge un ataque de estas características, durante los primeros momentos (y no tan primeros), existe una tremenda confusión. Nadie sabe qué está pasando, cuánta gente está afectada, si el ataque ya se ha terminado... Y a esta confusión no ayudan las redes sociales, que incluso pueden llegar a crear alarmas innecesarias.
Puede ser de manera intencionada (sí, hay gente así de ******) o de manera inintencionada simplemente queriendo ayudar (por ejemplo, alguien que cree escuchar algo, alguien que lee un bulo y se lo cree y trata de advertir al resto), pero lo cierto es que es habitual escuchar rumores no confirmados que se propagan como la espuma. Y que incluso, en algunas ocasiones, dan el salto a los medios de comunicación, haciendo una "bola" todavía más grande.
Las autoridades recomiendan no difundir información sin confirmar e informarse directamente desde los perfiles que comentábamos anteriormente. Algunos, sin embargo, siguen difundiendo bulos. Por ejemplo, durante el atentado de Barcelona los Mossos tuvieron que salir al paso de numerosos rumores en su perfil oficial. No, nadie se atrincheró en un bar, como repitieron los medios una y otra vez. No, tampoco hubo un operativo especial en Reus.
Las discusiones y los trolls que no vienen a cuento
Que si la información que dan los Mossos está en catalán, español e inglés; que si el papel del independentismo; que si la gente no deja de incordiar compartiendo fotos de gatitos; que si... Elija su polémica gratuita, y casi seguro que durante el atentado de ayer hubo gente en redes sociales sembrando polémica por una u otra causa.
En ocasiones parecemos estar más ocupados discutiendo o intentando quedar por encima de otros en cualquier tema, que perdemos la referencia de lo que verdaderamente importa. Dejemos las discusiones para otro día, unámonos frente al terrorismo y centrémonos en proporcionar información de utilidad y ayuda a los afectados y a sus familias.
Lo que está claro: algo ha cambiado
Lo que está claro, a la vista de todos estos puntos, es que en los últimos años algo ha cambiado. Las redes sociales nos han dado voz a todos los que estamos en ellas y los teléfonos móviles que todos llevamos en el bolsillo se han convertido en herramientas muy poderosas listas para capturar cualquier imagen en cualquier momento. Voz a imágenes que podemos usar para una u otra cosa, y con las que podemos ayudar o entorpecer durante sucesos como éste.
Por desgracia, el de Barcelona no será el último atentado ni tampoco será la última vez en la que vuelva a surgir el debate de las redes sociales y su papel (y el nuestro, como usuarios) durante un ataque terrorista. Las autoridades están haciendo un esfuerzo por concienciar a la población de cómo utilizarlas en estos casos, pero en nuestra mano está el usarlas como lo que verdaderamente podrían llegar a ser: una gran herramienta al servicio de todos en casos peligrosos y donde la información, pero la información de verdad, es primordial.
Imagen | Rodrigo Paredes (modificada) En Magnet | Medios y usuarios de redes deberíamos estar avergonzados del tratamiento del atentado de Barcelona
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