Hace exactamente cinco años, el panorama del vídeo bajo demanda en España era muy distinto al actual. Teníamos a Wuaki.TV, que ya había sido comprada por Rakuten y que hoy sobrevive, con un enfoque más orientado al alquiler de contenidos, como Rakuten TV. También a Yomvi, de Canal+ primero y Movistar después, pero únicamente disponible para clientes de estas plataformas; o a Filmin, centrado en cine de autor. El resto de alternativas para ver películas o series online pasaba por contratar tarifas convergentes que incluyesen televisión de pago, o alquilarlas.
Hoy, el panorama es muy distinto. Tenemos Netflix, HBO, Disney+, Prime Video, Apple TV+, Rakuten TV, Movistar+ Lite, Filmin, Sky, Starz... Las plataformas han conquistado salones y smartphones, y muchas de ellas, especialmente las más grandes, buscan su diferenciación no únicamente por su tecnología y por la experiencia de sus aplicaciones, sino por ofrecer contenidos diferenciales. Todas quieren que la próxima serie de éxito, la que desata fenómenos de masas, sea la suya. La guerra del streaming se libra extendiendo cheques. Y eso es bien caro. Es el mercado, amigo.
Una carrera que va por 17.000 millones de dólares al año
La tendencia de apostar cada vez más por el contenido original lleva un tiempo consolidándose para, como decíamos, esas grandes plataformas. Netflix, por ejemplo, hace unos años tenía un bajo porcentaje de contenido propio, quedando el resto de su catálogo en manos de los títulos cuyos derechos se habían comprado a un tercero. Por cada temporada de 'Orange is the New Black', había mucha película ajena. En 2016, Netflix hizo una declaración de intenciones anunciando que quería que al menos el 50% de su catálogo fuese contenido propio.
2019 y 2020 han sido los años de la gran explosión de plataformas nacidas específicamente para el vídeo en streaming
Por aquel entonces, Netflix ya estaba invirtiendo 5.000 millones de dólares al año en sus propios contenidos. Para este 2020, la previsión es de unos 17.300 millones de dólares. Cantidades que no han dejado de subir. Amazon tampoco se está tomando a la ligera su Prime Video, que de los tímidos 1.000 millones de dólares en 2013 ha llegado a los 6.000 presupuestados para 2020. Mucho en juego y mucho dinero sobre la mesa. Incluso provocando pérdidas que se espera poder compensar el día de mañana.
Con el paso de los años han llegado nuevos actores, como Apple TV+, que empezó con 1.000 millones de dólares al año para producir contenidos como 'The Morning Show' y ya va por 6.000. O por supuesto, Disney+, que planea invertir 1.000 millones en 2020 específicamente en su nueva plataforma online. En la lista también encontramos a plataformas con, todavía, una participación menor, como YouTube Premium (antes YouTube Red) o Facebook Watch.
En esta gráfica hemos recopilado las cantidades invertidas cada año por las grandes plataformas de vídeo en streaming desde 2013 hasta lo presupuestado en este 2020. Dos matices: por un lado, hemos tomado los datos únicamente de plataformas que solo emiten online, descartando las que tienen contenidos que vienen de la TV por cable. Por otro, en las plataformas cuyos datos para este año aún no han sido publicados repetimos el valor obtenido en 2019, con los datos de Variety y Observer, así como con los datos proporcionados por Telefónica para el caso de Movistar+, única plataforma española de esta lista.
Las cifras son mareantes. Para ponerlas en contexto: lo que Netflix invertirá este año en sus producciones originales (17.300 millones de dólares) está cerca del valor total de una empresa como Telefónica en el momento de escribir estas líneas (23.500 millones de dólares). Y precisamente Netflix está lejos de ser rentable con inversiones de este nivel.
Y por si fuera poco, el vídeo bajo demanda es el único producto que ofrece Netflix, al contrario que otras plataformas como Prime Video, Apple TV+ o Disney+, que son una pata más de los ecosistemas que ofrecen sus propietarias, Amazon, Apple y Disney. En este último caso, Disney tiene experiencia en rentabilizar sus contenidos de muchas formas distintas: los personajes que crea para sus películas son filones de merchandising o imanes para sus cruceros y parques temáticos. El de Disney es un modelo de negocio que guarda similitudes con los de cebo y anzuelo.
Disney+ ya está aquí: pruébalo gratis durante 7 días. Después, 6,99 euros al mes o 69,99 euros la suscripción anual.
Ver 8 comentarios