El género de los superhéroes se ha vuelto tan prolífico que ya hasta se encuentran dominando el terreno de las series. Hasta subramas del mismo, como podría ser el cruce de superpoderes y adolescencia/jóvenes adultos, se están volviendo fenómenos muy extendidos, con ejemplos como 'Ms. Marvel' o 'Titanes' a la cabeza (incluso podríamos incluir a 'Stranger Things' en la terna por el personaje de Once).
Antes de volverse terreno tan sobado que se ha vuelto lugar común, había series con superhéroes juveniles realmente frescas y que exploraban el terreno inexplorado en el que se encontraban. Una de las más destacadas fue, sin duda, 'Misfits', una serie británica emitida por Channel 4 en su país natal que desde ya se puede disfrutar en streaming a través de HBO Max.
La serie sigue a un grupo de cinco jóvenes destinados a un centro de Servicios Sociales para realizar trabajos comunitarios, a los que se ven obligados tras cometer delitos de diferente índole. Un buen día se desata una extraña tormenta en la ciudad, y tras ser sacudidos por un rayo terminan adquiriendo una serie de poderes especiales, en parte ligados a sus diferentes personalidades. La serie va explorando cómo van aprendiendo a controlas estos inesperados poderes, mientras descubren que hay misterios sucediendo a su alrededor que deberán desentrañar.
En las primeras temporadas podíamos seguir las vicisitudes de estos jóvenes con habilidades, entre los cuales veíamos a actores que luego tendrían carrera en otras series de importancia como Iwan Rheon ('Juego de Tronos') o Robert Sheehan ('The Umbrella Academy'). Conforme se fue prolongando fue cambiando el reparto y las dinámicas del grupo de héroes, y la serie fue resintiéndose en parte por ello. Pero en sus mejores momentos tenía una frescura y un carisma punk que muy pocas series de palo similar han podido igualar.
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