Tras un fugaz paso por salas hace cosa de un año y medio, esta redonda película francesa llega ahora a Prime Video sin demasiado bombo, pero créenos: si buscas un entretenimiento fulminante, oscuro y claustrofóbico, 'El tubo' es para ti. Una película que con poquísimos elementos y haciendo uso de un suspense magnífico y unos medios muy reducidos hace una propuesta que deja el mejor sabor de boca posible.
Aquí tendremos un punto de partida que nos resultará familiar de películas como 'Cube': alguien está encerrado en una estructura artificial, no sabe cómo ha llegado hasta allí, pero sí que le conviene salir lo antes posible. Está claro por qué: el tubo por el que tiene que arrastrarse para buscar la salida está lleno de trampas, peligros, e incluso monstruos que quieren atraparla. Y por si eso no fuera todo, un brazalete que lleva puesto indica una ominosa cuenta atrás.
Obviamente, cuando menos desvelemos de la trama de la película, mejor, pero sí se pueden adelantar unos leves elementos de ciencia ficción y fantasía que confluyen en un tramo final que sin duda es lo peor del conjunto. Pero hasta llegar a esos 15 minutos que quizás no estén a la vibrante altura de lo que los antecede, hay una espléndida (y sangrienta) aventura de trampas, cuchillas, lanzallamas, heridas autoinflingidas, piscinas letales, sangre, sudor y lágrimas que conecta también con otro clásico de la tortura audiovisual: la saga 'Saw'.
El conjunto viene con sello francés, escrito y dirigido por Mathieu Turi y protagonizado por una aguerrida Gaia Weiss. Todo acaba siendo como una especie de adaptación de un videojuego inexistente, ya que el desarrollo de la película sigue la lógica de un juego de acción y puzles: la sucesión de los niveles, el guiño a los Game Over, las ideas para orientarse en un laberinto... toda una sorpresa ingeniosa, modesta y rotunda.
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