De un vistazo superficial, puede dar la impresión de que todas las plataformas de streaming tienen medios comparables. La conversación de los últimos meses, de hecho, la han acaparado dos producciones que han destacado por su lujo visual y por sus sonoros presupuestos: 'El Señor de los Anillos: Los Anillos de Poder' y 'Juego de Tronos - La Casa del Dragón'. Ninguna de las dos era de Netflix.
Sin embargo, la principal plataforma de vídeo por demanda, Netflix, solo tiene que asomar la patita para dejar claro quién manda en términos de inversión y medios. Es lo que ha hecho en un día en el que ha invitado a prensa, creadores y autoridades a sus platós de Tres Cantos para celebrar la segunda fase de su centro de producción, que pasa, tres años después de su apertura, de 5 a 10 platós e inaugura instalaciones de postproducción. Ha presumido de tecnología punta, producciones españolas e internacionales que se están rodando aquí mismo y planes para seguir creciendo e invirtiendo en talento nacional.
Unos estudios impresionantes
La visita ha empezado con un paseo por los platós de tres series de Netflix, dos de ellas aún sin estrenar y de las que poco se sabe aún. Por una parte, hemos deambulado por varios icónicos escenarios de 'Élite', de la que se verá próximamente su séptima temporada. Discotecas, dormitorios y aulas fielmente construidos en platós que, por primera vez, se alojan en conjunto en una sola localización, y no como hasta ahora, donde los abundantes decorados se dividían por distintas localidades de la Comunidad de Madrid.
Las otras dos series cuyos platós hemos visitado han sido, por una parte, el de 'Kaos', una comedia satírica protagonizada por Jeff Goldblum en la que los dioses de la mitología griega se personifican en la actualidad. Su productor ejecutivo, Chris Fry, ha mencionado que Madrid es uno solo de los abundantes localizaciones españolas donde se está rodando la serie (a ella se suman Málaga, Sevilla, Barcelona, Sitges, Valencia, Ibiza y un largo etcétera), y ha adelantado los motivos por los que España es nuclear para Netflix.
Finalmente, hemos entrado en los espectaculares platós de 'La sociedad de la nieve', la película que J.A. Bayona está rodando acerca del accidente de aviación en los Andes que en 1972 obligó a un grupo de personas a llegar al límite para sobrevivir. Hemos visto un fragmento de un avión especialmente equipado con unos motores hidráulicos, lo que le permitía sacudirse violentamente para rodar el accidente. Es solo parte de los cinco que se han empleado en muy diversas condiciones: desde uno en Sierra Nevada a 4.000 metros de altura a otro en un olivar andaluz con nieve artificial.
Son solo parte de los diez platós con los que cuenta Netflix en Tres Cantos: 22.000 metros cuadrados de estudios muy versátiles y equipados con la tecnología más moderna, tecnología que ha tomado el protagonismo absoluto en la parte más interesante de la visita: las salas de edición y postproducción. Un total de 30 salas que incluyen 3 de sonorización, una de dailies y una sala de color. Pero eso no es lo más espectacular.
Posiblemente donde más se ha notado el poderío tecnológico de Netflix no ha sido en los inmensos platós con discotecas completas en su interior, sino en los mencionados estudios de postproducción: según nos han contado, no hay ordenadores en la treintena de estancias, sino que el material que hay que editar y sonorizar se sube a una nube privada a la que tienen acceso los profesionales que trabajan para Netflix, y desde donde se puede trabajar con el material sin compresión y de forma inmediata. En las salas de Tres Cantos solo hay monitores y pequeños equipos informáticos para conectar en remoto.
Más que en las monstruosas instalaciones de hormigón y paredes falsas, es en estos aspectos donde Netflix deja notar que va a la vanguardia de la producción. Marea pensar en la cantidad de datos que tendrá que poder gestionar esa nube debido al peso que habitualmente tienen los archivos audiovisuales sin comprimir, pero de este modo algo que se rueda puede pasar directamente al editor, que está en su casa, en otro país o allí en las salas de Netflix. Un fenomenal despliegue técnico que se ve reforzado, tal y como nos han contado, por el compromiso de Netflix por formar profesionales. Hace unas semanas, por ejemplo, celebraron un summit de postproducción con talleres y cursos al que acudieron 300 personas.
Por qué España
Está claro el compromiso de Netflix con las ficciones producidas en España. La presencia en el evento del Ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, y la secretaria de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales, María González Veracruz, dejan claro que se trata de un intercambio en dos direcciones: Netflix refuerza la producción de cine y series hechas aquí, da trabajo a 10.000 personas hasta la fecha, y a cambio, y como se ha mencionado en más de una ocasión durante la jornada, se beneficia de unos importantes beneficios fiscales.
Ese es uno de los aspectos positivos que Chris Fry, productor de 'Kaos', ha mencionado con toda franqueza como esencial para trasladar la producción de una serie internacional a España. El otro es la altísima calidad de los técnicos de aquí, que tienen renombre internacional: de los diseñadores y constructores de escenarios a los expertos en postproducción y efectos especiales, el talento de los profesionales españoles resulta indiscutible.
La cita de hoy se ha cerrado con la presencia de algunos de los creadores más relevantes de la plataforma en España: Oriol Paulo ('El inocente'), Álex Pina ('La casa de papel') y Esther Martínez Lobato ('Berlín'), Carlos Montero ('Élite'), Laura Sarmiento ('Intimidad'), Àlex y David Pastor (que rodarán un spin-off de 'Bird Box') y Núria Valls ('A través de mi ventana') han hablado de la importancia de una plataforma global como imprescindible para la difusión a otros países, y de cómo un éxito internacional como 'La casa de papel' habría sido imposible sin una vía del alcance de Netflix. Y ahora, claramente, la plataforma busca más productos de ese calibre.
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