'Sense 8' no tendrá tercera temporada. Se une así a 'The Get Down', cancelada tras su primera entrega, y 'Bloodline', que no vivirá más allá de su tercera temporada. Y esto es sólo el principio: durante los próximos meses, Netflix seguirá cancelando series. Y no lo digo solamente yo, sino también el propio Reed Hastings, CEO de la compañía. ¿Por qué?
La importancia de la audiencia
Hace unos años, era habitual escuchar la errónea afirmación de que a cadenas como HBO o Showtime no les importan las audiencias de las series que emiten. Esto no es cierto, o no lo es del todo, y es importante entender las diferencias para entender qué está pasando con Netflix hoy en día.
En Estados Unidos existen tres tipos de cadenas: las generalistas (NBC o FOX, por ejemplo), las de cable básico (AMC o Syfy, por ejemplo) y el cable premium (HBO o Showtime, por ejemplo).
Una de las principales diferencias entre los tipos de cadenas es de dónde proceden sus ingresos. Para las generalistas parece claro: de la publicidad. Por eso a ellas les interesa mucho que sus programas tengan más audiencia: a mayor número de espectadores, más pueden cobrar. ¿Que algún programa no llega a sus mínimos? Se cancela sin mayor miramiento.
El cable básico lo componen las cadenas de pago que tienen anuncios. Reciben, por tanto, dinero de los propios anuncios y de las suscripciones de los usuarios con sus operadores. La importancia aquí del número de espectadores sigue siendo alta (recordemos: hay publicidad), pero también cobra peso el número de clientes que pagan cada mes por su suscripción de tele por cable.
Y finalmente tenemos el cable premium. HBO no tiene anuncios. ¿Cómo se financia entonces? En su mayor parte, directamente de suscripciones (aunque también de la explotación de los derechos de sus contenidos, que ellos también producen). ¿Qué pasa si una serie tiene poca audiencia? Pues que no necesariamente deja de ser rentable para ellos: si el título tiene repercusión, si la crítica la pone por las nubes (ejem 'The Wire' ejem), si aparece en premios, si se vende bien a nivel internacional... todo esto puede favorecer a que para HBO una serie sea rentable pese a que sea minoritaria.
Ahora bien: ¿qué pasa si una serie tiene muy poca audiencia y no consiguen rentabilizarla de otra forma? Pues lo lógico: que la cancelan. Que las cadenas de cable no estén tan pendientes de la cifra de espectadores no significa que la ignoren. A fin de cuentas son empresas que quieren maximizar su beneficio: si nadie ve una serie, lo más normal, salvo raras excepciones, es que deje de ser rentable para ellos.
Con Netflix ocurre un poco lo mismo que con HBO y el resto de cadenas de cable premium. Netflix no tiene anuncios y sus ingresos proceden de las suscripciones de sus clientes. ¿Qué pasa si una serie no la ve casi nadie pero está atrayendo fieles suscriptores? Que igual les sigue saliendo rentable mantenerla. ¿Y si una serie no la ve casi nadie y apenas tiene repercusión? Pues que lo que les conviene es deshacerse de ella. Tan simple como eso.
Reed Hastings, CEO de Netflix, concedía una entrevista tras las cancelaciones de 'The Get Down' y 'Sense 8' y reconocía que a la hora de valorar la cancelación de una serie tenían en cuenta un "mix" de factores, incluyendo la audiencia y el crecimiento de suscriptores, pero añadía: "Mayormente, el cuánta gente la ve. Pero ambos están muy conectados".
La audiencia importa. En mayor o menor medida (para las generalistas mucho, para Netflix o las cadenas de cable premium no tanto ya que hay más factores a considerar), pero importa. Al final del día, si una cadena o portal VOD calcula que una determinada serie les está haciendo perder dinero, lo más normal es que la cancele: bien porque no la ve nadie, bien porque no consigue nuevos suscriptores o incluso puede darse el caso de que funciona relativamente bien pero es muy cara y las cuentas no salen.
Haciendo hueco a otras series
Además de si es rentable o no, ¿hay más razones para cancelar una serie? Sí: hacer hueco a otras que podrían tener un mayor potencial. Esto ocurre frecuentemente en las cadenas de televisión tradicionales, que tienen una parrilla definida y un grupo limitado de huecos por rellenar. A veces sólo hay espacio para tres horas diarias de primetime, y series que no lo hacen mal pero no llegan a ser éxitos se quedan fuera.
Con Netflix no existe este problema de huecos limitados, pero sí el limitar las producciones propias si no quieren que el presupuesto se les vaya por las nubes. En 2017, Netflix gastará 6.000 millones de dólares en contenidos, tanto en sus propios títulos como en títulos de otros para su catálogo. Y eso es mucho dinero si lo comparamos con la competencia (tanto en servicios como en cadenas internacionales).
'The Get Down' es una de las series que cancelaban a finales de mayo tras su primera temporada. La serie no tuvo una "vida" fácil (hubo bastantes problemas detrás de las cámaras, retrasos, cambios de producción, etc.) y era uno de los títulos propios más caros de Netflix, con 120 millones de dólares sólo para su primera temporada. Puede que estuviera funcionando regular, pero el hecho de que fuera tan cara y de que con ese dinero se pudieran hacer muchas más cosas seguro que fue uno de los factores claves a la hora de tomar la decisión.
Hastings, de hecho, reconocía en la entrevista que mencionábamos antes que le fastidiaba conseguir tantos éxitos y que esto era síntoma de que no estaban experimentando lo suficiente. "Siempre insisto al equipo de contenidos: 'Tenemos que tomar más riesgos, tenéis que probar cosas más locas. Porque deberíamos tener una tasa de cancelaciones más altas'".
Hastings es un hombre muy comedido, no se sale apenas del guión y sabe qué decir en cada momento pero, dejando de lado el tono de "marketing" que utilizó en esa frase, tiene razón: Netflix tiene que hacer hueco con sus producciones que no están funcionando tanto para lanzarse a la piscina con contenidos más arriesgados. Algunos triunfarán, muchos otros no; pero es lo que tienen que hacer si quieren conseguir el próximo 'Juego de Tronos'.
Entonces, ¿por qué la gente se sorprende?
Cuando se anunciaron las cancelaciones de 'The Get Down' y, sobre todo, de 'Sense 8', numerosos seguidores recurrieron a las redes sociales para mostrar su descontento (algo normal: siempre duele que te cancelen una serie que te gusta) y, sobre todo, sorpresa. A parte de los usuarios de Netflix les sorprende que el servicio VOD cancele programas. ¿Por qué? En mi opinión, existen varias razones.
La primera, y quizá más importante, la falta de transparencia por parte de Netflix. No sabemos cuánta gente ve sus series, ni tenemos ningún indicio sobre lo que es popular o no. Sabemos que 'Juego de Tronos' o 'The Walking Dead' son auténticos éxitos porque sus audiencias se publican cada semana. Con Netflix, no: ya han insistido en que nunca publicarán sus audiencias. Y, como no tienen publicidad ni anunciantes a los que seducir, no tienen que hacerlo.
La segunda razón, que explico en el punto siguiente y es casi tan importante como la anterior, es el hecho de que no estén dando finales cerrados a las series que tienen pensado cancelar. Si eres una cadena y necesitas cancelar para dejar hueco, es "entendible". Pero, sin tener esa prisa, ¿por qué no elegir dar un cierre a sus fans?
La tercera razón es, para mí, el que hasta ahora no hayan cancelado demasiadas series y que por eso a algunos sorprenda que en algún momento iban a cancelar. Netflix está en una fase temprana de su producción propia: sólo lleva haciendo contenidos unos años, y los primeros títulos ('House of Cards' o 'Orange is the new black') han sido un éxito. Conforme pasen los años habrá más series, más apuestas y títulos con varias temporadas a sus espaldas (y, por tanto, más caras de mantener) que seguramente dejen de ser rentables y se queden por el camino, pero hasta ahora sí que es verdad que no ha habido muchos casos. Habrá más cancelaciones, eso seguro.
En cuarto lugar, está la fama de "rescatadores de series" que se han ido labrando. 'Las Chicas Gilmore', 'Unbreakable Kimmy Schmidt' o 'Arrested Development' son ejemplos de series "revividas" de forma inesperada. Cuando la gente ya se había acostumbrado a ver a Netflix como el "campeón de las series injustamente canceladas", ahora van y se ponen a cancelar ellos, con el "choque" que esto produce. "¿Quién va a rescatar ahora las series que Netflix cancele?", leía en tono de humor hace unos días en Twitter.
Netflix es, ante todo, un negocio, pero...
En esta época del "buenrollismo", en la que las grandes empresas tecnológicas nos quieren vender que son nuestras amigas y están aquí para hacer que nuestra vida sea mejor y salvar al mundo (Facebook y su misión de conectar a billones de personas para que todos seamos felices y comamos perdices, por ejemplo), no podemos olvidarnos que todas estas empresas son... empresas.
Al final del día, quieren ganar dinero, y en esto no se diferencian de las cadenas tradicionales. Por mucho algoritmo que haya, la fórmula perfecta para generar contenidos no la tiene nadie, ni siquiera Netflix. ¿Que algo les funciona? Siguen adelante con ello. ¿Que algo les deja de funcionar? Se queda por el camino. Así ha funcionado toda la vida el mundo de la televisión y con Netflix, por todo lo que he explicado, ocurre lo mismo.
Lo que sí se le puede reprochar a Netflix, y en mi opinión es algo que no están haciendo bien, es en el cómo eligen cerrar estas series. Al no depender de forma tan instantánea de la audiencia y no tener la necesidad de dejar su hueco libre para otro título en cuestión de días, podrían darles un buen final, cerrado, y contentar a todos sus seguidores. O incluso grabar un capítulo de cierre a posteriori. En algunos casos no será posible, pero sí en la mayoría, y aquí es donde el descontento de los espectadores es más que comprensible.
Esto último puede ser un arma de doble filo: ¿cómo convences a tus espectadores de que vean tus nuevas series si te ganas la fama de ser un "cancelador" de títulos que las deja a medias? A FOX todavía le está costando quitarse esa fama ('Firefly', 'Arrested Development', etc.) e imagino que a Netflix no le interesará nada ganársela. Ahí Netflix sí que tiene trabajo y margen de mejora por delante.
Nota: sobre esto último, nuestra compañera Adriana Izquierda hace una interesante reflexión en ¡Vaya Tele!: Por qué dejar sin final a ‘Sense8’ podría ser perjudicial para la marca Netflix
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