Aunque James Gunn esté ahora mismo en la cima de DC, planificando lo que será el futuro de su universo superheroico a partir de 2025, hace no demasiado tiempo la sombra de cierto desprestigio se cernía sobre él. Una serie de criticables tuits de su pasado le llevaron a ser expulsado de Marvel, donde había hecho las dos primeras 'Guardianes de la Galaxia', y DC le acogió para que reformulara la desastrosa 'Suicide Squad' de David Ayer.
El resultado fue 'El Escuadrón Suicida' (confuso, sí, ya lo sabemos), que ya puedes ver en Netflix, aparte de en Movistar Plus+ y en su hogar original, HBO Max. Una película enloquecida, que parte del mismo punto -el protagonismo de unos criminales del Universo DC, entre lo psicótico y lo inútil- pero que no tiene miedo al ridículo ni a la parodia (pero que sigue siendo una película eminentemente de superhéroes, como demuestra el robo de villanos clásicos de la Liga de la Justicia).
Esta segunda película del Escuadrón Suicida tiene pocos elementos en común con la primera: solo la icónica Harley Quinn de Margot Robbie repite, acompañada de Viola Davis como la omnipotente Amanda Waller. En lo que da Gunn en el clavo es en la tremenda calidad del resto del reparto: Idris Elba, John Cena (presentando al Pacificador que más adelante protagonizará su propia serie), Joel Kinnaman, Sylvester Stallone o Peter Capaldi.
Con el frenético estilo de montaje de las películas de Gunn, un humor infinitamente más salvaje del que Disney le deja mostrar en 'Guardianes' y un retrato de personajes como Harley Quinn o Pacificador que, pese a la comedia (o gracias a ella) tienen mucha más profundidad que tantos iconos del MCU, 'El Escuadrón Suicida' es todo un tesoro superheroico. Por desgracia, pinchó en taquilla y Gunn volvió a Marvel, pero solo para terminar con su franquicia de éxito y regresar a Warner, donde está sumergido en un proyecto (resucitar DC) que aún es todo un enigma.
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