Todos tenemos la esperanza de que 2012 sea por fin el año de la explosión del streaming en Europa, de manera que podamos sentirnos en ese aspecto más cerca del paraíso en ese campo, EEUU.
Netflix es la gran esperanza pero si bien todo parecía destinado para que llegara a España (incluso ese mismo mes según la FAPAE) y Europa de forma inminente, el muro que se está encontrando es demasiado grueso por ahora.
Y no estamos hablando solamente de problemas económicos de los que ya os comentamos y que parecía que estaban detrás del retraso en la “decidida” salida en España para finales de 2011 o mediados de este 2012, sino que las distribuidoras están poniendo una zancadilla tras otra a la llegada de Netflix a nuestras pantallas.
Como nos cuentan en Nación Red, los acuerdos a los que Netflix está llegando con gente como la BBC en Reino Unido no son muy alentadores para el desarrollo de la plataforma. Si no tienes contenidos interesante para el consumidor, huirán.
En esos acuerdos con la BBC, algunos programas básicos como Top Gear se podrían retrasar en el sistema de streaming hasta seis meses desde el estreno en la cadena de televisión. Eso es justo lo parece que pasó con Netflix en España, que negociaba ya con Antena 3 y Mediaset pero con los que no pudo llegar a un acuerdo aceptable y decidió intentarlo en Reino Unido y dejar aparcado nuestro país.
Las cadenas de televisión están apurando su sistema de negocio pese al éxodo del televidente hacia otras maneras de ver televisión. De momento solo se atreven muy tímidamente con plataformas web que pocas veces están integradas de forma efectiva en servicios de streaming. Por lo visto este 2012 será otra travesía por el desierto del streaming en España.