Netflix, el servicio que mejor representa el futuro del consumo de contenidos en el hogar digital, se frena. Tras anunciar su desembarco en Reino Unido e Irlanda como parte de sus planes de expansión que comenzaron con llatinoamérica, el gigante del streaming de vídeo (y el alquiler de DVD con servicio de entrega y recogida en nuestra propia casa) podría detener su llegada a otros países europeos hasta que el negocio vuelva a ser rentable para sus inversores.
Justo con el anuncio de su expansión a Europa, la compañía se daba un batacazo en bolsa hasta situarse en poco más de 75 dólares por acción. Si ese dato no te dice nada, solo apunta que supone un descenso de más del 75% del valor que tenía hace tres meses la compañía. Con 800.000 clientes menos en EEUU desde julio, mantener el negocio ya es más un examen de ingeniería económica que otra cosa.
A ese dato clave en un mercado vital para ellos hay que sumar que los planes de expansión suponen más inversión en contenidos y publicidad, y sobre todo, que se han propuesto entrar de forma potente en el mercado anglosajón de Europa, donde la competencia es bastante fuerte. Así que para ofrecer precios competitivos deben asumir pérdidas que no compensarán hasta obtener una base importante de clientes, y eso lleva su tiempo.
Así que, , según The Guardian, Reino Unido e Irlanda serán los primeros y de momento únicos países de Europa que vean contenidos bajo el servicio de Netflix. Habrá que esperar a inicios de 2012, momento de esa expansión europea para conocer si los planes iniciales de incursión en España que os adelantamos, se mantienen o se congelan. Malas noticias.