Con tantas plataformas de streaming, tantas opciones, ¿quién no se siente confuso de cuál le conviene más? Especialmente, si se trama de algo tan de nicho como es el anime. Pero eso venimos a solucionar hoy. En este artículo os vamos a explicar qué anime podéis encontrar en cada una de las plataformas de streaming, hablando de sus pros y sus contras. Pensando tanto en el neófito que quiere adentrarse en el medio, el que su consumo de series y películas no distingue entre animación e imagen real y quien sólo consume anime. Porque al final, hay un anime para todo el mundo. Y del mismo modo, también hay una plataforma de streaming para los consumos de cada tipo de persona.
Netflix
Netflix es la mejor plataforma generalista para los amantes del anime. No sólo por ser una de las más extendidas, sino también por lo diverso de su catálogo. Incluso cuando se tratan de nichos muy pequeños, intentan producir siempre series que puedan atraer a un público específico. Y en esto, su selección no es una excepción. Pues si bien su espíritu es generalista, sus modos pasan más por enganchar a un público claramente segmentado.
Esta segmentación del catálogo se puede apreciar fácilmente en la extensión y diversidad del mismo. Si bien en lo que respecta al anime tienen una marcada preferencia por las series de acción (‘Baki’, ‘Kengan Ashura’), especialmente si escoran más hacia el thriller y tienen cierto componente sobrenatural (‘Ajin’, ‘Hellsing’, ‘A Certain Scientific Railgun’), prácticamente cada género del anime está representado, cuando no cultivado, en el catálogo de Netflix. Porque además, esa diversidad está potenciada por una particularidad de la plataforma: los originales de Netflix.
Los originales de Netflix son series producidas por la compañía, o por las que ha pagado los derechos de emisión en exclusiva fuera del país donde han sido producidas. Entre estos originales encontramos series que han causado auténtica sensación como ‘Devilman: crybaby’, ‘Little Witch Academia’ o ‘Aggretsuko’, tres obras muy diferentes entre sí, que pasan desde el drama existencial con toques de acción hasta la fantasía rayano el slice of life o la crítica social con personajes de Sanrio. Porque hablar de lo horrendo que es el capitalismo entra mejor cuando es con personajes monos.
Por supuesto, el catálogo de la plataforma no acaba ahí. Entre sus animes tiene clásicos modernos como ‘Psycho-Pass’, ‘Puella Magi Madoka Magica’ o ‘Fate/Zero’, clásicos con más de un par de décadas a sus espaldas, como ‘Neon Genesis Evangelion’, ‘Inuyasha’ o ‘Rurouni Kenshin’, y también obras actuales con una gran recepción crítica, como ‘March comes like a lion’ o ‘Made In Abyss’. De ese modo, Netflix ha construido no el catálogo más extenso de cuentas plataformas de streaming existen, pero sí el más diverso. Uno en el que, tanto en el anime como en cualquier otro campo, es más fácil que prácticamente cualquiera encuentre aquello que está buscando.
Algo que no se limita sólo a las series. Pues si bien la lista de películas anime no es tan extensa, los títulos seleccionados son muy notables. Teniendo en su haber la aclamadísima ‘Your name’, y algunas producciones propias bastante interesantes como ‘Blame!’ o Godzilla: ‘Planeta de monstruos’, su catálogo es, como poco, interesante.
Eso no quita para que tenga un par de defectos como plataforma. A diferencia de todas las demás plataformas, Netflix publica sus animes por temporadas completas, lo cual produce que las series se emitan hasta un año más tarde que en Japón. Algo que puede resultar muy irritante para los espectadores. Por otra parte, la cantidad de películas licenciadas y producidas por Netflix es tan escaso que, incluso en su diversidad, es imposible no verlo como un defecto de la plataforma. Incluso si, a pesar de esos dos aspectos, seguramente no haya plataforma más ideal para cualquiera que quiera ver anime, y no sólo anime, que Netflix.
Amazon Prime Video
Amazon Prime Vídeo está en una situación muy incómoda dentro de las plataformas generalistas. Tanto en lo referente al anime como en todo lo demás. Porque si bien tiene voluntad y buenas intenciones, ni su servicio ni su catálogo justificaría por sí mismo pagar por acceder a lo que nos ofrece.
En lo referente al anime, Prime tiene un catálogo pequeño, aunque interesante. Bien seleccionado, aunando tanto lo fragrantemente mainstream (‘Pokemon Oro y Plata’, varias películas de ‘Dragon Ball’) con algunas obras pensadas más para un público cinéfilo (‘The Great Passage’, ‘Welcome to the Ballroom’), no tiene no tiene una identidad definida más allá de lo que, hasta ahora, han sido su adquisición de novedades. Las cuales se han guiado siempre por dos principios: o series de instituto con giro dramático (‘Scum's Wish’) o por ser intensos thrillers de acción (‘Re:Creators’, ‘Kabaneri de la fortaleza de hierro’).
De hecho, en esta segunda categoría caen todas las grandes series de la plataforma. ‘Banana Fish’, ‘Dororo’ y, ahora, ‘Vinland Saga’, se han convertido en series de culto modernas por su intensidad y dramatismo. Algo que está consiguiendo darle cierto tono uniforme al catálogo de Amazon.
¿Cuál es el problema? Que ahí se acaban las cosas favorecedoras que podemos decir al respecto de Prime. Su selección de películas es paupérrimo, su informalidad a la hora de subir nuevos capítulos resulta casi cómica y, si bien hasta hace poco tenían la exclusiva del streaming de las series de NoitaminA, el espacio de referencia en Japón para las series de anime más experimentales y adultas, parecen haberla perdido al habérsele escapado algunas series importantes como ‘The Promised Neverland’ y ‘Sarazanmai’. Algo que no quita que, teniendo ya en el horizonte el estreno de la nueva adaptación de ‘La espada del inmortal’, eso es algo que no les molesta en absoluto: mientras siguen enfocándose a un público muy específico y formando un catálogo pequeño, pero sólido, ofrecen algo que ninguna otra plataforma puede ofrecer: uso gratuito para todos los suscriptores a los servicios premium de Amazon.
Crunchyroll
Crunchyroll es, en principio, la plataforma ideal para los amantes del anime. Centrada exclusivamente en la animación, es una plataforma dirigida por y para quienes tienen un gusto más próximo a la sensibilidad otaku. Pero por paradójico que suene, ese es también su mayor defecto. Que por conocer demasiado bien al nicho particular al que se dirige, puede resultar, también, algo limitante.
La mayor virtud de Crunchyroll es el contenido. Con un catálogo amplísimo, estrenando un puñado de series cada temporada que, además, se emiten al mismo tiempo que en Japón, esa es su virtud. Hay mucho y lo hay al mismo tiempo que en Japón. El problema es que, como decíamos, está muy enfocado a un público muy específico. El otaku. Eso significa que el grueso de las series que podemos encontrar en la plataforma son comedias de instituto, series de chicas monas haciendo cosas y series de acción sobre adolescentes salvando el ruido, el mundo o el universo en el que habitan. Algo que si bien tiene su público, y que se encontrará muy cómodo entre la oferta que tiene que ofrecerles la plataforma, no es, necesariamente, lo que busca el grueso de los espectadores.
Eso no quita para que Crunchyroll tengo un puñado de series interesantes. Es la casa de obras de culto como ‘Kill la Kill’, ‘Samurai Flamenco’, ‘JoJo's Bizarre Adventure’ o ‘Mob Psycho 100’. Eso sin contar obras un poco más antiguas, como pueden ser ‘Hunter x Hunter’, ‘GTO’ o ‘Parasyte’, que le da una muy agradecida diversidad. Una de las muchas ventajas de lo extenso de su catálogo.
Al final, Crunchyroll descansa sobre un principio esencial: un catálogo extenso donde, por pura acumulación, al final siempre hay algo para todo el mundo. Pues, aunque el grueso de series que estrenan son para un público específico, básicamente adolescente, suele haber una dos series por temporada que pueden seducir a un público más diverso, algo que, a base de acumular, ha generado un catálogo muy potente. Si a eso sumamos que tiene la suscripción más barata de todos los servicios de streaming, apenas sí cinco euros, es difícil no recomendar la plataforma a cualquiera que tenga un mínimo interés por el anime.
Eso no quita para que, al final, su público sea el que es. Y salvo que se tenga unos intereses similares a los de los usuarios de la plataforma, esos intereses divergentes acaban agotándose. Si además sumamos que la plataforma carece de cualquier clase de película y que no tienen apenas nada anterior a los 00s y prácticamente a los 10s, limitándonos necesariamente a las series más modernas, es difícil recomendar la plataforma para cualquiera que no sea su nicho específico o que esté buscando algo diferente a una plataforma con la que complementar sus visionados.
Filmin
Filmin es el caso más singular de todas las plataformas. Debido a su especial énfasis en los clásicos, las joyas olvidadas y las potenciales obras de culto del mañana, su interés como plataforma recae más en el cinéfilo muy comprometido con el medio. Algo que hace que su catálogo de anime, en comparación con todo lo demás, resulte, como poco, bastante peculiar.
Comparativamente hablando, Filmin tiene el catálogo de anime más pequeño. Con sólo un puñado de series, aunque muy diversas entre sí, su enfoque es centrarse en dos géneros específicos: la comedia y la acción. Pero a diferencia del resto de su catálogo, no encontramos ni obras de culto indiscutibles ni series archiconocidas, sino pequeñas joyas dirigidas a un público específico, no necesariamente de nicho, que pueden ser interesantes si se ven con los ojos adecuados.
Donde si destaca especialmente, desmarcándose del resto de sus competidores, es en el cine. Algo lógico, ya que es, al fin y al cabo, su especialidad. Presentes todos los nombres importantes del cine de animación japonés actual (Masaaki Yuasa, Makoto Shinkai, Mamoru Hosoda, Mari Okada), las excepciones más rocambolescas, ya sean por mainstream (‘Dragon Ball Super: Brolly’) o por indie (‘El caso de Hana y Alice’) son muy bien recibidas. Algo que acaba por componer un catálogo, aún en lo que respecta al cine, bastante pequeño, pero muy agradable en su coherencia y, sobre todo, en la facilidad con la que se puede saltar de una a otra película por la pura inercia de asociación de los nombres.
Al final, esto hace que el interés que pueda tener Filmin esté supeditado al interés que se tenga por su catálogo en general. Dada su escasez, la suscripción no merece la pena si nuestra única intención es ver anime, si bien este puede ser un buen último empujón a la hora de suscribirnos si nos interesa todo lo demás.
Las demás
Las cuatro anteriores no son sólo las cuatro principales plataformas de streaming, sino también las cuatro principales plataformas para ver anime en España. Entre ellas concentran el grueso de todas las series y películas disponibles en nuestro idioma, volviendo prácticamente marginal todo lo que haya en las demás. Aunque eso no significa que no existan.
Movistar es la única otra plataforma que tiene algo de anime en su catálogo. Habiendo producido la serie de El Rubius, que se vende como una serie de anime española, tiene un puñado de series y películas interesantes que, o bien se solapan con el catálogo de algunas de las otras cuatro, o son excepciones muy interesantes, como algunas películas del archifamoso Studio Ghibli o la infravalorada Una voz silenciosa. A pesar de todo, su catálogo de anime es tan escaso que ni siquiera merece la pena recalcarlo por sí mismo.
El resto de plataformas ni siquiera parecen haberse dado por enteradas de la existencia del anime. Rakuten TV tiene unas pocas películas que se solapan con el catálogo de Netflix y Filmin, Atresplayer tiene un par de rarezas como ‘Steam Boy’ y ‘Final Fantasy’. La fuerza interior y Youtube Premium nos ofrece el anime ‘Idolish 7’. Pero quitando esas migajas, el grueso del anime lo encontramos en las cuatro plataformas que, para bien o para mal, dominan sino el mercado, sí la discusión pública.
Entonces, ¿cuál es mejor?
Al final cuál es la mejor plataforma para ver anime dependerá enteramente de los gustos y criterios de cada persona. Pero está claro que quien quiera ver anime de ayer y hoy, con un sesgo más generalista y menos especializado, Netflix es su plataforma. Sin embargo, quien quiera ver el anime que hará las delicias de los otakus, debería dirigirse a Crunchyroll. Al menos en la medida que, tanto Amazon como Filmin, no parecen ser capaces de seguirle el ritmo al lento repartirse el mercado del anime que están emprendiendo las otras dos plataformas.
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