El Peter Jackson más exquisito no es el de 'El Señor de los Anillos' y acaba de aterrizar en Netflix

Te puede entusiasmar la épica de 'El Señor de los Anillos' y cómo su éxito puso patas arriba la industria y desató una fiebre por la fantasía cuyo eco aún estamos percibiendo décadas después. Pero el Peter Jackson para gourmets del fantástico no es ese, sino el autor de epopeyas gore como 'Braindead', de piezas de increíble lírica negra como 'Criaturas celestiales' o de comedias fantasmagóricas como esta 'Agárrame esos fantasmas' que llega ahora a Netflix (y también puedes ver en Filmin).

Esta fantástica película mete en el mismo saco trazas de 'Los cazafantasmas' y 'Bitelchús', la estética de fantástico rural que cultivó Jackson en sus primeras películas y el tropo de los asesinos en serie adolescentes, y dio pie a una producción que no arrasó en taquilla, pero que brilla aún hoy por su condición de rareza. Sus fantásticos efectos especiales (mezcla de gore tradicional e innovación digital), sus constantes giros de tono y el apasionante lore fantasmagórico que gasta la convierten en un auténtico clásico oculto del fantástico.

La película tiene un arranque originalísimo, en el que conocemos a Frank Bannister, un estafador que, sin embargo, posee facultades psíquicas que usa para para ganar dinero en colaboración con algunos espectros a su servicio: los lanza a sus potenciales clientes y luego finge "limpiar" las viviendas. Sin embargo, su pacto con el Más Allá se verá puesto a prueba cuando una serie de terribles muertes comiencen a asolar el pueblecillo en el que vive.

Una de las grandes virtudes de 'Agárrame esos fantasmas' (terrible título español, por cierto, para una película que habría ganado con una traducción brugueriana del original: 'Los asustadores') es su estupendo reparto, donde brilla un Michael J. Fox en uno de sus últimos papeles antes de su retirada, pero también un increíble Jeffrey Combs desdatadísimo como agente de la ley con ramalazos BDSM y una inquietante Dee Wallace recuperada directamente desde los ochenta. Una maravilla a reivindicar... por mucho que te guste el Jackson más popular.