Hace unos días supimos que Disney y Warner habían llegado a un pacto insólito: unir fuerzas para lanzar un bundle que ofreciera servicios de ambas compañías. Un extraño acuerdo cuyos motivos se entienden mejor contextualizando las necesidades de cada uno de los antiguos rivales: gastos desorbitados y cambios de estrategia para enfrentarse a un enemigo común.
Qué tiene el paquete. Según el anuncio, el bundle que se pondría a la venta este verano contendría Disney+, Max y Hulu (también propiedad de Disney, aunque aquí nos llega mediante la plataforma común de Disney+). De momento no hay información sobre tarifas ni fechas concretas, ni si el bundle llegará a otras regiones. Cabe pensar que el precio del paquete será inferior a la suma de los tres servicios por separado, pero para conocer el porcentaje específico de ahorro habrá que esperar.
Las finanzas de Warner. El pasado jueves Warner hizo públicos sus resultados para el primer trimestre de 2024, y las cifras fueron devastadoras: 966 millones de dólares en pérdidas, lo que supone un descenso del 70% de los beneficios. Warner tiene numerosos culpables a los que achacar estas cifras: los bajos ingresos publicitarios de la sección lineal de su negocio (el cable), los efectos de las huelgas que aún colean, el pinchazo del juego de 'Suicide Squad' y la perniciosa práctica de los usuarios de saltar de un servicio a otro según les interese (lo que empieza a conocerse en la industria como churning)
Se acabaron las exclusivas. Llevamos un tiempo viendo cómo aquel propósito inicial a finales de la década pasada de que cada emporio del entretenimiento tendría su propio canal donde se emitirían solo productos exclusivos está cayendo por su propio peso. La propia Netflix cada vez es más un contenedor de producciones licenciadas y, en cualquier caso, su número de producciones propias ha descendido en número. Disney también ha declarado que las producciones propias van a descender. Y Warner es la que más está licenciando su material de Max: bien cediendo series y cine a otras plataformas, bien entrando en su integridad como parte de plataformas ajenas.
Todos los superhéroes. Nos encontramos aquí con una situación paradójica: Warner ha pasado años intentando batir a la Marvel de Disney con sus propias armas, el amplio plantel de superhéroes DC. Ahora tendremos a absolutamente todos en un bundle común, lo que supone tener bajo una misma suscripción el género de blockbusters que ha dominado casi sin nadie que le rechiste las taquillas de todo el mundo durante la última década. ¿Será suficiente para plantar cara a sus oponentes?
Nadie piensa en los niños. Tal y como recuerda The Wrap, uno de los propósitos que Warner puso sobre la mesa cuando justificaba la creación de Max y eliminación de HBO Max, era sacar la marca HBO de la ecuación para atrae a niños y familias. "No hemos sido capaces de convencer a los niños" reconocía en nobiembre David Zaslav. Está claro, pues, el propósito de la asociación con Disney. Desde luego, los más pequeños de la familia van a salir beneficiados: al potentísimo catálogo de películas y series de animación de Disney+ se suma ahora el no menos jugoso escaparate animado de Warner y Cartoon Netfwork.
A por Netflix. Ni Warner ni Disney disimulan el propósito último de este bundle: hacer frente común contra Netflix, que no olvidemos que es la única plataforma que actualmente está teniendo beneficios (aunque Disney asegura que las previsiones apuntan a que la suya empezará a darlos a partir del trimestre que viene). El propio JB Perrette, CEO de Global Streaming and Games de Warner, afirma que "obviamente, Amazon y Netflix son increíblemente atractivos, tienen grandes ofertas y se han convertido en una especie de utilidades». Así que asume que el bundle puede funcionar como segunda opción perfecta, que sumada a "uno o dos de esos otros servicios pueden conformar la experiencia de entretenimiento para la mayoría de los consumidores". Mejor cola de león que cabeza de ratón.
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