Nuevo e importante episodio en la guerra Samsung contra Apple que tienen en los tribunales, en esta ocasión en los Estados Unidos. La compañía de la manzana sale victoriosa en este asalto al conseguir que se bloqueen las ventas de Samsung Galaxy Tab 10.1 en el mercado norteamericano.
La juez aceptó el pasado martes la solicitud de Apple, tras negar con anterioridad la posibilidad, pero se pidió que se reconsiderara el caso. En esta ocasión consideran que Samsung compite injustamente por temas de diseño, recogidos en patentes Apple.
Es el tercer lugar donde se consigue llegar a una situación similar, tras Alemania y Australia, y aunque se trata de una medida cautelar, impide a la compañía coreana exportar o vender su producto en Estados Unidos. En el camino nos encontramos rediseños forzados y batallas ganadas también por Samsung.
El viernes habría una nueva audiencia que ha sido cancelada al no considerar la juez que sean necesarias más informaciones que retrasen la medida cautelar. La medida entrará en vigor en cuanto Apple pague una fianza de unos dos millones de euros, para cubrir daños y perjuicios si Samsung le diera la vuelta a la tortilla.
Lógicamente Samsung no está contenta con el resultado y considera que se están basando en una única patente de diseño, que es muy general con respecto al aspecto del producto, e irónicamente argumentan que directamente podrían dejar a un lado los juicios y pasar a frenar la innovación y progreso de la industria con este tipo de decisiones.
Samsung va a tomar las medidas legales necesarias, pero quita hierro al asunto desde el punto de vista económico, informando de que no supone un palo duro para sus intereses y operaciones (por lo pronto las acciones han bajado en la bolsa de Seúl). Lo que realmente supone es un problema para el cliente final, que se queda sin alternativas reales.
Vía | Foss Patents
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