Parecía que Lenovo tenía todo listo para la campaña de navidad. Con los productos sobre la mesa, ya conocíamos su propuesta pero faltaba alguien más, un tablet Android: Lenovo Yoga Tablet, en ocho y diez pulgadas.
Ayer tuvimos oportunidad de conocerle en una presentación para medios en Milán. Hoy os contamos nuestras primeras impresiones con un tablet que quiere posicionarse con su precio pero también con su singular diseño.
La importancia del factor forma
Hace más de dos años, Sony se lanzó al mercado de los tablets Android con una idea original: imitar el doblez de una hoja de papel para mejorar el agarre y que la posición fuera más natural, como si cogiéramos una revista.
La idea no terminó de cuajar y aunque con el Sony Xperia Tablet S intentaron arreglar este problema tampoco terminaron de dar la tecla. Ahora Lenovo busca recuperar esa idea, la de apoyar parte del peso en uno de los marcos, pero con un diseño que recuerda más al teclado de Apple o el Magic Trackpad.
Dejando de lado las comparativas, lo cierto es que Lenovo ha conseguido un diseño que quizá no destaque por su originalidad pero sí por su comodidad. Al cogerlo con una mano es bastante ligero y el peso, aunque algo desproporcionado por el diseño, más que correcto.
Este detalle hace que lo podamos colocar hasta en tres posiciones: sosteniéndolo con dos manos, reclinándolo ligeramente sobre la mesa o levantando una pieza de plástico que se encargará de elevarlo para verlo levantado.
Una solución bastante bien llevada, aunque la pieza móvil podría salir con un poco más de facilidad. No hay que forzarla sino simplemente meter la uña por una hendidura para extraerla.
No es el más puntero por especificaciones pero cumple a la perfección
Aunque parece un cuerpo de aluminio completo, sólo lo es el marco así como el cilindro del lateral. La tapa trasera es de plástico. Agradable al tacto, cumple muy bien y es bastante atractivo a los ojos y al tacto.
Cuando conocimos el precio del tablet nos gustó que buscara ser competitivo y al ver su pantalla vemos una de las razones que justifican ese precio. Si bien es cierto que sus 1280x800 píxeles son correctos, resulta difícil si venimos de una pantalla de alta resolución o tipo retina.
No es que esto sea un gran problema, teniendo en cuenta que busca hacerse un hueco con el precio, pero ahí queda dicho. Podría tener más resolución pero la calidad que ofrece es bastante buena.
En su interior tenemos un procesador Mediatek de cuatro núcleos. Si bien es cierto que hay que realizar pruebas más a fondo, su rendimiento es bastante bueno y mueve todas las aplicaciones con bastante fluidez.
Lenovo se ha permitido la libertad de introducir algunas modificaciones en el software de Android. Busca la personalización y si bien en algunos aspectos es bastante acertada en otros no termina de convencer.
Tener todas las aplicaciones en el escritorio, como si de un iPad se tratara, no termina de convencerme, ni tampoco una visualización de las carpetas que imita demasiado el sistema operativo móvil de Apple. Por fortuna todo se puede cambiar utilizando un launcher diferente.
Al contrario que otros fabricantes, no mete muchas aplicaciones inútiles. Algunas, como la de la batería, son bastante útiles para controlar el consumo. Por cierto, se habla de 18 horas de consumo en el modelo de diez pulgadas, ya os contaremos cuando lo reseñemos a fondo.
Lenovo Yoga Tablet, impresiones tras probarlo
Con este tablet, al igual que otros productos del fabricante chino, queda claro que Lenovo quiere ser un jugador importante a corto plazo. Este tablet mantiene los valores de Yoga ofreciendo polivalencia en la forma de utilizarlo.
Son pequeños detalles que acaban marcando la diferencia y con la visibilidad apropiada en las tiendas puede atraer a muchos usuarios. Un tablet diferente al clásico rectángulo cuadrado, con un precio económico, unas especificaciones buenas (pero no punteras) y con accesorios como el teclado que buscan darle más valor.
Veremos qué tal lo hace según avance pero con propuestas como estas y el Lenovo A10 queda claro que buscan hacer algo diferente y único. No con las mejores prestaciones técnicas, pero dando la talla para las labores del día a día.
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