El próximo otoño se pondrá a la venta Microsoft Surface, la tablet con la que la empresa de Redmond quiere marcar las referencias al resto de fabricantes, pero también posicionarse como un competidor más en el mercado.
Es un riesgo que Microsoft quiere asumir, pero que desde un primer momento aclaró que su intención no es competir con los licenciatarios de sus nuevos sistemas operativos, Windows 8 y Windows RT. Pero hay situaciones que son inevitables, como la propia empresa expresó a AllThingsD:
“Nuestros dispositivos Surface competirán con productos fabricados por nuestros socios, algo que puede afectar a su compromiso con nuestra plataforma”
Hace unas semanas portavoces de Acer se manifestaron al respecto, opinando que Microsoft está aquí para marcar la pauta, pero que sabrán quitarse del camino cuando Windows haya sido un éxito. Dudando mucho de que haya nuevos modelos de Surface en el futuro.
Debemos tener en cuenta además que Microsoft está controlando qué fabricantes estarán en la primera partida: ASUS, Lenovo, Toshiba y Samsung, y los que llegarán a partir de enero, con productos que la empresa de Redmond considera que el hardware está a la altura del software, y que tienen capacidad de producir los productos con garantías.
Vía | AllThingsD