Desde que se supo que estaba probando el Samsung Galaxy Tab para Xataka, amigos, lectores de Xataka y compañeros no han tenido más palabras hacia mi que las que esperaba: ¿es el iPad killer? Mi respuesta ha sido siempre la misma: ahora mismo son conceptos diferentes.
El iPad de Apple representa la idea de tablet puro y duro, mientras que para mi, el Samsung Galaxy Tab es el primer superteléfono con mayúsculas. ¿A qué me refiero con superteléfono? Pues directamente a un gadget que podría sustituir un smartphone actual si lo tuyo no es hablar mucho con él sino aprovechar sus otras funcionalidades de comunicación: la web, el correo electrónico o disfrutar de su potencia multimedia.
Si quieres saber cómo es el Samsung Galaxy Tab, aquí tienes nuestro análisis a fondo de este teléfono mayúsculo con corazón de Google.
Samsung Galaxy Tab y las siete pulgadas de la discordia
Más allá de si la versión que incluye de Android no ha sido pensada para tablets o el precio, lo que causa dudas, intrigas y dolor de barriga en los prosumers y early adopters sobre el Samsung Galaxy Tab es su tamaño de pantalla.
Las siete pulgadas nos han resultado más cómodas de lo que pensábamos sobre el papel. La diferencia en facilidad de transporte y ergonomía es sustancial respecto a las casi diez pulgadas del iPad de Apple, y dado que lo consideramos un superteléfono más que un tablet, esas dimensiones nos parecen correctas.
El Samsung Galaxy Tab es un tablet, si queréis que lo volvamos a considerar como tal, perfecto para llevar de un lado a otro casi sin darnos cuenta. Decir que lo llevaremos en el bolsillo es una barbaridad, pero su manejabilidad es mayor que la de los tablets que vengan con más pulgadas, aunque tampoco para decir esto teníamos que probar el cacharro.
En el futuro, creo que este tamaño o casi, estará fagocitado por los teléfonos más avanzados, y tendremos serios problemas para decidir qué es cada gadget.
Tras esta presentación, vamos a diseccionar lo que nos ha parecido el Samsung Galaxy Tab.
Buen acabado y características suficientes
Aunque de acabado en plástico, nos ha gustado mucho la parte trasera en pulcro blanco con la sola interrupción en el diseño de la cámara de fotos y el flash, una de las novedades de este tablet de Samsung. El frontal está acaparado por la pantalla, con buena resolución de 1024 × 600 píxeles y brillo suficiente, aunque la tecnología LCD que usa no sale bien parada con la del iPad o modelos que vengan con la AMOLED.
En exteriores con mucha luz, ni subiendo el brillo al máximo (se puede dejar que regule solo la luminosidad) podremos sacarle mucho provecho. Si los fabricantes de este tipo de minitablet quieren que los saquemos a la calle, que lleven mucho cuidado con la tecnología que usan en los paneles de las pantallas.
El frontal del Samsung Galaxy Tab también acoge los cuatro botones que reconoceremos si hemos usado alguna vez un teléfono con Android. Son controles táctiles que responden a la perfección y con vibración por su parte al contacto, como pasa con la pantalla en algunas opciones, como cuando usamos el teclado. La respuesta multitáctil de la pantalla del Samsung Galaxy Tab saca un notable alto.
Dado que cuando veamos el potencial multimedia del Samsung Galaxy Tab seguro que queremos aprovecharlo a todas horas, se han incluido dos altavoces estéreo que se ven mermados cuando cogemos el tablet en formato apaisado. Para este punto hubiera estado bien que Samsung incluyera, aun a riesgo de perder continuidad en la parte trasera blanca, un soporte plegable como llevan los teléfonos más multimedia de Nokia o los reproductores y tablets de Archos.
Del resto de conectores poco más hay que decir que no hayas visto ya en nuestro videoanálisis. Nos gusta que sea tan sencillo cambiar de SIM así como colocar y quitar la tarjeta de memoria de hasta 32 GB que tantas posibilidades nos da en un equipo con memoria limitada y en el que el contenido es tan bien recibido.
Del rendimiento del equipo en general, con el equipamiento que incluye no nos podemos quejar en absoluto. Trabaja con fluidez, no tiene problemas con el vídeo en alta definición e incluso los juegos funcionan sin que tengamos que lamentar bajas en nuestras filas.
El apartado de la cámara de fotos nos ha dejado indiferente. La frontal para videoconferencia cumple con su cometido, pero no encontramos demasiado sentido a la cámara de fotos trasera, con opciones de configuración pero de calidad básica. El modo de vídeo tiene mejor pinta.
Acabamos esta parte del análisis comentando la autonomía. En la prueba de velocidad, con reproducción de vídeo a todo trapo y seguido, el Samsung Galaxy Tab ha llegado tranquilamente a superar las seis horas, y en la que nos interesaba, la carrera de fondo, con un uso más clásico (navegación web, alguna serie corta, un poco de fotos por aquí y por allá, gestionar el correo a todas horas, Twitter por doquier …) el Samsung Galaxy Tab aguanta como un campeón más de un día y medio sin problemas. Eso sí, todo dependerá de lo intensa que sea tu experiencia con él.
Android, más de lo que esperábamos en el Galaxy Tab
Nuestra experiencia previa con el sistema operativo Android fuera del cuerpo de un teléfono había sido muy mala. Así que ese aspecto del Samsung Galaxy Tab queríamos valorarlo con mimo. Y no podemos salir más contentos de la prueba con el añadido de que no se trata de un sistema operativo pensado para este tipo de producto. Eso nos hace pensar de forma muy positiva y albergar todas las esperanza del mundo para la versión diseñada para tablets.
Samsung le ha colocado al Galaxy Tab su capa personalizada sobre Android, y con ello ha mejorado programas y servicios básicos de forma muy satisfactoria. Son los que usaremos seguramente en el 80% de los casos, y para sorpresa nuestra, funcionan. Solo hay pegas para aplicaciones de trabajo del tipo ofimática, y los juegos, donde es imposible que Android compita en bastante tiempo con el iPad.
Merecen especial mención el cliente de correo, integrado a la perfección con Gmail, la gestión de agenda y contactos (también con el fuerte de tenerlo todo centralizado en Google) y toda la parte multimedia, con los vídeos y las fotos como estrellas. Poder tener todo el contenido fotográfico asimilado sea cual sea su fuente (incluso el de las tarjetas microSD, que queda integrado desde que encendemos el Galaxy Tab) y la reproducción de vídeo con tantas opciones nos encanta.
Solo el lector de libros electrónico de Samsung tiene margen de mejora, sobre todo en fluidez y eficacia.
También nos ha dejado un sabor neutro el navegador con Flash. Cumple con lo prometido, no da excesivos problemas pero siempre tenemos en mente el funcionamiento de esta faceta en el iPad y para ello sigue siendo el rey.
La opinión de Xataka
Ser o no ser. iPad o Galaxy Tab. He ahí la cuestión. Pero a nuestro parecer, de momento juegan en ligas diferentes. Ahora mismo no estamos ante dos rivales (merecemos igualdad de tamaños de pantalla para que la lucha sea justa) sino ante elementos complementarios para gente que busca cosas diferentes. Y la preferencia por el sistema operativo juega mucho en este caso.
El mayor rival del Galaxy Tab no es pues el iPad sino él mismo. Por un lado debido a que es prácticamente el primero de su especie, un experimento con una versión de su sistema operativo ya bien pensada en el horizonte, pero también juega en su contra (aunque es ventaja para algunos) que salvo que la adquiramos con una operadora (en este caso Vodafone), la tableta Samsung Galaxy Tab tiene un precio bastante prohibitivo.
El Samsung Galaxy Tab ha sido cedido para la prueba por parte de Samsung España. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas