El último vídeo de Apple debía ser una celebración de algo que llevábamos años pidiendo: el iPad con panel OLED
En su lugar, ha enfadado a mucha gente y contrasta con el que puede ser el vídeo más relevante de la compañía, '1984'
El pasado martes, Apple presentó sus nuevos iPad. Ya tenemos tanto la renovación del iPad Air con dos versiones diferentes y los nuevos iPad Pro que cuentan con pantalla OLED. Llevábamos años esperando paneles OLED en los iPad y hasta se han presentado con los nuevos SoC M4, pero lo que realmente ha hecho ruido no son los nuevos productos, sino su vídeo promocional.
Tanto que se ha catalogado como "fascista", "el peor anuncio de la historia" y "violento". Apple se ha disculpado y vamos a ver qué ha pasado aquí.
1984. Uno de los anuncios más recordados cuando hablamos de publicidad es el '1984' que Apple estrenó el 31 de diciembre de 1983. Más tarde, el 22 de enero, se volvió a emitir durante la final de la Super Bowl y nos muestra a una sociedad alienada por la voz y la imagen en una gran pantalla del 'Gran hermano' que controla sus vidas. Era la representación de IBM, que controlaba el mercado de los compatibles, pero ese control mental se rompía cuando la heroína de la historia arrojaba un martillo que rompía la pantalla. Al romperse el condicionamiento mental, los controlados quedan libres de la tiranía del PC.
¿Es violento 1984? Dependerá de la interpretación de cada uno, pero es importante para el contexto en el que estamos ahora porque hay quien ha recordado este anuncio al hablar del nuevo comercial del iPad. Lo cierto es que 1984, dirigido por Ridley Scott, está considerado como uno de los mejores anuncios de la historia, teniendo tanta influencia en la cultura popular que ha salido en películas, ha tenido parodias como la de la campaña de Barack Obama y ha sido referenciado en 'GTA', 'Los Simpson' y 'Fortnite'. Si eso no es ser influente, nada lo es.
2024. Volvemos al presente y al anuncio de marras. A estas alturas, seguro que ya lo has visto, pero básicamente consiste en un montón de elementos que son triturados por una prensa enorme. Hay muchísimos botes de pintura y spray, un nivel, un globo terráqueo, instrumentos musicales, una máquina de escribir, un tocadiscos, una cámara y objetivos, una escultura, un reloj, un temporizador de cocina, pantallas que reproducen programas de edición, un televisor, una máquina de videojuegos, un muñeco de Angry Birds y… ¿muñecos antiestrés?
Todo es aplastado por la prensa en un anuncio que, seguramente, habrá sido creado mediante CGI. Probablemente, no haya sido dañado ni los valiosos instrumentos, ni la cámara, ni la máquina de escribir o el televisor CRT, siendo estos algunos de los objetos que más duele ver bajo la prensa, pero lo cierto es que hay cierta violencia en este anuncio. La imagen final es… extraña, ya que se muestran los ojos de una de las pelotas antiestrés a punto de explotar, y es una estética que llevamos ¿décadas? sin ver en un anuncio de Apple. Sí, es un calco de un anuncio de LG de hace 14 años, pero aquel era de LG… y este es de Apple. La influencia no era la misma.
Las dos caras de la moneda. Y las respuestas al comercial no se hicieron esperar, aunque aquí hay dos lecturas. Una de ellas es la de que el iPad condensa todo eso: tiene cámaras, una pantalla con colores vivos, aplicaciones de diseño, apps como Garageband para crear música, es potente para reproducir videojuegos, podemos usarlo para escribir… es ese mensaje de que el iPad condensa todos esos elementos en un solo dispositivo. Tampoco es una idea nueva y el tema de la prensa es porque es finísimo.
La otra lectura es totalmente distinta. Esa lectura es la de que Apple estaba destruyendo lo analógico (aunque dentro de la prensa hay elementos digitales) para dar paso a un "progreso" que no es más que un dispositivo más, aplastando libros, dispositivos viejos e instrumentos en los que dar rienda suelta a nuestra creatividad.
Llegaron las críticas. No fue la crítica más dura, pero el actor Hug Grant se pronunció con un "la destrucción de la experiencia humana, cortesía de Silicon Valley". Comentarios sobre cómo el anuncio resume la idea de que la tecnología está acabando con los objetos que dan alegría a la vida, otros en los que se afirma que es un anuncio que promueve la violencia, que tiene estética fascista y que llega en un momento delicado.
"En un momento en el que los artistas, músicos y creativos están más preocupados que nunca por ver sus puestos de trabajo reducidos a polvo gracias a empresas que sólo buscan generar ganancias, llega Apple y hace un anuncio cuyo mensaje es: sí, es exactamente lo que estamos haciendo". Como este, hay muchísimos mensajes por parte de personas de todas partes del mundo.
Y las disculpas. Cuando una compañía tan grande emite un anuncio, no es que sea el primero que se les ha ocurrido: se han probado diferentes cosas, se han elaborado estrategias y el resultado ha pasado por muchos ojos antes de ver la luz, por lo que todo esto ha debido pillar por sorpresa a una Apple que, tan solo un día después de toda la polémica, salió a disculparse.
"La creatividad está en nuestro ADN en Apple, y es increíblemente importante para nosotros diseñar productos que empoderen a los creativos de todo el mundo. Nuestro objetivo es celebrar siempre la gran cantidad de formas en que los usuarios se expresan y dan vida a sus ideas a través del iPad. Nos equivocamos con este vídeo y lo sentimos".
El vídeo iba a ser emitido por televisión, pero tras toda la controversia, han decidido no hacerlo. Eso sí, todavía se puede ver en su canal de YouTube sin problema y sin comentarios, aunque esto es algo habitual en todos los vídeos de Apple.
Volvemos a 1984. Quizá, una de las lecturas más interesantes de todo esto tiene que ver con la propia estética, más que con lo que el anuncio explícitamente está mostrando. En '1984', todo era gris, anodino, triste, alienante e industrial, en definitiva. La ropa de las personas era la que puede llevar un prisionero y la policía, protegida hasta los dientes, intentaba cargar contra el elemento de color que quería destruir todo eso.
Ese elemento de color, la heroína, era Apple… y en el nuevo anuncio tenemos muchísimos elementos coloridos, que sirven para crear arte, que nos divierten y que son especiales en el centro de una sala industrial, con esos colores que se pueden ver en 1984. Definitivamente, es curioso, ya que es la misma compañía.
Una línea más delgada que el propio iPad. Apple ha tenido otras campañas que, vistas con los ojos de hoy, podrían ser algo polémicas. Por ejemplo, un anuncio de la serie 'Get a Mac' en el que se ridiculizaba el editor de vídeo de Windows, pero aquella serie era bastante divertida y lo cierto es que los diferentes anuncios que han hecho estos últimos años celebran la creatividad, el "pensar fuera de la caja", el empoderar al usuario y, pocos días antes que este anuncio del iPad, uno buenísimo con multitud de mandalorianos.
Lo que ha caracterizado la publicidad de Apple durante décadas es que su mensaje era positivo, era divertido, a veces el producto salía por casualidad y podían ser incluso anodinos, pero siempre eran muy pulcros y no despertaban sentimientos viscerales en el espectador. Eso es algo que ha cambiado radicalmente con… un iPad, pero al final han vuelto a 1984, al menos en el tono provocativo.
Se puede arreglar: dándole la vuelta. Guste más o guste menos, es evidente que el último anuncio de Apple ha generado un sentimiento en quienes lo han visto. Algo que es común en muchas de las críticas es el poso negativo que deja y, curiosamente, alguien ha tenido una idea para hacer que ese sentimiento final sea mejor: dar la vuelta al vídeo. Y la verdad es que queda genial ver cómo los diferentes elementos se van recomponiendo y puede que hasta condense mejor que todo eso está dentro de un iPad.
Al final, todo esto va de sensaciones y uno de los objetivos de la publicidad es despertar algo en nuestro interior. Y este anuncio al revés, la verdad, deja mejor sabor de boca.
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