Big Bang

Un telescopio que parece diseñado para batir récords.

El Webb ha encontrado agujeros negros supermasivos que se formaron poco después del Big Bang y no encajan con los modelos cosmológicos actuales

Son objetos tan densos que no encajan en la teoría de la evolución del universo

Tres galaxias formadas menos de 600 millones de años después del Big Bang guardan la clave para entender cómo surgió la luz en el universo

El telescopio espacial James Webb (JWST) es, en un sentido metafórico evidentemente, una máquina del tiempo. Una que, aún así, nos permite viajar a un universo ancestral. Y tiene varias formas de hacerlo.

Todo lo que empieza (suponemos) debe terminar, y entender el fin al que se dirige nuestro universo requiere de otra teoría. Por ahora tenemos varias hipótesis, y una está ganando tracción, la del gran desgarro o "big rip".

Uno de los vestigios más icónicos de la tele analógica que hemos dejado atrás.

Un equipo internacional liderado por investigadores de la Universidad de Edimburgo ha identificado la que podría ser la galaxia más antigua y distante observada hasta la fecha. No es la primera vez que el nuevo telescopio bate este récord.

Imagina tener un doble, igual en todos los sentidos, partícula a partícula, que vive en un mundo igual al nuestro. Ahora imagina ese universo solapado al nuestro, pero incapaz de interactuar con él, salvo en un aspecto: la gravedad.

Para hacerla posible ha sido necesario recurrir al superordenador ATERUI II, un monstruo de 40 000 núcleos que nos ha devuelto nada menos que 3 petabytes de información.

Se cree que se formó "apenas" 1.400 millones de años después del Big Bang.