Entrelazamiento cuántico

Si tomamos como punto de partida la informática clásica resulta sorprendente que uno de los mayores desafíos que plantea la computación cuántica sea, precisamente, la puesta a punto de nuevos algoritmos. Pero sí, lo es.

A medio plazo los ordenadores cuánticos convivirán con los superordenadores clásicos para ayudarnos a resolver algunos de los desafíos a los que se enfrenta la humanidad. Y Europa está perdiendo este tren.

Estados Unidos, Europa y China son las grandes potencias que más recursos están dedicando al desarrollo de las comunicaciones cuánticas, pero hay un país que, inesperadamente, les ha robado la cartera: India.

Durante la conferencia que pronunció el pasado 21 de marzo con motivo de la apertura de su evento para desarrolladores Jensen Huang habló de su colaboración con Quantum Machines. Y juntos han ideado algo muy prometedor.

La frontera entre la ciencia y la ciencia ficción es en ocasiones casi imperceptible. Y se lo debemos, cómo no, a nuestra cada vez más precisa comprensión del mundo en el que vivimos.

Lo fabrica la empresa china SpinQ, tiene tres cúbits de tipo NMR, mide 610 x 330 x 560 mm y pesa 44 kg. Ahí queda eso. Eso sí, no es para gaming.

En el ámbito de la computación cuántica hay otros países que tienen mucho que decir más allá de Estados Unidos. Y China es uno de ellos.

Cuando indagamos en los retos que los científicos intentan resolver para contribuir al desarrollo de los ordenadores cuánticos solemos dar vueltas siempre a las mismas ideas, pero hay un desafío que con frecuencia pasa inadvertido.

Tan solo estamos empezando a comprender cuál es el potencial real de los ordenadores cuánticos, pero ya hay quien ve en ellos potencial para entender algo aún más complejo: el cerebro humano.

La puerta lógica cuántica AND lleva en el punto de mira de los expertos en computación cuántica mucho tiempo. Quizá demasiado. Afortunadamente, su rebeldía ha terminado.

A los ordenadores cuánticos no se les va a dar bien todo. Con los prototipos propensos a cometer errores que tenemos solo podemos hacer unas pocas cosas, pero si siguen desarrollándose nos van a deparar muchas sorpresas.