Negocio en IA

Meta se esfuerza para quitarse el estigma sobre la privacidad que ha generado Facebook.

Youtube adoptó las redes neuronales en 2016, y son un aspecto básico del proceso que lleva al portal de streaming a recomendar que veas a continuación uno u otro vídeo.

El NASDAQ recurre al aprendizaje profundo para detectar posibles intentos de manipulación del mercado, y confía en exportar el modelo a otras bolsas. Pero la Bolsa de Nueva York recorre el camino contrario: mayor papel para los humanos.

Una cavidad que permita simular la respiración, unida a la capacidad de mover de forma realista las extremidades, son las características anunciadas para próximas generaciones del sexbot Emma, del fabricante chino AI-AItech.

El Financial Times cifra el coste del joven Smith en el doble del sueldo del actor real. Pero la introducción de la tecnología deepfake permitirá pronto ver cosas similares con presupuestos mucho más reducidos.

Imagina estar viendo tu película ochentera favorita en una plataforma de streaming y encontrarte en una escena con un panel publicitario anunciando el iPhone 11.

Yui: ese es el nombre del asistencia digital que Toyota ha creado para permitirnos controlar su coche mediante la voz.

Tras un proyecto piloto de varios meses y más de un millar de entregas de material sanitario a un hospital de Carolina del Norte, la FAA da el visto bueno a la flota de drones de UPS.

Facebook nos dará la opción de saber quién sube a la red social fotos en las que aparezcamos, pero suprimirá las sugerencias de etiquetado que nos animaban a indicar qué amigos aparecían en nuestras fotos.

Viajes inolvidables en el mal sentido de la palabra, por "frenados contantes y excesivos" y por "conducción inestable": esa es la experiencia del 47% de los usuarios del servicio de taxis autónomos de Waymo en San Francisco y alrededores.

"Hablas demasiado rápido" o "has permanecido demasiado tiempo en silencio" son algunas de las instrucciones que este algoritmo proporciona a los empleados de call centers para procurar que su atención sea, irónicamente, más humana.

La última ha sido Engineer.ai, pero desde hace más de una década aparecen regularmente casos de empresas cuyos productos de IA resultan no ser más que humanos haciendo el papel atribuido a las máquinas.