trabajo híbrido

Dell ha declarado la guerra al teletrabajo endureciendo las condiciones de su política de vuelta a la oficina. Algunos ven en ese cambio una estrategia para forzar dimisiones y ahorrarse el coste de las indemnizaciones por despido.

Varias investigaciones apuntan a que los teletrabajadores tienen más posibilidades de ser despedidos y menos opciones para acceder a ascensos e incrementos salariales.

El coste de la vuelta a la oficina para los empleados se equipara al de la cesta de la compra mensual para dos personas. Este sobrecoste y una política de vuelta a la oficina mal gestionada puede ser desastrosa.

La Junta de Andalucía negocia un nuevo plan para regular el teletrabajo en la Administración pública. El borrador de ese acuerdo contempla un día de teletrabajo a la semana para determinados puestos que no requieren presencialidad.

SAP es uno de las mayores empresas de software de Europa y prometió a sus empleados mantener el teletrabajo. Ahora ha cambiado de opinión ante el enfado de sus empleados que amenazan con renunciar.

Un informe elaborado por la tecnológica Atlassian apunta a que las herramientas de trabajo han cambiado y, por tanto, no importa si se utilizan desde la oficina o desde casa, por lo que el impacto en la productividad es nulo.

Un estudio ha observado los datos de 100 empresas antes y después del teletrabajo y no ha encontrado relación alguna entre la vuelta a la oficina e incrementos en la productividad o mejores resultados financieros de las empresas.

Una empresa de servicios online ha publicado un vídeo invitando a sus empleados que todavía trabajan en remoto a volver a la oficina. El método que han usado: ridiculizarlos y amenazarles.

La ocupación de las oficinas se ha resentido tras la pandemia y para cubrir las nuevas necesidades de las empresas han tenido que adaptar el espacio y el uso. Un estudio muestra cómo se han aplicado esos cambios.

Una encuesta concluye que es un 24% más fácil conseguir un ascenso o un aumento de sueldo cuando se trabaja de forma presencial que cuando se teletrabaja. El sesgo de distancia social se mantiene vigente en 2023.

No existen datos concluyentes sobre la pérdida de productividad en el teletrabajo pero, de todas formas, algunas empresas han vuelto a las oficinas. Detrás de esas decisiones encontramos algunos sesgos cognitivos.

Un experto de Stanford asegura que el trabajo presencial ha perdido la partida frente al teletrabajo, que se mantiene estable desde 2022.