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Así es como tu portátil sufre cuando lo dejas al sol del verano y te olvidas de él

Así es como tu portátil sufre cuando lo dejas al sol del verano y te olvidas de él
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Estamos en la época de máximo apogeo de las temperaturas. Este año, además, están subiendo por encima de la media, lo cual pone a prueba la capacidad de nuestro organismo para mantener la temperatura óptima para desarrollar las actividades del día a día.

Pero estas altas cifras también ponen a prueba a nuestros dispositivos tecnológicos, llevándolos a zonas de funcionamiento “incomodas” hasta el punto de ser recomendable protegerlos para evitar que se averíen o no funcionen bien.

Los portátiles son uno de estos dispositivos sensibles al calor. Y, ante la llegada de un verano tórrido es conveniente adoptar algunas medidas preventivas para mantener su temperatura bajo control. No es broma, la tecnología sufre mucho cuando se somete a los efectos del calor, tanto en la parte de la electrónica, como de sus materiales, en el rendimiento y la vida útil de la batería.

La refrigeración: termodinámica pura

La refrigeración de los portátiles se basa en principios termodinámicos no demasiado diferentes a los que usa nuestro cuerpo, pero sin el componente del sudor. Los componentes electrónicos, y especialmente el procesador, alcanzan temperaturas de entre 80 y 100 grados. Si no hubiera un sistema que fuera “sacando” ese calor del procesador a un ritmo suficiente como para mantener un sistema continuo de generación y extracción, acabaría por quemarse y estropearse.

Laptop Heat Pipe Wikipedia

La forma de “sacar” fuera ese calor es mediante los sistemas de refrigeración. De forma general, pegado al procesador está un disipador de cobre, excelente conductor del calor, que a su vez está unido a un sistema de “pipes” o tubos en los que suele haber un líquido conductor que en la parte donde toca al procesador se vaporiza, para pasar a la parte fría del tubo de cobre, donde se vuelve a licuar en contacto con el aire, a una temperatura inferior.

Cuando el calor generado por el procesador es muy alto y continuado, entra en acción el ventilador del portátil, que es el que escuchamos cuando estamos trabajando con aplicaciones de alto rendimiento. O cuando la temperatura ambiente es más elevada de lo habitual.

El calor va de la parte caliente a la parte fría. Cuanto más fría esté, mejor será la disipación de calor. En verano, la temperatura ambiente puede ser más de 15 grados superior a la de otras estaciones, pasando de 20–25 grados a incluso más de 40 grados. Y eso afecta a la correcta refrigeración de la CPU.

Transformer 3 Pro T303 03

Un elemento importante del portátil es la rejilla de ventilación, que es el lugar donde se produce el intercambio térmico entre el calor del interior y el aire del exterior. Es conveniente que esté en un lugar donde no haya hada que obstaculice el aire. La ubicación de la rejilla en, por ejemplo, un ASUS Transformer 3 Pro, es buena, al estar en un lugar donde raramente habrá obstaculos.

Los sistemas de protección de los procesadores

Hace años, cuando un procesador se calentaba en exceso por un problema con el ventilador, incluso llegaba a arder. Hoy en día, los fabricantes incluyen mecanismos que hacen que si la temperatura se mantiene por encima de límites “seguros”, el rendimiento del chip se reduce para mantener la temperatura en niveles óptimos.

Así que, como primer efecto del calor, tenemos que el rendimiento de nuestro portátil puede reducirse notablemente, impidiendo el uso del turbo boost, o incluso bajando la frecuencia de reloj nominal.

El síntoma más evidente de que hay excesivo calor en el portátil es escuchar al ventilador funcionando todo el rato, lo cual significa que la temperatura ambiente no es capaz por sí misma de hacer que los principios termodinámicos funcionen.

Ojo con la batería

Los “calentones” de verano son un enemigo serio para las baterías. Son componentes químicos, y como tales, su funcionamiento óptimo depende de la temperatura. Las baterías de iones de Litio, son bastante sensibles a sus cambios, tanto a los que se observan durante el proceso de carga como a los de la temperatura ambiente. Una exposición al sol directo, por ejemplo, puede degradar significativamente la capacidad de carga de la batería de nuestro equipo. Otro tanto de lo mismo sucede si lo usamos en lugares con una temperatura especialmente alta.

Los efectos negativos afectan a la capacidad de carga, reduciendo de manera efectiva el numero de ciclos disponibles. No es una ciencia exacta, pero en casos extremos de exposición al sol y calentamiento, la vida útil de la batería puede reducirse de manera significativa.

En este punto, es importante evitar que el sol incida directamente en nuestro portátil y vigilar que las salidas de refrigeración no estén tapadas por nada que reduzca su capacidad para extraer el aire caliente del interior y “chupar” aire menos caliente del exterior.

El calor puede afectar a la integridad de la carcasa

En casos de exposición directa al sol, los materiales plásticos pueden sufrir deformaciones a nivel de carcasa debido a las altas temperaturas que alcanzan. O la degradación de la pintura o la laca que los recubra. Los materiales plásticos son resistentes y ofrecen una buena rigidez estructural pero el calor puede afectar a sus propiedades, incluso provocando abombamientos.

En verano puede suceder que dejemos el portátil en una mesa junto a una ventana, y que, durante ciertas horas del día el sol entre por esa ventana, incidiendo de manera directa sobre el equipo o partes de él. Hay que estar atentos para que esto no suceda.

Otro tanto de lo mismo hay que tener en cuenta si dejamos el equipo en el coche. Otra fuente de “calentones” frecuente en la época estival.

Los equipos con carcasa de aluminio, como el ASUS Transformer 3 Pro, no sufrirán este tipo de efectos sobre la carcasa. Sí tendrán que tener precaución con otros efectos, como el aumento de temperatura en los componentes internos, ya que puede afectar al rendimiento del equipo tal y como veíamos antes.

El portátil está tan caliente que no se puede apoyar en las piernas

Lo cierto es que en verano usamos prendas que dejan expuestas las piernas. Y eso, junto con el incremento de temperatura de trabajo del equipo, al disipar más calor, hace que la sensación térmica al contacto con las piernas pueda ser incomoda o hasta insoportable.

En general, no se recomienda tener el portátil apoyado en el regazo, pero en verano menos. Especialmente porque lo suyo es apoyarlo sobre una superficie disipadora del calor.

En ordenadores con carcasas de aluminio o de aleaciones metálicas, el efecto es más intenso aun gracias a las propiedades disipadoras del metal. En cualquier caso, recuerda que, aunque lleves pantalones o faldas largas, los tejidos no suelen ser buenos disipadores de calor, por lo que será mejor evitar su uso en esta posición.

Transformer 3 Pro

Los equipos como el ASUS Transformer 3 Pro, de tipo convertible, integran toda la electrónica junto a la pantalla, por lo que no tendremos el problema del calentamiento en las piernas. Es una ventaja derivada de un diseño con teclado separable.

Soluciones para el calor

Para evitar que el calor haga mella en nuestro portátil, tendremos que adoptar algunas medidas sencillas. Por ejemplo, además de velar porque el sol no incida directamente sobre el equipo, es interesante apoyar el equipo sobre superficies que disipen bien el calor.

Mejor aún, instalarlo sobre un soporte que separe la base del equipo de la mesa o la superficie donde esté apoyado para que circule el aire. Existen, incluso, soportes con ventilador integrado que aportan un extra de aire que puede hacer que nuestro equipo funcione más ágilmente al evitar que entre “en corte” cuando la temperatura supera un valor dado.

En casos como el del ASUS Transformer 3 Pro, su diseño es especialmente adecuado al tener la parte de la electrónica detrás de la pantalla en vez de bajo el teclado. Por lo que podremos usar el equipo en cualquier posición y lugar sin comprometer la refrigeración.

Asus Ifixit

Es importante, eso sí, tener localizadas las rejillas de ventilación y mantenerlas limpias. El polvo tiende a acumularse en las rejillas y los ventiladores internos, obstaculizando el flujo de aire, especialmente necesario en la época de más calor.

Cuando cargues el portátil, trata de hacerlo en lugares especialmente bien refrigerados. Al calor del ambiente, durante la carga, hay que sumar el calor propio de la batería. Si no tienes más remedio, hazlo, pero si puedes esperar a estar en una estancia bien ventilada, mejor.

Hw Monitor

Si te interesa saber que temperatura tienen los componentes internos del portátil puedes usar programas de diagnóstico, como HWmonitor Pro, donde encontrarás valiosa información sobre tu portátil y, por supuesto, la temperatura del procesador. Si observas valores por encima de los 80 grados, cuidado.

Foto | Heatpipe de Wikipedia, Despiece ASUS Zenbook UX32VD iFixit

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