El entorno empresarial ha cambiado en las últimas décadas. De la empresa tradicional con amplias plantillas y departamentos de TI específicos a la atomización del mercado laboral y las micropymes.
El 'Retrato de la PYME 2018', publicado por el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad, demuestra que el 93% de las empresas españolas tienen menos de 10 trabajadores , y el 55,6% son unipersonales. Y, sin embargo, siguen necesitando experiencia TI.
Es decir, tanto una multinacional con miles de empleados como una micropyme unipersonal necesita acceso a tecnología básica para llevar a cabo su actividad. Un ordenador, acceso a Internet, salvaguardias de seguridad, una página web, mantenimiento, etc. Pero un autónomo no se dedica al TI, ni a la contabilidad, ni al marketing… ¿y si la efectividad en microempresas es una cuestión de escala?
Las áreas de negocio del autónomo y micropyme
Cójase cualquier micropyme de España –se dedique a lo que se dedique y esté en cualquier sector de actividad– y tendrá que hacer frente a una serie de obligaciones contables. También necesitará un servicio mínimo de logística, finanzas, recursos humanos o marketing, entre otras áreas. La estructura de la cadena de valor tradicional (Porter) dibujaba las competencias más visibles.
En las pymes –y destacamos micropymes y autónomos– estas áreas no han desaparecido y suponen un importante corte temporal para el profesional. Una vendedora, un entrenador deportivo o una investigadora de élite seguirán teniendo en sus pequeñas estructuras empresariales la necesidad de una nube de servicios en ámbitos fuera de su área de experiencia.
Es por eso que existe la figura del gestor externo para llevar las cuentas, el _community manager_ encargado de la difusión, el mantenimiento TI externalizado, etc. De este modo el autónomo delega ciertas tareas para centrarse en aquello en lo que es un profesional. Su área de experiencia y negocio. Pero, ¿por qué no hacemos esto con los dispositivos físicos?
¿Adiós al PC de sobremesa?
Lo preguntamos con otro interrogante: ¿Por qué las micropymes siguen invirtiendo en un sobremesa que no aporta flexibilidad ni se adapta a su trabajo? Delega la contabilidad, externaliza el servicio TI y contrata profesionales de marketing y, sin embargo, sigue trabajando en grandes equipos cuyo diseño data de finales de los 90 y que estaban dirigidos a las grandes empresas.
El PC tradicional está en retroceso. Eso es lo que indican varios informes como el que se ve arriba ( IDC-BI 2016). Del pico en 2011 las ventas han ido reduciéndose y parecen haber encontrado cierto apoyo inferior. En los domicilios dispositivos como smartphones y tablets se han disparado, y en las oficinas han empezado a aparecer los Mini PC al tiempo que el mercado se atomiza.
La portabilidad de los Mini PCs en las micropymes
Los autónomos, tanto si tenemos una oficina a la que acudir como si trabajamos desde casa, seguimos necesitando de un dispositivo con una buena pantalla y un procesador potente. Esto deja de lado el trabajar únicamente con el teléfono móvil o la tablet (que pueden ser una ayuda) y traslada la necesidad al mundo del PC, que no tiene por qué ser un sobremesa.
Es aquí donde entran los Mini PCs, pequeños ordenadores sin periféricos que incluyen todo lo que necesita una pyme: procesador, capacidad, un módulo de acceso WiFi a la red, y la posibilidad de ser conectado a cualquier pantalla. Sí, la televisión de casa o la pantalla de la habitación de un hotel incluidas. Todo dentro de un tamaño compacto como es el caso del Asus VC66 que podemos ver en la cabecera del artículo.
El VivoMini ha sido diseñado de modo que en unas dimensiones de 150 x 170 x 74 mm (cabe en un bolso) se encuentra todo nuestro ordenador. En otras palabras, el mismo Mini PC nos dará servicio tanto si trabajamos en oficina, en casa o tenemos que desplazarnos. Lo único que necesitamos es una pantalla a la que conectarlo y un teclado-ratón inalámbricos para funcionar.
La flexibilidad del día a día de una pyme
Para trasladar esta nueva concepción del ordenador al mundo laboral podemos visualizar un negocio familiar B2C con espacio físico (librería, bar, taller…). Los Mini PC permiten que todo el sistema TI de la empresa se encuentre bajo el mostrador , camuflado en el mobiliario.
También permiten su rápida retirada para trasladarlo al domicilio, o a una oficina al final de la jornada laboral con clientes. No es una "torre" de ordenador al uso sino un dispositivo portátil con conexión HDMI y todos los componentes necesarios para operar. Además de ofrecer una velocidad que aporta un sistema más ligero que trabaja con Windows 10, los Mini PC son ampliables.
En la imagen de abajo observamos cómo retirando la tapa y cuatro tornillos se puede sustituir la RAM por defecto de 4 GB por hasta 32 GB, a voluntad y siempre según las necesidades del usuario. Lo mismo ocurre con el disco duro de 2.5", capaz de admitir discos de 1 TB de capacidad. Para ello no se necesitan conocimientos técnicos. Basta un destornillador y los componentes:
La infraestructura TI de una minipyme
Hemos arrancado el artículo dando una pincelada sobre las minipymes, hablando de servicios y externalización y nos hemos trasladado a los dispositivos _mini_. Pero, ¿qué hay de la infraestructura TI mencionada arriba? Destacamos ASUS Business Manager, un servicio diseñado específicamente para dar apoyo técnico a pequeñas empresas.
Esta aplicación ha sido capaz de reunir en un único lugar aquellos servicios TI que las pymes y micropymes necesitan con más frecuencia. Por ejemplo, accesos directos al Small Business Advantage (SBA) de Intel o al sistema de copias y restauración de Windows 10. Pero también opciones de seguridad, soporte en línea o gestión de los recursos del Mini PC.
Esta apuesta de ASUS como proveedora de soluciones profesionales a pymes y micropymes destaca por haber sido capaz de trasladar la mentalidad que observamos en dispositivos móviles al ámbito profesional de Windows. Con ella la capacidad de virtualizar escritorios remotos o el automatizar tareas básicas.
El mundo empresarial está virando hacia la emprendeduría y las micropymes, muchas de ellas sin personal a su cargo. Estas estructuras unipersonales o equipos que no superan las 10 personas siguen necesitando una infraestructura básica a su alrededor que les permita operar pero que no les restrinja sus movimientos y la flexibilidad que aporta ser pequeño.
Los Mini PC, como el VivoMini, y servicios como ASUS Business Manager permiten esa ventaja de ser una microempresa con las posibilidades y seguridad que aporta el contar con dispositivos. Sin sacrificar servicio ni calidad del mismo. Sólo hay que echar un ojo al compromiso de ASUS con este segmento, con dispositivos adecuados a cualquier escenario laboral y empresarial.
Imágenes | quan le, Porter, ASUS, ASUS y foto de cabecera, modelo Asus VivoMini VC66
