Steven Van Slyke desarrolló la tecnología OLED en 1979, mientras trabajaba en Eastman Kodak. Pero no fue hasta 1997 cuando Pioneer incorporó un panel de este tipo por primera vez en un dispositivo comercial; una radio para el coche. Hoy en día las pantallas OLED están en todo tipo de productos, gracias a su excelente contraste y un grosor ultradelgado. También es el tipo de pantallas que se ofrece en los televisores de gama alta. Pero todo tiene un inicio.
Hoy os hablaremos del primer televisor OLED, un pionero en su época que pese a marcar el camino poco tiene que ver con los actuales televisores OLED de 55 o más pulgadas que ahora inundan el mercado.
Sony XEL-1, el televisor con "la pantalla más fina del mundo"
Un par de años antes, Samsung anunciaba la creación de su panel OLED de 21 pulgadas para televisores. Pero no llegó a lanzar su propia televisión. Tampoco llegaron antes a la venta los tres prototipos de televisor OLED que mostró Seiko Epson y se iban a ofrecer comercialmente en 2007. El primer televisor comercial que se puso a la venta fue finalmente el Sony XEL-1.
Sony sabía que tenía entre manos un producto diferente y durante unos meses estuvo anticipando su llegada. Bajo el nombre de "SonyDrive", la marca japonesa jugó con la prensa para que intentáramos descubrir de qué se trataba. Como se reveló tiempo después, no estábamos ante un "revolucionario sistema de almacenamiento masivo" como se llegó a pensar.
El Sony XEL-1 era un televisor de gama alta, con un panel de tan solo 3 milímetros de grosor. Se presentó como "la pantalla más fina del mundo" y el diseño estaba muy cuidado. Pero para los estándares de hoy en día, era un televisor enano. Su panel OLED únicamente tenía 11 pulgadas, con una resolución 960 x 540 píxeles y una diagonal de 28 centímetros.
El televisor disponía de conexión dos puertos HDMI 1080p, dos altavoces de 1,2W, USB 2.0 y DVB-T, pero lo que más llamó la atención en su momento fue la calidad de imagen proporcionada por el panel OLED.
"Observe el futuro desde el primer TV OLED"
11 pulgadas es un tamaño realmente pequeño, incluso para la época. En 2008, cuando el televisor llegó a España, las compañías ya estaban vendiendo televisores por encima de las 40 pulgadas. Pero la apuesta por la tecnología OLED fue algo realmente novedoso.
Más allá de su diseño vanguardista, el Sony XEL-1 destacaba por la colorimetría y definición. Los LCD de 2008 estaban muy alejados de lo que la tecnología OLED puede ofrecer. Para hacernos una idea, únicamente debemos pensar en los efectos halo y el contraste de un LCD de la época, en comparación con el negro brillante y perfecto que por definición tiene el OLED.
Mientras los televisores tenían un ratio 3000:1 o 4000:1, el Sony XEL-1 alcanzaba un contraste 1.000.000:1, por poner un número, ya que el contraste del OLED es perfecto al poder apagar orgánicamente los píxeles. Esa innovación llevó a que algunos usuarios adquirieran el televisor para experimentar, años antes, lo que el futuro iba a deparar.
Valga comentar que los problemas del OLED también hicieron acto de aparición. Y mientras Sony hablaba de una vida útil de 30.000 horas, los estudios de DisplayResearch concluyeron que el brillo de la imagen después de 17.000 horas se reducía a la mitad.
La propia nota de prensa de Sony hablaba de "observar el futuro", con una "respuesta prácticamente instantánea en pocos microsegundos, más de 1.000 veces más rápida que los LCD".
En la misma dirección apuntaron algunas reviews, como la de Wired. Un análisis que como vemos, el tiempo le ha dado la razón:
"A veces puedes ver el futuro en un dispositivo. Bueno, lo vemos en el diminuto XEL-1, con la primera TV OLED lista para el consumidor. Al igual que un jumbotron de la vieja escuela, cada píxel crea su propia luz, eliminando la necesidad de una retroiluminación voluminosa. Y cuando un píxel está apagado, está apagado, a diferencia de los LCD, que siempre emiten un brillo residual. El resultado es un contraste alucinante y una imagen más clara, más nítida y más vibrante que cualquier cosa que hayamos visto, más un tiempo de respuesta prácticamente imposible de desbloquear que convierte al XEL-1 en un monitor de juego increíble. Si solo la pantalla de 11 pulgadas te permitiera ver sus glorias desde más de unos pocos metros de distancia. No va a reemplazar su plasma de 50 pulgadas, pero su progenie tecnológica lo hará".
A la venta por 4.999 euros en tiendas como El Corte Inglés
Sony fabricó unas mil unidades al mes hasta que se descartó el modelo, en febrero de 2010. Debido al elevado coste del OLED y el auge de los paneles de gran pulgada.
A principios de diciembre de 2017 se lanzó en Japón, pero no fue hasta un año más tarde cuando Sony puso a la venta el primer OLED en España. Una llegada con repercusión en el precio. Mientras el televisor empezó con un coste de unos 2.000 dólares en Japón, a España llegó por 4.999 euros.
El Sony XEL-1 se puso a la venta en tiendas como El Corte Inglés y fuentes de la compañía japonesa en España nos explican que sí se llegaron a vender distintas unidades. "En línea con su gama de precios, pero sí se vendieron", nos indican. Era un televisor de bolsillo, pero también la puerta de entrada para poder experimentar en casa con una calidad de imagen inédita para la época.
Afortunadamente, tal y como se anticipó entonces, la tecnología OLED ha ido creciendo en tamaño y bajando suficiente de precio para que más usuarios puedan disfrutarla en el salón de su casa.
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