LG ha dominado el mercado de los paneles OLED de gran formato durante casi una década. Todos los televisores con matriz orgánica que los consumidores hemos comprado hasta bien entrado 2022 incorporaban necesariamente un panel producido por esta marca. Hubiesen sido o no fabricados por LG. Y es que Sony, Panasonic, Philips o Hisense son algunos de los clientes más importantes de LG Display, que es la filial de LG especializada en la fabricación de paneles de imagen.
La irrupción a mediados de 2022 de Samsung en el mercado de las matrices OLED de gran formato ha puesto fin al dominio absoluto que tenía LG. La cuota de mercado de esta última marca sigue siendo con toda probabilidad superior debido a que, por el momento, los usuarios solo podemos comprar dos televisores con panel QD-OLED: el S95B de la propia Samsung y el A95K de Sony. Pero en 2023 la oferta de televisores QD-OLED será mayor, y, por tanto, Samsung representará una amenaza mucho más contundente para LG.
Los efectos de la batalla que ya están librando estas dos marcas han adquirido protagonismo durante la última edición del CES. Y es que ambas han presentado innovaciones muy importantes que persiguen incrementar la competitividad de los televisores OLED que colocarán en las tiendas durante los próximos meses. Los paneles con microlentes de LG representan un gran avance para esta marca, que se ha visto obligada a poner toda la carne en el asador para soportar la embestida de una Samsung que ya tiene listas sus matrices QD-OLED de segunda generación.
La entrada de China en este mercado es lo mejor que nos puede pasar a los usuarios
Para Corea del Sur la industria de los paneles OLED es estratégica, al igual que la de los semiconductores o las baterías. Y esto significa que sus principales actores cuentan con el respaldo económico del Gobierno del país, que les va a reducir los impuestos que pagan actualmente hasta un 8% y pondrá a su disposición un crédito fiscal de hasta el 25% si inician la construcción de una nueva fábrica de paneles orgánicos en suelo surcoreano antes de que finalice 2023.
BOE planea entrar en el mercado OLED con paneles de hasta 95 pulgadas
El Ministerio de Economía y Finanzas surcoreano ha decidido incluir la tecnología OLED en la lista nacional de tecnologías estratégicas por un buen motivo: la entrada del gigante chino BOE en este mercado representa una amenaza. Una gran amenaza. A mediados de 2022 la consultora DSCC anticipó que esta marca planea entrar en el mercado de los paneles orgánicos de gran formato. Y, además, prevé hacerlo poniendo a disposición de sus clientes matrices de hasta 95 pulgadas con las que pretende “atacar” todos los segmentos del mercado de los televisores en los que están presentes LG y Samsung.
BOE no es ninguna novata en esta industria. Y sus competidores surcoreanos lo saben mejor que nadie. De hecho, suministra paneles OLED a Apple, al igual que Samsung y LG, así como a otros fabricantes de teléfonos móviles, ordenadores portátiles y otros dispositivos. Aún está por ver si las matrices orgánicas de gran formato de BOE tienen una calidad global equiparable a la de los paneles que producen sus dos competidores surcoreanos, pero podemos estar seguros de algo: su irrupción en el mercado desencadenará inevitablemente un descenso de los precios.
La entrada de Samsung ha provocado que LG pise el acelerador a fondo y presente, para sorpresa de todos los que seguimos la pista a esta industria, la que posiblemente es su mayor innovación desde la llegada de la tecnología OLED a los televisores: las microlentes. Y la entrada de BOE en este mercado obligará a los dos fabricantes surcoreanos a incrementar su competitividad ajustando más los precios. En este contexto parece razonable prever incluso que los paneles orgánicos acaben llegando también a los televisores de las gamas media y de entrada. Crucemos los dedos.
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