La entrada de Samsung en el mercado de los paneles OLED de gran formato como única alternativa a LG ha puesto fin al dominio absoluto de esta última marca. Durante nuestras pruebas los televisores S95B de Samsung y A95K de Sony, que son los primeros que apuestan por un panel QD-OLED fabricado por Samsung, nos han sorprendido por su calidad de imagen global, y, sobre todo, por la riqueza con la que reproducen el color.
No cabe duda: las matrices orgánicas QD-OLED son una alternativa muy sólida a los paneles W-OLED de LG. Y, como cabía prever, esta última compañía no se ha sentado a esperar para ver cómo reacciona el mercado. De hecho, no ha tardado en enseñar los dientes. Sus paneles OLED EX llegaron a finales del año pasado para plantear batalla a los QD-OLED de su competidor, pero esta no es en absoluto la única arma que blande LG.
Todos los paneles serán EX. Y en la retaguardia se atrincheran los MLA
Las matrices OLED EX de LG nos prometen superar en un 30% la capacidad de entrega máxima de brillo de los paneles OLED de tercera generación. Para lograrlo los ingenieros de esta marca han introducido en la receta un ingrediente nuevo, el deuterio, que es un isótopo del hidrógeno que durante los últimos años está haciendo mucho ruido debido a su participación junto al tritio en el combustible utilizado en los reactores experimentales de fusión nuclear.
No obstante, esto no es todo. Los paneles OLED EX conviven con un nuevo algoritmo de procesado que, según LG, recupera más información de detalle, contribuye a una reproducción más precisa del color e incrementa la eficiencia energética del panel. Todo esto suena muy bien, y esperamos contrastarlo tan pronto como uno de los primeros televisores equipados con estas matrices caiga en nuestras manos.
En cualquier caso, la auténtica noticia es que LG ha confirmado que en adelante todas las matrices orgánicas que producirá en sus fábricas de Corea del Sur y China serán de tipo EX. Aun así, esto no significa que los demás paneles de esta marca, como los evo de tercera generación, vayan a desaparecer del mercado. Con toda probabilidad seguiremos viéndolos en las tiendas hasta que el stock actual se haya vendido completamente (cabe la posibilidad de que algunos de ellos tengan descuentos apetecibles).
El propósito de esta maniobra de LG es claro: ha decidido poner toda la carne en el asador para evitar que Samsung atraiga a sus clientes. Y una manera de intentarlo pasa por maximizar la producción de sus matrices más avanzadas, que no son otras que las OLED EX. Además, la fabricación a gran escala de estos paneles debería reducir su coste, y, por tanto, también incrementar su competitividad.
No obstante, esta no es la única arma de LG. Como os contamos en mayo, ya tiene preparadas las matrices MLA (Meta-lit Lens Array), que acabarán reemplazando a los paneles EX. Esta tecnología recurre a unas microlentes alojadas sobre los LED orgánicos para actuar sobre el paso de la luz, lo que permite a estos paneles, según LG, entregar un brillo máximo de 2.000 nits sin degradar la reproducción del color. Suena muy bien. Cuando lleguen veremos si cumplen lo prometido, pero podemos estar seguros de que 2023 será un año apasionante para los entusiastas de los televisores.
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