El año pasado Ikea decidió meterse en el mercado de los televisores con Uppleva. Un dispositivo que al principio nos sorprendió a muchos: un fabricante de muebles se metía en un sector muy competitivo pero donde esperaban que sus valores ayudaran a hacerse un hueco.
Tras una tímida experiencia piloto, y algunas dudas en el aire, hace menos de un mes Uppleva despegó en España. Hoy hemos tenido oportunidad de probarla y a continuación os contamos nuestras primeras impresiones de un gadget familiar pero a la vez atípico.
El mueble que quería ser televisor
Nos sentamos con los representantes de Ikea y comenzamos a hablar de la filosofía de este proyecto. Cinco años de investigación y desarrollo donde la compañía sueca empezó a vislumbrar una posibilidad: ofrecer una solución íntegra entre mueble y televisor.
Es cierto que al usuario más avanzado estos detalles de instalación no le preocupan tanto ya que suelen recurrir a sus propios sistemas. Sin embargo, la mayoría buscan algo sencillo de instalar y al final, desde un punto estético, afea un poco tener unos cables colgando con muebles de diseño.
Bajo esta idea nace Uppleva: un televisor modular que podemos instalar en diferentes tipos de muebles y tamaños (cuatro para las pantallas). Da igual si tenemos un salón grande o una habitación pequeña, podemos montarlo a nuestro gusto, y ahí es donde el precio empezará a fluctuar.
Al final, eso sí, todo acaba volviendo al mismo concepto: un mueble con televisor integrado. No estamos ante un clásico mueble con el hueco para el televisor sino algo más completo donde también irá el equipo de sonido y el multimedia en módulos.
La idea modular es buena, compramos en función de lo que necesitamos. Sin embargo, con algunos detalles han ido quizá demasiado lejos. ¿Un módulo para la conexión WiFi? Ikea dice que sí, a pesar de que muchos usamos estas conexión. Eso sí, el ethernet viene de serie.
La estética y el diseño es campo de nuestros compañeros en Decosfera, que son los verdaderos expertos en la decoración. Por fuera, como xatakero, me ha convencido: todo va muy en la línea de Ikea por lo que si nos gustan los muebles de los suecos no tendremos problemas.
Los materiales están en la gama media del mercado: no cuenta con los acabados de los titanes del sector, pero tampoco son un amasijo de plástico que denota una fabricación barata. Correcta, un diseño muy limpio y con la opción de montarlo con brazos móviles.
Vamos, ahora sí, con los aspectos técnicos. Ikea se ha aliado con TCL para fabricar toda la parte electrónica. Según nos cuentan representantes de la compañía, la colaboración con el productor chino ha sido muy estrecha y se han respetado los diseños originales.
La pantalla, con un tamaño de 46,40,32 y 24 pulgadas, emplea un panel LED que, en los puntos de demostración en las tiendas, no mostraban un rendimiento destacable. Ikea reconoce que no pretenden competir en la gama alta sino en otros públicos con necesidades diferentes.
También hay que recordar la diferencia siempre entre los contenidos grabados especialmente para reproducir en modo demo y la televisión real. Esta última no terminaba de ofrecer una calidad realmente buena. No era mala, sino en la media. Correcta, para quien quiera un televisor sin más.
Además de las funciones básicas del televisor en sí, Uppleva cuenta con un sistema de Smart TV, desarrollado por la compañía alemana Netrange, bastante sencillo y en la línea estética de la cartelería de Ikea. En este sentido, supone una diferencia importante frente a la competencia.
Todo bastante simplificado en un esfuerzo por llegar a ese gran público que busca tener funciones de conectividad pero no quiere complicarse. Cuenta con las opciones justas, y aunque cuenta con aplicaciones, habrá quienes echen de menos detalles más concretos.
Uppleva, conclusiones
Desde una perspectiva pragmática, la unión entre televisión y mueble no es algo nuevo como tal. Una unión virtual eso sí, aquí Ikea quiere ir más allá y aunque no pretende robarle una cuota de mercado importante a los coreanos o japoneses, si que quiere hacerse un hueco.
La propuesta es original, especialmente para quienes prioricen la decoración frente a la tecnología. Sin necesidad de gastarse mucho dinero claro, que para eso ya hay otras compañías que también ofrecen diseño exclusivo y mejor tecnología, a precios accesibles para pocos.
El hecho de que sea un televisor, a priori, en la línea media del mercado no es un problema. Quienes busquen más quizá queden un poco desencantados por sus limitaciones en el software y la tecnología. Quienes quieran tele y mueble al estilo Ikea podrán estar tranquilos: se ajusta a todo tipo de habitaciones, la versatilidad es su principal virtud. La técnica, es secundaria. Aunque saldremos de dudas en un análisis a fondo.
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