Ya tengo un nuevo objeto de deseo, esta vez en forma de televisor de plasma de 32 pulgadas. ¿Un plasma tan pequeño? Pues sí, la que hasta ahora era una medida de televisor exclusiva de los LCD (y se han aprovechado muy bien), ahora se convierte en un número mágico para el fabricante LG.
El LG 32PG6000 debe haber sido creado pensando en su colocación en reducidos espacios o salones con el televisor bastante cerca de nuestra posición. Con esas condiciones, tamaño y distancia de visionado, que sea un televisor con una resolución de 1024×720 píxeles en vez de 1080p no nos debe importar. Seguramente no seamos capaces de notar ninguna diferencia.
Donde sí notaremos una importante mejora es en las imágenes en movimiento. Este televisor cuenta con la tecnología SuperMotion 600Hz, que coloca 12 fotogramas seguidos como complemento perfecto de la ya rápida respuesta de los equipos de plasma. En este modelo es de 0.001 ms.
Lo que sí vamos a notar son sus muy buenas especificaciones: un brillo alto de 1.500 cd/m2 y un contraste de 1.000.000:1 que es en realidad un excelente 30.000:1 en modo estático. Lástima que no tenga sintonizador TDT de alta definición.
Hay otras mejoras en las imágenes, de las que se encarga el procesador XD Engine Dual. El panel nos ofrece también un sistema antireflejo.
El sonido también ha sido pensado con mimo. Ocultos en el televisor, cuyo diseño es de una sola capa, sin marco, este LG 32PG6000 dispone de un sistema de sonido con decodificador Dolby Digital integrado y usa el propio televisor como caja de resonancia. Quizás se quede justo de potencia, pues ofrece 20 W en total. Para unos diálogos claros incorpora la tecnología ClearVoice.
De conectividad tampoco anda nada mal este televisor de LG. Tenemos nada más y nada menos que cuatro puertos HDMI, salida VGA y puerto USB, además de las habituales conexiones clásicas.
El plasma LG 32PG6000 asegura en teoría una vida útil de 100.000 horas (unos 34 años a razón de 8-9 horas al día) y tiene un precio de 700 euros.
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