LG OLED 8K, OLED evo y QNED Mini-LED (2022), primeras impresiones: artillería para competir en un mercado más agresivo que nunca

Ya hemos podido ver en acción los televisores OLED y QNED con retroiluminación Mini-LED que nos propone LG este año. Esta primera toma de contacto nos ha servido para hacernos una idea bastante precisa acerca de qué es lo que nos ofrecen no solo desde el punto de vista de su calidad de imagen, sino también en lo que se refiere a las innovaciones que esta marca ha introducido en su software.

En este artículo vamos a indagar en los modelos de estas dos familias que durante las próximas semanas van a comenzar a llegar a las tiendas, pero aquí va un pequeño aperitivo para ir abriendo boca. Este año los paneles OLED evo de 3ª generación laten tanto en la serie G2 como en la C2, y no solo en la G1, como sucedió el año pasado.

Además, esta última gama, la C2, nos propone un interesantísimo modelo de 42 pulgadas que se suma por abajo al de 48 pulgadas que llegó en 2020. Y ahí va una buena noticia antes de meternos en harina: este año todos los conectores HDMI 2.1 son capaces de alcanzar una velocidad de transferencia de 48 Gbps, por lo que no están limitados a los 40 Gbps de años anteriores.

LG OLED 8K, OLED evo y QNED Mini-LED (2022): especificaciones técnicas

OLED 8K, OLED evo y OLED (2022): este año se estiran desde las 42 a las 88 pulgadas

Os proponemos empezar por todo lo alto: por el modelo insignia de esta marca para 2022. El televisor OLED 8K Z2 incorpora una matriz orgánica de última generación, que, eso sí, no pertenece a la familia 'evo', con una resolución nativa de 7680 x 4320 puntos. El procesado de la imagen recae en un chip 8K Alpha 9 Gen 5 que, como veremos más adelante, es el chip más avanzado que tiene LG actualmente.

Este televisor está disponible en 77 y 88 pulgadas; procesa contenidos Dolby Vision IQ, HDR10 y HLG, pero no lidia de forma nativa con HDR10+; y nos propone conectividad HDMI 2.1 en todos los puertos y Wi-Fi 6.

Cuando lo tienes delante te das cuenta de que LG ha mimado su acabado, y en lo que se refiere a su calidad de imagen sus negros son abisales y consigue recuperar una tremenda cantidad de detalle tanto en las regiones en sombra como en altas luces. Su precio lo coloca fuera del alcance de buena parte de los usuarios, pero quien pueda permitírselo apostará sobre seguro.

La serie G fue la única que el año pasado incorporó uno de los nuevos paneles OLED evo de tercera generación, pero este año, afortunadamente para los usuarios, comparte este componente con la más popular familia C. Estas dos series tienen mucho en común, pero hay algunas diferencias entre ellas que a los usuarios nos interesa conocer.

La más relevante es que, a pesar de que comparten el mismo panel, el modelo G2 incorpora un disipador que le permite evacuar con más eficacia la energía térmica. Esta característica ha permitido a los ingenieros de LG incrementar su capacidad máxima de entrega de brillo, que en el G2 alcanza picos en áreas acotadas del panel de 1000 nits, frente a los 900 nits máximos que consigue entregar la matriz orgánica del modelo C2.

La diferencia más evidente que hay entre ambos modelos consiste en que el C2 incorpora una peana central, mientras que LG nos entrega el G2 acompañado por un soporte de pared que queda oculto al instalar el televisor. Otra diferencia entre ellos que merece la pena que no pasemos por alto: el G2 nos propone conectividad Wi-Fi 6, mientras que el C2 implementa Wi-Fi 5.

Más allá de la ligeramente mayor capacidad de entrega de brillo del modelo G2, la calidad de imagen de este televisor es muy similar a la del C2. Estamos preparando el análisis en profundidad de este último, y esperamos poder publicarlo pronto, pero podemos anticiparos que este año LG ha conseguido refinar su procesado de la imagen.

Nuestras primeras sensaciones reflejan que tanto el G2 como el C2 reproducen el color de una forma ligeramente más fidedigna, pero manteniendo, eso sí, el ruido de alta frecuencia bajo control incluso en circunstancias desfavorables. En cualquier caso, en nuestro análisis pondremos a prueba minuciosamente su calidad de imagen.

En la siguiente fotografía podemos ver en acción la versión de 42 pulgadas del modelo OLED evo C2. Al igual que las demás propuestas de esta familia, incorpora una matriz evo, aunque, eso sí, su capacidad de entrega de brillo es ligeramente inferior a la de las versiones que incorporan un panel más grande. En cualquier caso, a priori nos parece una opción muy interesante para convivir con un PC o una consola de videojuegos de última generación.

El modelo OLED A2 es la puerta de entrada a los televisores con panel orgánico en el porfolio de LG, por lo que, aunque sus características son muy interesantes, recorta algunas de las prestaciones en las que se apoyan las familias superiores. Su procesador de imagen es un chip Alpha 7 Gen 5, y sus conectores HDMI implementan la norma 2.0b, y no la 2.1.

Esto lo coloca en cierta desventaja si necesitamos utilizarlo para videojuegos junto a una consola o un PC de última generación. Eso sí, su calidad de imagen global es alta, por lo que merece la pena tenerlo en cuenta si nuestro presupuesto es comedido.

QNED Mini-LED (2022): la retroiluminación mini-LED es la otra gran apuesta de LG

Este año el porfolio de televisores con panel LCD y retroiluminación mini-LED que nos propone esta marca es más jugoso que en años anteriores. El modelo más ambicioso es el QNED 99, que incorpora una matriz LCD IPS de hasta 86 pulgadas con resolución 8K (7680 x 4320 puntos). Del procesado de las imágenes se responsabiliza un chip Alpha 9 Gen 4, pero uno de los componentes que tiene un mayor impacto en su calidad de imagen global es su retroiluminación.

Y es que la versión de 86 pulgadas, que es la más grande, incorpora una matriz integrada por 28 800 diodos LED que persigue administrar la atenuación local de la retroiluminación con la máxima precisión posible. Como cabe esperar, la relación de contraste nativa de este televisor no consigue igualar la de un modelo OLED, pero, aun así, es muy convincente. Y, eso sí, su capacidad de entrega de brillo y el detalle que consigue recuperar en las regiones en sombra son sobresalientes.

El modelo QNED 91 apuesta por un panel LCD de tipo IPS con resolución 4K UHD (3840 x 2160 puntos). Del procesado de las imágenes se responsabiliza un chip Alpha 7 Gen 5, y su matriz de retroiluminación aglutina en la versión de 86 pulgadas 17 300 diodos LED organizados en 1440 zonas de atenuación local independientes. En esta primera toma de contacto nos han gustado, sobre todo, la precisión con la que reproduce el color y sus muy competentes negros.

El modelo QNED 86 se erige en la gama media de los televisores de LG con retroiluminación mini-LED, y comparte con el QNED 91 en el que acabamos de indagar el chip Alpha 7 Gen 5 que se responsabiliza del procesado de imagen. Un dato interesante de esta serie que a los usuarios nos viene bien conocer: en esta familia LG monta tanto paneles IPS como VA. La elección de una tecnología u otra está condicionada por el tamaño del panel, y puede tener un impacto perceptible tanto en la relación de contraste nativa de la matriz como en sus ángulos de visión.

Los modelos QNED 81 y 82 son más modestos que los televisores mini-LED en los que acabamos de indagar. Incorporan el mismo procesador de imagen Alpha 7 Gen 5 de las series superiores, pero su sistema de retroiluminación es más sencillo. De hecho, apuestan por una matriz LED periférica que no permite actuar sobre la retroiluminación con tanta precisión como la tecnología mini-LED de tipo FALD. Tampoco nos proponen compatibilidad con contenidos Dolby Vision, aunque, eso sí, estos televisores son más económicos que las series superiores.

El chip Alpha 9 Gen 5 nos promete el mapeado de tonos más avanzado

Como podíamos esperar, los procesadores Alpha 9 y Alpha 7 son los que tienen la potencia de cálculo necesaria para ejecutar los algoritmos de procesado más refinados, aunque hay varias diferencias entre estos dos chips en las que merece la pena que nos detengamos.

Una de las más relevantes consiste en que el procesador Alpha 9 Gen 5 es capaz de identificar con precisión el contorno de los objetos y los sujetos ubicados en primer plano para aplicarles un algoritmo específico que persigue incrementar su nivel de detalle.

Además, este chip es capaz de aplicar un mapeado de tonos dinámico sobre 5184 zonas independientes, mientras que el Alpha 7 Gen 5 'solo' puede analizar 576 áreas, y las mejoras las aplica de una manera uniforme sobre todo el fotograma.

WebOS 22 llega con mejoras interesantes

En el análisis del modelo OLED evo C2 que estamos preparando os contaremos con más detalle cuáles son las novedades que ha implementado LG en la última revisión de su sistema operativo para televisores, pero aquí va un aperitivo para ir abriendo boca. Una de las novedades consiste en que ahora cada usuario puede crear su propio perfil, de modo que al encender el televisor e identificarse la interfaz de WebOS adquiera la distribución y la estética que previamente ha especificado. Esta prestación es útil si varias personas utilizan habitualmente el televisor.

Además, WebOS 22 nos propone transformar el televisor en un altavoz inteligente gigante. Esto significa, sencillamente, que puede permanecer a la escucha, incluso cuando lo hemos apagado, para permitirnos interactuar con el asistente de voz tal y como haríamos con cualquier altavoz inteligente. Los televisores de LG son compatibles con Google Assistant y Amazon Alexa.

Estos televisores siguen siendo una delicia con videojuegos

Uno de los escenarios de uso en los que los televisores de las gamas media y alta de LG han destacado durante los últimos años son los videojuegos. Y es que no solo nos proponen conectividad HDMI 2.1 completa; también tienen una latencia de entrada muy baja, un tiempo de respuesta mínimo (especialmente los modelos con panel OLED) y compatibilidad con las principales tecnologías de refresco adaptativo, como NVIDIA G-SYNC o AMD FreeSync. Además, el panel que podéis ver en la siguiente fotografía nos permite consultar los parámetros relevantes en gaming de una forma muy cómoda.

No obstante, desde el panel de optimización del televisor para juegos podemos hacer algo más que consultar los parámetros de configuración relevantes en este escenario de uso; también podemos actuar sobre todos ellos sin necesidad de bucear en el menú de configuración global del televisor.

Algunas de las cosas que podemos hacer son activar las tecnologías de refresco adaptativo (VRR, NVIDIA G-SYNC y AMD FreeSync), habilitar el modo de baja latencia de entrada o actuar sobre algunos parámetros que condicionan la calidad de imagen, como, por ejemplo, el nivel de brillo que limita el detalle que es posible recuperar en las regiones en sombra. Como veis, este panel para juegos no pinta nada mal.

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