Por qué las teles siguen llegando con el USB-A que está desapareciendo en el resto de dispositivos

Enrique Pérez

Editor Senior - Tech

Editor especializado en tecnología de consumo y sociedad de la información. Estudié física, pero desde hace más de diez años me dedico a escribir sobre tecnología, imagen y sonido, economía digital, legislación y protección de datos. Interesado en aquellos proyectos que buscan mejorar la sociedad y democratizar el acceso a la tecnología. LinkedIn

Ni siquiera la última tele de 3.000 euros viene con USB-C. Mientras en móviles, tablets y ordenadores se está imponiendo el nuevo estándar, el mundo de los televisores parece anclado en el tradicional USB-A. Incluso la Unión Europea pide que para el 2024 todos los dispositivos se carguen por USB-C. ¿Por qué entonces este conector es prácticamente imposible de ver en las teles?

Hay que decir que el requisito del cargador único es precisamente para rellenar la energía, por lo que los televisores, que se enchufan a la toma de la corriente, quedarían fuera de esta obligación. Aún así, es llamativo que un conector que está poco a poco desapareciendo en el resto de dispositivos, en los televisores siga muy presente. Y no está previsto que el USB-C vaya a desembarcar en las teles durante los próximos años.

El puerto USB de las teles sigue dando mucha guerra

EL USB es uno de los conectores más útiles en los televisores. Nos sirve desde reproducir contenidos en un disco duro o una memoria externa hasta poder llegar a conectar un teclado, una webcam o un ratón. Es tan práctico que se ha acabado imponiendo ese dicho de que si algo funciona, mejor no tocarlo. Sin embargo, esos puertos USB también sirven para cargar dispositivos externos. Y aquí el USB-C sí podrían llegar a encajar.

Hay dispositivos, como los Chromecast o los Fire TV Stick que están pensandos para poder cargarse directamente en la tele. Se conectan por HDMI, pero se incluye un cable de carga para conectar directamente a la tele. Precisamente en estos dongles para Smart TV es cuando el USB-C podría tener sentido, ya que abre la puerta a enviar también señales de audio y vídeo.

La primera razón por la que el USB-C no parece triunfar entre los televisores es porque, pese a que podría ser útil para determinados dispositivos externos, la estrategia de los fabricantes de televisores es integrarlo todo. En vez de facilitar la presencia de accesorios, los fabricantes de tele quieren que no necesites nada más.

Otro de los principales motivos es el aspecto puramente económico. Aunque el USB-C está presente en cada vez más dispositivos, todavía no se ha popularizado lo suficiente para que este sea el camino a seguir. En caso de llegar a los televisores, primero lo haría en las gamas alta y posteriormente se iría implementando en más modelos. Pero ni Samsung, Sony, LG, Panasonic ni el resto de principales marcas lo han añadido.

Más incompatibilidades que ventajas

El USB-C es un puerto que encaja bien en ordenadores, pero no tanto en televisores. Muchos de los dispositivos que conectamos habitualmente a un televisor tienen conexión USB-A y no USB-C. Pensemos una memoria stick USB o un pequeño disco duro externo. Si los fabricantes de televisión cambiasen los puertos USB-A por USB-C, muchos de los dispositivos antiguos que tuviéramos por casa pasarían a ser incompatibles, haciendo falta un convertidor en el mejor de los casos. Dado que el USB-C no lleva suficientes años con nosotros, la necesidad de tenerlo en un televisor todavía es lejana.

Tanto la PS5 como la Xbox Series X vienen con un puerto USB 3.1 de tipo C, pero siguen teniendo más puertos USB-A. En televisores todavía no se ha optado por esta estrategia y toca hablar de otro punto: el de la velocidad.

Es importante señalar que USB-C es el tipo de conector y no implica necesariamente una mayor velocidad. El estándar USB-C es un lío, porque puede operar bajo protocolos tan diversos como USB 3.1, 3.2, DisplayPort 1.2 o 1.4 o hasta Thunderbolt 4, pero también con protocolos antiguos como USB 2.0, más habituales de encontrar con los tradicionales puertos USB-A. Tanto en televisores como otros dispositivos, es habitual que el puerto USB-A con USB 3.0 venga diferenciado con un color azul.

Dicho esto, los televisores no necesitan tanta velocidad. El ancho de banda de vídeo necesario habitualmente no pasa de los pocos Mbps. Si vamos a reproducir una película desde un USB y esta está en 1080p, el ancho de banda bajo el códec H265 es de unos 3 Mbps. En el caso de Youtube en 4K, tenemos unos 40 Mbps.

Ancho de banda necesario

Vídeo HD (H.264)

3 Mbps

Vídeo 1080p

6 Mbps

Vídeo Ultra HD

25 Mbps

Youtube 4K

40 Mbps

Blu-Ray 4K

100 Mbps

Teniendo esto en cuenta, debemos recordar que los puertos USB-A con protocolo USB 2.0 son más que suficientes, ya que ofrecen 480 Mbps, según las especificaciones teóricas. Si bien, si queremos asegurar que no hay problemas con el bitrate es habitual que dividimos entre dos o incluso entre cuatro ese número. Ahí es donde entra USB 3.0, donde se ofrecen velocidades de hasta 5 Gbps.

En televisores, el HDMI es el rey

Con estos números, es difícil creer que sea necesario todavía optar por el USB 3.1 junto al puerto USB-C. Estos alcanzan hasta los 10 Gbps, pero con el USB 3.0 es más que suficiente para ver películas en 4K a máxima calidad. Incluso así, el USB-A todavía seguiría siendo una opción, ya que este puerto sí es compatible con USB 3.1. Es a partir de USB 3.2 (20 Gbps), cuando el puerto USB-C es necesario.

En los televisores, los dispositivos que requieren de un elevado ancho de banda no se conectan a través del puerto USB, sea como sea este, sino a través del HDMI. Salvo que el futuro estándar USB acabe eclipsando al HDMI, algo que tampoco parece cerca de ocurrir, los televisores seguirán apostando por el USB como puerto de uso común y global, mientras van mejorando los puertos HDMI para ir ofreciendo el máximo potencial.

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