Seatrec ha desarrollado un sistema llamado infiniTE que permite a una sonda operar en los océanos de manera infinita de forma autónoma
Sirve para predecir huracanes, pero también para encontrar los mejores puntos en los que instalar centrales offshore
La humanidad está fascinada con la exploración espacial. Recientes logros como los de la sonda china Chang’e-6 en la Luna o los avances de SpaceX o la simulación de vivir en Marte han vuelto a llamar la atención sobre esa exploración de los cuerpos más allá de la Tierra. Sin embargo, en nuestro planeta queda muchísimo por explorar y las profundidades oceánicas son nuestro objetivo. Aunque encontrarlos no es un problema (sabemos perfectamente dónde buscar), la complicación es llegar hasta el fondo.
La enorme presión y la oscuridad total son dos grandes contratiempos, pero una nueva sonda desarrollada con tecnología de la NASA puede traer luz a la exploración de las profundidades de los océanos.
El fondo marino es un peligro. El trágico accidente del sumergible Titan nos volvió a demostrar que si no llegamos a ciertas profundidades en el océano, no es porque no queramos. Es el más reciente, pero no el único de los últimos años, y el Nereus (que no tenía tripulación a bordo) también sucumbió a la presión en 2014 cuando exploraba las profundidades de la fosa de Kermadec. A 9.900 de nada.
Como en el caso de la exploración espacial, un mínimo fallo implica que la misión no se cumple y, si hay tripulación, el destino es fatal. Además, hay otras complicaciones en la exploración submarina como la falta de luz en un entorno marino, corrientes y que no sabes si puedes encontrar obstáculos.
NASA en traje de baño. Habitualmente, asociamos a la NASA con la exploración espacial, pero realmente tienen un montón de divisiones que se encargan de investigar diferentes áreas y, claro, el mundo submarino está entre ellas. Se estima que, en 2017, sólo habíamos explorado el 6% del fondo marino. Se dio un salto tremendo al 15% en 2019, pero actualmente llevamos poco más del 20% explorado. Queda muchísimo por conocer y la NASA presentó hace dos años su propuesta de minisubmarinos para explorar las profundidades.
Todo eso es pasado y, desde hace unos meses, lo que está navegando por el fondo oceánico es una especie de sondas con forma de supositorio. Se trata de un sistema creado por la empresa Seatrec, cuyo fundador trabajó en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA durante 15 años y cuya tecnología ha sido aprobada por la misma Agencia Espacial Norteamericana para poder usarse en su creación: infiniTE. Es un nombre bastante bueno.
infiniTE. Se trata de una sonda que cuenta con todos los sistemas para hundirse, pero también para recopilar la información mediante sondas y enviar esa información a satélites que actúan como repetidores con la estación central. Está equipado con un sistema para recoger sonidos submarinos y un sonar para ir mapeando el fondo oceánico, pero lo más importante es tanto la batería como el sistema de recarga.
La recarga. Un gran impedimento, hasta ahora, de los equipos de exploración submarina es que tienen que recargar de algún modo. NO pueden estar durante días realizando una misión, lo que complica mucho las cosas y es necesario que haya un equipo en superficie que supervise esa recarga. Seatrec afirma que tiene una fuente de energía que "genera electricidad a partir de las diferencias de temperatura que se producen de forma natural en las aguas oceánicas". Pero… ¿cómo?
Pues, realmente, es bastante sencillo y es como una dinamo que funciona mediante cambios de fase. Los materiales que utiliza están compuestos por unas sustancias que pasan de estado sólido a líquido en función de la temperatura. El cambio de volumen en el interior provocado por esa transición del fluido es lo que se aprovecha para generar energía cinética que, a su vez, hace girar un motor que, como resultado, produce electricidad.
Parafina. El material elegido está creado a base de parafina debido a que tiene un punto de fusión de unos 10 grados. La temperatura media del océano es inferior, por lo que cuando la sonda se sumerge, el material se congela y se expande, por lo que el motor empieza a girar. Cuando el robot sale a la superficie, la sustancia se derrite y es lo que permite que el proceso se inicie de manera infinita.
Seatrec afirma que esto permite ampliar considerablemente la vida operativa de los equipos de reconocimiento con un potencial de ser infinitos y, por consiguiente, la capacidad de recopilar más datos al no tener que recargar constantemente. Cuando sale a la superficie, como decimos, se comunica con el satélite para transmitir los datos y la empresa asegura que todo se realiza de manera limpia para el medio ambiente.
Objetivos. Todo esto está genial, pero una pregunta importante es para qué tantos recursos en la exploración submarina más allá de para conocer qué puede haber ahí. La respuesta es que la sonda, debido a sus sensores, puede ayudar en otras áreas. Por ejemplo, la monitorización del paisaje sonoro para saber hasta qué punto el ruido que producimos impacta de forma negativa o la predicción de huracanes.
Esto es muy interesante porque con los datos oceánicos capturados, se pueden hacer simulaciones 3D durante la intensificación de los huracanes con las que los expertos pueden tener otra ayuda más de cara a la rápida toma de decisiones. Esto último es algo que la sonda piloto lanzada hace unos meses ya logró al medir la intensidad de huracanes en el Golfo de México.
Electricidad verde. Además, Seatrec destaca que, mapeando el océano, se pueden crear nuevas centrales eléctricas submarinas (algo que está recibiendo apoyo de la Oficina de Investigación Naval). También hay organizaciones interesadas en el desarrollo de electricidad a partir de las diferencias extremas de temperatura entre el aire y el mar que se pueden encontrar en las latitudes más altas.
Y en un vídeo compartido hace unos meses, la empresa mostró que podrían ser de ayuda para elegir las mejores zonas para crear generadores de electricidad offshore como molinos, plantas solares flotantes o aprovechar la fuerza de las olas para producir electricidad.
2024 muy ambicioso. La empresa parece que está muy comprometida con esto y este 2024 quiere lanzar más de 100 sondas en el Golfo de México. Además, podemos ver un mapa con datos casi en tiempo real con una sonda que lanzaron en enero de este año cerca de Kona, en Hawái. Esa sola sonda opera a unos 1.000 metros, ya ha dado más de 741 resultados estos meses (al momento de crear este tema, ahora tendrá algunos más) y genera nuevos perfiles cada seis horas.
Imágenes | Seatrec
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