Hablar de muscle car americanos es hablar de los Dodge Challenger y Charger, rivales históricos de un Mustang que ya se ha electrificado. Se acaba así con el motor térmico de los dos vehículos más históricos de Dodge, deportivos con más de 50 años de historia y que destacaban por tener motores de gran cilindrada.
Los planes de Dodge con el coche eléctrico
La electrificación llegará tanto al Dodge Charger como al Challenger. Dodge ha decidido que dejará de producir sus muscle car a combustión en 2024. Se trata de una importante decisión, máxime en estos modelos icónicos.
Tanto el Dodge Charger como el Challenger actuales cuentan con un motor de 6.2 litros de 8 cilindros que desarrolla 797 CV, un auténtico monstruo. Con el resto de fabricantes en plena electrificación, tarde o temprano se tenía que decir adiós a tales motores que bien podría montar un camión.
Además de electrificar los Charger y Challenger, Dodge prepara un nuevo modelo deportivo para su catálogo, el cual será presentado como concepto a principios del año que viene, aunque no hay detalles sobre dicho vehículo.
Adiós a los gigantescos V8 para una Dogde que sigue los planes de rivales como Ford, que ha dado una segunda vida a su Ford Mustang creando una versión más elevada y completamente eléctrica: el Match-E
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