La Comisión Europea dice haber encontrado evidencias de que los fabricantes de coches están volviendo a manipular las emisiones de cara a las nuevas normas europeas que se impondrán en 2020. Sin embargo, tal y como cuenta el Financial Times basándose en un informe al que ha tenido acceso, lo están haciendo al revés de lo que lo hicieron con el 'Dieselgate'.
Según este medio, Bruselas dice que hay "un alto riesgo" de que los fabricantes de automóviles estén creando "un aumento artificial" en los valores de emisiones. Esto quiere decir que los trucos que están utilizando hacen que los vehículos obtengan peores resultados de los que tendrían sin trampas, siempre según los hallazgos de la Comisión.
Cuando en 2015 se destapó el escándalo del dieselgate, al grupo Volkswagen se le pilló utilizando dispositivos para fingir que las emisiones de sus coches eran inferiores a las reales y engañar a las entidades reguladoras. Pero ahora parece que los fabricantes de los que sospecha Europa están haciendo justo lo contrario.
A simple vista este puede parecer un movimiento absurdo, pero es más audaz de lo que parece. Los futuros límites de contaminación se establecerán teniendo como referencia las emisiones de los fabricantes en 2020, por lo que inflándolas parecen estar queriendo conseguir manipular y ampliar los márgenes de contaminación de los próximos años.
Buscando "hackear" los límites del futuro
A finales del año pasado, la Comisión Europea propuso nuevos objetivos para las emisiones medias de CO₂ de la flota europea de nuevos turismos y furgonetas. Con ellos, los fabricantes tendrán que hacer que sus vehículos contaminen un 15% menos de 2021 a 2025 y un 30% menos para el año 2030.
Por lo tanto, tal y como explica el Financial Times, haciendo que sus nuevos vehículos tengan ahora unas emisiones mayores de lo que realmente son bajo la nueva homologación WLTP, todos los objetivos de reducción de los años venideros serán menos ambiciosos y fáciles de conseguir.
Los informes internos de la Comisión no mencionan a ningún fabricante concreto, pero podría haber varios de ellos implicados. De media, los valores de emisiones de los controles realizados por los propios fabricantes implicados bajo la nueva homologación han sido un 4,5% superior al de los tests independientes, con algunos casos en los que suben hasta en un 13%. Y todo mientras que los valores declarados bajo las viejas normas se mantienen de forma sistemática un 4% más bajos.
Y en cuanto al cómo inflan estas cifras, el informe al que ha accedido el Times menciona trucos como el de comenzar las pruebas con una batería agotada para que se consuma combustible adicional para cargarla durante los test. También se han encontrado deshabilitadas las funciones de parada y arranque, y otras estrategias utilizando los cambios de marchas para utilizar las marchas con las que más emisiones provocasen.
Desde la Comisión aseguran que harán todo el trabajo necesario para que los puntos de partida de los límites para los próximos años sean los reales. Por lo tanto, parece que los reguladores y los fabricantes van a estar jugando al gato y al ratón, y será interesante saber si acaban sabiéndose los nombres de las marcas que ya están tratando de manipular los futuros límites antes de que sean establecidos.
Vía | Financial Times
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