Así es como ve un coche autónomo la ciudad de Londres

La promesa del coche autónomo, tan cercana en desarrollo, tan complicada de implementar en un mundo real. Para darle valor a los que aseguran que los medios los tenemos, está bien ponerse en la posición del coche y sus sensores, nos ayudará a entender cómo funcionan estos sistemas tan inteligentes.

La revolución del coche que se conduce solo tiene mucho que ver con radares y láseres, en definitiva sistemas que van en el coche y registran con esa tecnología los espacios en 3D, a velocidades impresionantes. A esto se lo suele denominar en la industria como sistemas Lidar, y hay muchas compañías importantes trabajando en ello.

Una de ellas es ScanLAB Projects, y gracias a la mediación de los chicos de New York Times Magazine, podemos ver cómo visualiza el coche el escenario a través de la tecnología comentada. Para la ocasión han elegido las calles de Londres, fácilmente identificables en la maraña de líneas de colores que se dibujan.


El detalle conseguido es fantástico, lo han presentado además de forma atractiva para que veamos mejor los matices de la ciudad del rio Támesis

En ScanLAB Projects han sabido encontrar la parte artística del reconocimiento basado en sistemas lidar

Dicho sea de paso, ScanLAB Projects es una empresa inglesa liderada por el arquitecto Matthew Shaw y el diseñador William Trossell. Como la empresa, son jóvenes, y llevan trabajando en esto desde 2010.

Jugando muchas horas con las limitaciones de los sistemas lidar, como sus problemas a la hora de funcionar con reflejos e inclemencias del tiempo, llegaron a encontrar la parte artística del asunto.

Pero al margen de la arquitectura, vías y double-­deckers, hay elementos que el coche inteligente tiene que aprender. En la fuente nos ponen el ejemplo de un tipo con una camiseta con un STOP en ella, o cualquier otra forma de simular una señal. El sistema puede que tenga complicaciones para diferenciar lo que es realmente una señal en el camino, y algo que no lo es.

El ciclista me confunde

Un episodio similar ya se ha vivido con los coches de Google y bicicletas. El reconocimiento de algunos elementos es confuso para este tipo de coches, como el hecho de hacer un “track stand”, o mantenerse de pie y frenado, haciendo equilibrio mientras se reemprende la marcha.

Para el que no sepa de lo que estoy hablando, al final del artículo os dejo un vídeo. En el balanceo que realiza el ciclista - con una bici fixed -, se mueve hacia adelante y hacia atrás, eso confunde al coche de Google, que aunque nunca llega a acercarse a la bici, sí avanza y frena de modo brusco, copiando los movimientos del vehículo de dos ruedas.

El reconocimiento de las bicis es un campo paralelo a trabajar, por ejemplo Google tiene una patente relativa a interpretar la señalización de movimientos con las manos, para saber la dirección que quiere tomar el ciclista.


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